No había duda de que la vuelta de Ty Segall a Madrid, aunque fuera bajo otro nombre, comandando la batería y la voz de Fuzz, desataría la locura en Madrid.
Pronto se comprobó que su música es capaz de despertar los instintos más destructores y furiosos de sus fans. Las primeras filas de la sala But se convirtieron en un hervidero de movimiento y amor por el crowd surfind desde la primera ráfaga de acordes.
Todo ello fue inmortalizado por deTorresValentí en unas cuantas imágenes que no podían perderse en el continuo espacio tiempo y debían aprovecharse para poder recordar en el futuro que Ty solo hay uno, que Ty lo volvió a hacer en una noche de lunes cualquiera. Una noche de agosto en la que Holy Cuervo nos brindó otro capítulo que añadir a la interminable lista.
Y que siga.