Tras unos días de reposo después de los últimos lanzamientos, hoy damos por concluida nuestra revisión a 2019 seleccionando los 25 mejores discos internacionales publicados el pasado año. Ha habido calidad, competencia y muchas alegrías, así que la lista viene calentita.

Recuerda que además de este artículo, también puedes consultar nuestras listas de mejores discos españoles de 2019, mejores canciones españolas de 2019, mejores EP’s españoles de 2019 y las 250 mejores canciones del pasado año (incluye playlist). Tienes para rato, haz hueco para devorar toda la música que te descubrimos en Wake And Listen.

Sin más presentaciones, ahí va nuestra lista de 25 mejores discos internacionales de 2019.

 

Los 25 mejores discos internacionales de 2019

 

25. Orville Peck – Pony

 

Comenzamos nuestro repaso a los mejores discos del 2019 hablando de country. Este género puede parecer algo caduco o con poco margen de innovación, pero Orville Peck ha conseguido darle una vuelta de tuerca muy sorprendente y refrescante. Pony ha sido editado por Sub Pop, un sello de música alternativa al que resulta bastante extraño ver metido dentro de un proyecto country, pero este disco no evoca aquellos sonidos añejos de la vieja américa rodeados de masculinidad, aquí hay mucha innovación. Este vaquero enmascarado ha usado su imaginación para incorporar guitarras propias del shoegaze noventero a otros sonidos más cercanos a Johnny Cash. Mención aparte para su gran voz, muy potente y siempre entonada. Los viejos géneros aún pueden dar mucho de sí. By Daniel Santamaría

 

24. Kevin Morby – Oh My God

 

El trobador moderno más importante de nuestra generación volvió en 2019 a regalarnos un álbum magistral. En Oh My God encontramos al Morby más místico, adentrándose en la religión a través de 14 canciones cercanas y protagonizadas por brillantes pianos, guitarras y vientos. Entre las canciones más destacadas nos quedamos con la apabullante «Hail Mary«, incluida en nuestra lista de Mejores canciones del año, «Congratulations» o «No Halo«. A sus escasos 31 años y ya con cinco discos en solitario, el excomponente de Woods y The Babies puede mostrarse tremendamente satisfecho de haber exprimido su carrera musical al haber publicado trabajos muy reseñables desde su debut en 2013. By Ray Vegas

 

23. Caroline Polachek – Pang

 

La lista de proyectos y colaboraciones de Caroline Polachek es realmente extensa. Además de ser la vocalista de Chairlift (grupo que fusiona indie y electónica desde hace más de 10 años) e iniciar varios proyectos en solitario, aparece también citada como compositora y escritora de canciones para artistas como Beyoncé o Future Islands. Sin embargo, parece que ha sido este 2019 y utilizando su nombre real cuando la artista ha sacado la mejor versión de sí misma. Pang es un álbum de synthpop que te deja en la garganta cierto regustillo a discoteca ochentera. Caroline es capaz de absorber un gran número de influencias y firmar hits perfectos y accesibles como «So Hot You’re Hurting My Feelings» o «Door«. A la altura de las más grandes. By Daniel Santamaría

 

22. Vampire Weekend – Father Of The Bridge

 

La vuelta a la actividad de Ezra Koenig y los suyos (ya sin la presencia de Rostam Batmanglij en su formación) supuso en 2019 la consecución de un nuevo disco titulado Father of The Bridge. Su primer disco desde 2013 contenía de nuevo aquellos sonidos que hicieron enormes a Vampire Weekend desde que debutaron en 2008 con aquel maravilloso álbum homónimo. Doce años después, la banda continúa siendo una de las más originales e inclasificables del panorama, combinando melodías llenas de ritmo y aires pop e influencias de todo tipo, incluso africanas. En este nuevo disco brillan las colaboraciones de Danielle Haim y Steve Lacy y resuenan (y resonarán por siempre) temas tan adictivos como «This Life«, «Harmony Hall» o «Hold You Now«. By Ray Vegas

