Llegó la segunda jornada de Noches del Botánico. Y si el día inaugural salió bien, para qué cambiar.
Repite Van Morrison con todo vendido. A sus casi 80 años, el músico norirlandés hace doblete en Madrid para aquellos afortunados que consiguieron entrada.
A las 20:10h avisaban desde megafonía que quedaban 10 minutos para el comienzo y no se hizo esperar. A las 20:20h la banda empezaba a tocar Only a dream, pero faltaba alguien en el escenario. Fue entonces cuando uno de los músicos dijo: “Con todos ustedes Van Morrison” y el León de Belfast irrumpió en el escenario subiendo la pulsación de los allí presentes.
Van Morrison desplegó todo su talento vocal y demostró su versatilidad tocando el piano, el saxofón y la armónica, acompañado por una extraordinaria banda: Chris White al saxo, David Keary a la guitarra, John McCullough al teclado, Neal Wilkinson a la batería, Alan Wickett encargado de la percusión y las coristas Jolene O’Hara y Sumudu Jayatilaka, esta última encargada también de darle la réplica a Van Morrison como cantante solista.
Esta noche no hubo sorpresas, la gente aprendió del concierto anterior y, simpatizando con el carácter de Van Morrison, disfrutó de un concierto muy profesional sin ningún alarde y sin palabrería. El sonido del concierto fue excelente y en uno de los mejores escenarios para disfrutar de música en directo y al aire libre en Madrid, el Real Jardín Botánico Alfonso XIII.
El concierto fue transcurriendo y Van Morrison hizo un repaso por toda su discografía pasando por temas como Broken Records, Days Like This y Someone Like You. También hubo tiempo para versiones como Jumping with Simphony Sid, de Lester Young, Laughin’ and Clawnin’, de Sam Cooke y Think Twice Before you Go, de John Lee Hooker.
Tal y como ocurría la noche anterior, el artista dejó fuera del setlist el exitazo de 1967, Brown Eyed Girl y, como era de esperar, finalizó el concierto con el tema Gloria de su antiguo grupo, Them, con todo el mundo en un estado de éxtasis y abandonando sin mucho ruido el escenario por su derecha para dejar a la banda cerrando una hermosa velada en otra jornada memorable de Noches del Botánico.
