Mishima son la integración, el comprobante de que la música no entiende de fronteras y es el punto de unión más fuerte que existe. Si no fuera así, la banda catalana no podría permitirse llenar el castizo Teatro Lara madrileño el próximo jueves con su música cantada exclusivamente en catalán.
La historia de Mishima tiene su miga. Sus dos primeros álbumes fueron grabados en inglés pero, como tantos otros grupos, al no funcionar como estaba previsto se pasaron al catalán en su tercer disco. De esta manera, el público objetivo disminuiría pero sería mucho más fiel. El cambio fue un acierto total y les catapultó a la fama, sobre todo en Cataluña. Casi 10 años y 5 álbumes después, el éxito les persigue y sus fans ya no entienden de lenguas. Celebrarán su 15º aniversario este jueves en Madrid, dónde presentarán su último trabajo, L’ànsia que cura.
Love Of Lesbian, Manel y Mishima, cada a uno con su estilo personal, son los principales estandartes del pop en catalán y asistir a alguno de sus conciertos es sinónimo de celebración. Concretamente, el sonido de Mishima es luminoso, elegante y está producido por Paco Loco, el genio entre los genios. Poco más se puede pedir.
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