 

21. Billy Woods & Kenny Segal – Hiding Places

 

Hay álbumes de hip hop que destacan por tener unas letras muy trabajadas y con un gran trasfondo detrás, mientras que otros artistas pasan mucho tiempo en el estudio perfeccionando cada beat y creando melodías realmente adictivas. Cuando se suman ambos componentes, el resultado final adquiere tintes de obra maestra, y algo así ha sucedido con Hiding Places. La parte vocal es cosa de Billy Woods, que dispara frases secas y rápidas, con un estilo muy particular. El background del disco narra la parte oscura y deprimente de un mundo cada vez más imperfecto y solitario. Kenny Segal hace un memorable trabajo de producción, lo cual le confiere al disco un sonido cercano al hip hop underground de principios de los 2000. Ciertos pedazos de canciones resonarán en tu cabeza después de escucharlo, como el maleable bajo de «Spongebob» o la oscura guitarra de «Spiderhole«. By Daniel Santamaría.

 

20. Powder – Powder In Space

 

2019 también ha sido un buen año para la electrónica de club. El disco nace como un DJ Mix de la productora residente en Tokyo Momoko Goto para la discográfica y radio Beats in Space. Lo realmente sorprendente de este mix es lo bien que se mueve dentro de cada estilo. Momoko Goto puede tirar un rayo de luz a tus ratos de duro trabajo o estudio, sonar en las boiler rooms más exclusivas o cerrar cualquier buen festival que se precie. La clave es su mezcla de deep house con compases downtempo.  La satisfacción al ver que todos los elementos van encajando poco a poco es enorme. By Daniel Santamaría

Hablamos de todos los detalles del disco en nuestra reseña de hace unos meses.

 

19. Glass Beach – The First Glass Beach Album

 

Resulta difícil ubicar este disco dentro de un único género, ya que más bien representa una gran tormenta de ideas creativas. Glass Beach abandonan cualquier tipo de limitación a costa de los géneros, y se lanzan a una piscina llena de nuevos sonidos: Power pop combinado con bedroom pop, jazz fluyendo con electrónica… la mente de J Mclendon ha pasado años perfeccionando este caos. Jonas Newhouse a manos del bajo y William White marcando el ritmo de la batería han ayudado en el proceso creativo. La temática que rodea a The First Glass Beach Album es bastante introspectiva, casi emo en algunas ocasiones. Pero no olvidemos que este es un álbum no sujeto a convencionalismos, por lo que también existen ciertos tramos alegres que lograrán hacerte saltar sobre tu cama. Toda una bendita locura. By Daniel Santamaría

 

18. Dave – Psychodrama

 

Nacido en 1998 y con la crítica y público a sus pies, Dave es el futuro del rap británico. Lo confirmó con Pyschodrama, el segundo disco en su haber, un trabajo tan serio y bien producido que aumenta enormemente las expectativas sobre lo que está por llegar. «Psycho«, «Black» o «Location«, su canción más viral, son ya parte del imaginario colectivo del hip hop mundial. Es gracias a sus letras incisivas, en las que afronta temas como el racismo o problemas actuales, donde encontramos otro de sus puntos fuertes. Los festivales ya saben que es un valor seguro, estuvo en el último Glastonbury y estará en el próximo Sónar 2020. Hay Dave para rato. By Ray Vegas

 

17. 3776 – 歳時記 (Saijiki)

 

