Hubo un día en el que León y el hardcore punk se dieron la mano. Resulta curioso que un estilo que evoca tanta intensidad y liberación fuera a cruzarse en el camino de una ciudad tan sosegada y tranquila a la hora de ver un concierto. Los pogos son toda una rara avis.
Sin embargo, La URSS aparecieron sobre el escenario a todo volumen, como una bofetada en toda la cara, para traer un poco de esos estímulos que a veces parecen olvidados a la noche leonesa. Aquella noche muchos echaron en falta a los acompañantes más clásicos de los andaluces: Cuchillo de Fuego. Juntos forman un dúo que se ha recorrido la zona norte del país sembrando cada vez más adeptos y reflexiones acerca de la escena punk. Gracias al colectivo Dead End León, la sala Gran Café pudo cerrar el círculo y disfrutar de la experiencia al completo.
Bajo el humo (quizás demasiado por momentos) aparecían los de Pontevedra dispuestos a presentarse delante de un buen número de leoneses. En el escenario quizás tienen un sonido algo más hardcore y estridente que La URSS, algo que no está reñido con una depurada técnica y sincronización sobre las tablas. Y no, no hubo crowdsurfing ni momentos realmente locos, fue un concierto de primeras filas; de desconectar y dejarte atrapar por su sonido durante una hora.
«Nocturno» no tardó en dejarse ver, apareciendo en segundo lugar dentro de su setlist. A partir de ahí el recital fue un completo repaso por su discografía, que acabó desembocando en «Forforcio«.
Por más noches de hardcore en la ciudad leonesa
By : Daniel Santamaría
Fotos By : Javier Nespral