Esto es lo que se llama un disco conceptual llevado a los extremos más enfermizos. En Japón, un Saijiki es un diario que funciona como el resumen de las vivencias de un año completo, y 3776 usan esa idea para elaborar un álbum que hable del concepto del año, sus estaciones, estados de ánimo y el paso del tiempo. El LP está compuesto por 12 canciones (cada una corresponde a un mes del año) y la duración de cada pista coincide con el número de días de cada mes (cada día está representado por 12 segundos). Pero la locura no acaba ahí, ya que el ritmo y sonido de las canciones también se ve influenciado por este concepto anual. Así el mes de Enero contiene el menos un ritmo de 1/4, Marzo al menos un fragmento en 3/4… y Diciembre al menos un pequeño segmento en 12/4. Todo este batiburrillo de ideas puede dar la impresión de sonar demasiado caótico y poco melódico, pero lo cierto es que no es así. Saijiki es un disco que integra sonidos art pop, j pop, glitch pop, samples de melodías clásicas como el himno a la alegría… sin duda una de las experiencias más complejas y gratificantes de este 2019. By Daniel Santamaría

 

16. Nick Cave & The Bad Seeds – Ghosteen

 

La terrible pérdida de un hijo puede desgarrar toda tu vida, y Nick Cave bien lo sabe: lo experimentó en 2015 con la muerte de su hijo de 15 años. Cuatro años después, su duelo continúa pero parece ver la luz al final del túnel. En Ghosteen nos presenta un disco repleto de melancolía y solemnidad, un trabajo que impresiona en la primera escucha por todo lo que transmite. Es inevitable pensar en todos los detalles que rodean a su creación, por ello eriza aún más los pelos el escuchar canciones como «Bright Horses» o la kilométrica «Ghosteen«. La impecable instrumentación del disco y la sensación que deja al oyente es algo que hay experimentar, una sensación que ya es uno de los recuerdos imborrables que nos dejó 2019. By Ray Vegas

 

15. King Gizzard & The Lizard Wizard – Infest the Rats’ Nest

 

La incesante actividad de King Gizzard & The Lizard Wizard supuso dos nuevos discos en 2019: Fishing for Fishies y Infest the Rats’ Nest, una barbaridad del rock and roll en la que nos centraremos. Los australianos sacan su lado más thrash metal en base a guitarras que parecen haberse alimentado de esteroides y una riqueza sonora que levantaría a un muerto de la tumba. Durante sus nueve canciones tu cabeza implosionará y verás el mundo arder. No te pongas cómodo, porque «Planet B» ya despertará tus instintos más profundos. Para cuando llegues a «Organ Farmer» ya tendrás la adrenalina por las nubes, y sólo te quedará disfrutar del viaje agitando la cabeza de un lado a otro y de alante hacia atrás. Una vez terminado podrás dar las gracias por la maravillosa locura y versatilidad de King Gizzard & The Lizard Wizard y esperar a su próxima joya. By Ray Vegas

 

14. Ana Frango Elétrico – Little Electric Chicken Heart

 

Solamente tiene 22 años de edad, pero ya es una de las voces más prometedoras de toda la escena musical brasileña. Ana Frango Elétrico dio sus primeros pasos en el 2018 con el debut «Mormaço Queima«, que contenía bastantes componentes de art pop. Este disco ha evolucionado para lograr una fórmula más expansiva y profunda. En Little Electric Chicken Heart se citan una amplia variedad de instrumentos, los cuales funcionan como una mini orquesta al servicio de la voz de Ana.  Las 9 canciones del álbum son coloridas, adictivas, deliciosas y llevan consigo una gran ola de influencias de música popular brasileña y chamber pop de los 70. Un LP de marcado corte vintage que derrocha estilo y buenas vibraciones a raudales. By Daniel Santamaría

 

13. Swans – Leaving Meaning

 

A principios de año saltaba la noticia: Michael Gira se encontraba grabando un nuevo disco para Swans. Sin embargo, la gran sorpresa llegó al ver la lista de colaboradores en el proyecto, pues aparecían citadas las hermanas Von Hausswolff a cargo de los coros. ¿Habría cabida para el neoclassical darkwave de Anna que nos enamoró en 2018 dentro del sonido de Swans? El resultado final queda englobado dentro de la primera etapa de los años 90 del grupo, con un neofolk vanguardista de estilo gótico. Lo que no hay duda, es que canciones expansivas como «It’s Coming It’s Real» o «Ammesia» nos han dejado enmudecidos. Y es que puede que suene a tópico decirlo, pero Leaving Meaning es un disco que mejora notablemente con las escuchas y te devuelve con creces toda la paciencia que depositas en él. No es el mejor disco de Swans, pero su atmósfera es única. By Daniel Santamaría

 

12. Jenny Hval – The Practice of Love

 

Resulta curiosa y fascinante la relación que mantienen los escandinavos con la naturaleza. Para ellos los bosques, montañas y aire libre son un concepto casi místico. De hecho poseen una palabra propia («Friluftsliv«) para definir la vida al aire libre en general. Más o menos estas son las intenciones de The Practice of Love, pintar un bonito paisaje verde que solo exista en nuestra imaginación. Jenny Hval también incluye numerosas referencias hacia la Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll. También ha contado con numerosas colaboraciones que ayudan a construir una maravillosa experiencia experimental de art pop y leves toques de trance. Un disco para escuchar y sentirse en paz con uno mismo. By Daniel Santamaría

 

11. Stella Donnelly – Beware of the Dogs

 

2019 ha sido otro año excelente para las mujeres, y un buen ejemplo de ello es el disco de Stella Donnelly. Es posible que el estilo predominante del disco ya haya sido plasmado de múltiples formas con anterioridad, pero la intención del trabajo no es la de replicar con gran acierto estos sonidos, si no el hacerlo con actitud y carisma. Las letras de cada canción encierran un potente estilo punk, marcado por un gran estilo del humor y desparpajo. Un gran disco que navega por diferentes estilos con mucho acierto y que suena realmente bien en directo. By Daniel Santamaría

Puedes leer nuestra reseña completa aquí

 

10. Men I Trust – Oncle Jazz

 

Un trío de jóvenes artistas canadienses se mudan a un pueblo de apenas mil habitantes en el que para combatir el frío se reúnen cada tarde a la luz de una chimenea para hacer jam sessions y flotar. Todo el proceso de composición de Men I Trust  sigue la filosofía DIY. Graban en su estudio cada canción, dirigen sus videoclips y distribuyen sus creaciones por Bandcamp. Sus sonidos Sophisti-Pop / dreamy son realmente relajantes y te transportan a una nueva dimensión en la que no hay lugar para las malas vibraciones. Oncle Jazz agrupa gran parte de los singles publicados por el grupo en los dos últimos años, además de incorporar nuevas creaciones. Puede que el resultado final haya sido demasiado extenso (24 canciones) pero no cabe duda que es el mejor LP para flotar y dejarse llevar de este 2019. By Daniel Santamaría

 

9. Lingua Ignota – Caligula

 

«Recuerda que todo me está permitido, y con todas las personas«- esta es una de las frases más célebres de Caligula, posiblemente el emperador más sanguinario de todo el Imperio Romano. Entre sus atrocidades más destacadas estaba una implacable violencia sexual, llegando a perpetrar sendas violaciones a sus propias hermanas o desprecio y agresiones a sus múltiples mujeres. Kristin Hayter (licenciada en bellas artes y literatura clásica) muestra en este disco toda la furia de la violencia machista y las consecuencias que deja en la víctima. Caligula contiene intervalos de neoclassical darkwave que acaban descendiendo a los mismísimos infiernos con gritos agonizantes de death industrial o metal extremo. El segundo LP del proyecto Lingua Ignota es un disco de emociones extremas que prácticamente tortura al oyente y lo lleva a los abismos más bajos sin ningún tipo de concesión. By Daniel Santamaría

 

8. (Sandy) Alex G – House Of Sugar

 

Hace unos años la figura de Alex G apareció en la escena como uno de los talentos más prometedores del lo-fi. A lo largo de este tiempo Alexander Giannascoli ha publicado varios discos y colaborado en proyectos realmente trascendentes (como «Blonde» de Frank Ocean). Este House Of Sugar se siente como la consagración definitiva y la cima de su sonido. Y todo esto lo ha logrado con solo 26 años de edad. Por fin toda la prensa especializada se ha hecho eco de su talento gracias a grandes canciones como «Gretel» o «Walk Away» que aúnan indie folk y bedroom pop con leves ecos de americana. Las nuevas generaciones vienen pisando muy fuerte. By Daniel Santamaría

 

7. Weatherday – Come In

 

Es posible que al ejecutar un ejercicio de nostalgia dentro de unos 10 años, el tiempo haya puesto en su lugar a Come In y sea considerado como un disco de culto. El debut de los suecos Weatherday comparte similitudes con el gran «Twin Fantasy» publicado por Car Seat Headrest en el año 2011. Grabaciones lo-fi artesanales, estética de midwest emo y unas guitarras realmente fantásticas. Cualquiera puede apreciar la profundidad de su sonido escuchando temas como «My Sputnik Sweetheart«, una odisea de 13 minutos dividida en varios actos / estilos o en la increíble fluidez presente en «Water Dreamer the Same«. La forma de descubrir música ha cambiado por completo, y la subcultura de foros como Reddit o plataformas como Bandcamp han conseguido democratizar el arte y que los pequeños creadores puedan tener el reconocimiento que merecen. Come In ya es todo un clásico instantáneo. By Daniel Santamaría

 

6. Lana Del Rey – Norman Fucking Rockwell!

 

Ser uno de los iconos musicales del siglo XXI conlleva una presión importante a la hora de lanzar un disco. Pero Lana del Rey siempre la supera con creces en cada trabajo. Como no podía ser de otra forma, en Norman Fucking Rockwell! vuelve a dar en el clavo con una serie de canciones de corte personal y magistralmente producidas. Es con cortes como «Venice Bitch» (de casi 10 minutos) donde la artista neoyorquina demuestra que se encuentra en el momento de creatividad más interesante de su carrera. Durante las catorce canciones del disco da tiempo a comprobar la fidelidad con la que Lana del Rey ha tratado a su esencia melódica, una esencia que lleva con orgullo desde sus inicios y que le ha supuesto algo complicado de lograr para un artista: la creación de una música con sello de identidad propio y reconocible con sólo unos acordes. By Ray Vegas

 

5. Weyes Blood – Titanic Rising

 

Con cada pequeño adelanto en forma de single Weyes Blood ha ido entrando en nuestro corazoncito de una forma muy intensa. Todo parecía indicar que íbamos a estar ante un disco colorido, luminoso, nostálgico y sobretodo muy bonito, y así ha sido. Titanic Rising compara la caída y degeneración de occidente (excesos del capitalismo y cambio climático) con el hundimiento del Titanic, pero lo hace de una forma muy dulce, usando una gran variedad de arreglos y melodías de chamber pop e indie folk muy vintage. A veces se siente como que Natalie Mering acudiese a los sonidos pop de ayer para construir los sonidos del mañana. La pegadiza guitarra de «Andromeda«, el ritmo a lo Beach Boys de «Everyday» o el final épico de «Movies» nos llevan a un final en el que aparece la última melodía que se escuchó en el Titanic antes de su hundimiento. Esperamos que ocupe un puesto en los carteles de festivales acordes a esta verdadera obra de arte. By Daniel Santamaría

 

4. Angel Olsen – All Mirrors

 

Angel Olsen lo tenía fácil para la creación de su último disco, tan solo le bastaba con replicar el sonido de «My Woman«, con el que se alzó como una de las grandes personalidades del indie folk. Esto hubiese sido el camino fácil, pero la artista ha preferido continuar con su desarrollo personal y buscar un nuevo sonido acompañada por una orquesta de 12 músicos. All Mirrors contiene elementos nunca antes vistos en la carrera de Angel Olsen, pero suenan como llevasen con ella toda una vida. La orquestal «Lark» o la vanguardista All Mirrors son solo el punto de partida de un viaje oscuro y que mejora con cada escucha. En palabras de la autora, esta es la primera parte de la visión global bajo la que fue concebida el disco, por lo que es probable que en 2020 se produzca el lanzamiento de la otra cara de la moneda, más orientada hacia el acústico. Por el momento, se mete de lleno entre los mejores discos de art pop. Ya es una de las artistas más brillantes de nuestra generación. By Daniel Santamaría

 

3. FKA Twigs – Magdalene

 

Tahliah Debrett Barnett ha tenido que atravesar varios contratiempos personales a lo largo de los últimos años. Primero una ruptura sentimental con el actor Robert Pattinson, y en segundo lugar varios problemas de salud que por fortuna ya ha conseguido dejar atrás. Magdalene habla de desamor, dolor y empoderamiento, todo ello estableciendo paralelismos con la figura de María Magdalena. Nicolas Jaar está a los mandos de la producción y hace una magnífica labor, acercando a FKA Twigs al mundo de la electrónica experimental. Sin embargo, a pesar de que el disco gira sobre un mismo concepto, su sonido se conforma de varias capas. Por ejemplo, «Sad Day» puede recordar a algunas producciones de SOPHIE, mientras que «Home With You» o «Cellophane» están más cercanos a su primer disco. Una gran multitud de medios lo han elegido como el mejor disco de este 2019. By Daniel Santamaría

 

2. Tyler, The Creator – Igor

 

Tyler, The Creator es el tipo de artista que necesita el siglo XXI: polifacético, versátil y alejado de etiquetas. Como pudimos comprobar hace un par de años con su disco Flower Boy, su música traspasa las fronteras del rap. Dos años después, en 2019, Tyler publicó Igor, un ambicioso trabajo con el que tenía la complicada tarea de igual o superar a su predecesor. Y así lo hizo, por eso se lleva la medalla de plata en nuestra lista. En el trabajo sale máximamente a la luz su faceta de productor, además de la de un tipo romántico en sus letras. Todas y cada una de las canciones de Igor beben de influencias de varios géneros, moviéndose en varios tempos y aunando fuerzas para convertirse en un todo que se mete hasta lo más profundo del oído. Lo mejor; que Tyler sólo tiene 28 años y todavía mucha música dentro para regalar al mundo. By Ray Vegas

 

1. Big Thief – U.F.O.F. y Two Hands

 

Big Thief ya se llevaron nuestro número 1 de mejores canciones internacionales de 2019, pero aquí están de nuevo, consiguiendo el número 1 de mejores discos del pasado año gracias a sus dos LP’s publicados: U.F.O.F. y Two Hands. No podemos centrarnos sólo en uno, sino que los valoraremos como un único conjunto sobresaliente.

Si la tarea de componer al menos diez canciones para lanzar un disco se presenta la mar de complicada, piensa por un momento el talento que hay que poseer para hacerlo por partida doble. Por ese hito y la calidad de ambos trabajos del cuarteto de Brooklyn, se podría decir sin miedo a la equivocación que 2019 ha sido su año de consagración. La banda liderada por la poderosa Adrianne Lenker es capaz de crear un torbellino de emociones en aquella persona afortunada que escuche sus composiciones. Juntos forman uno de los grupos con más personalidad de la actualidad, dato que se se sostiene tras ver cualquiera de sus directos. (Este año tocan en Madrid y Barcelona) Por separado, cada uno de los miembros de Big Thief podrían dar la sensación de pertenecer a mundos diferentes, pero cuando se juntan funcionan como un bloque maravilloso.

Si tuviéramos que destacar algunas canciones de sus dos últimos discos, aunque no sea una misión sencilla, esas serían la increíble «Not«, «Cattails«, «Forgotten Eyes» o «Contact«. La influencia noventera se siente en las melodías de todas ellas, pero a su vez transmiten una sensación de canción actual y vanguardista que las hacen únicas. Las 23 canciones que forman los dos álbumes son un regalo que hay que disfrutar cada día, sobre todo en esos momentos en los que tus oídos te reclamen un chute de talento. By Ray Vegas