Hacer una crónica no es una tarea sencilla; te obliga a estar pendiente de miles de pequeños detalles, de mirar con lupa ciertas cosas… Todo un arte que como la mayoría de cosas solo se perfecciona con el tiempo.
Recuerdo mi crónica anterior del Purple Weekend con un cariño especial. Fue una de las primeras, y sin duda, de las que más marcó mis inicios. El hecho de “jugar en casa” te permite conocer y avistar pequeños detalles invisibles para la gente de fuera. Te hace sentir cómodo.
Por el frío, por el ambiente, por ser en León, y sobre todo por los miles de recuerdos impregnados en el aire a lo largo del tiempo, el Purple Weekend siempre es un festival especial.
Esta edición de 2015 ha sido bastante exitosa. Según la organización, unos 14.000 visitantes han pasado por el festival, dejando un impacto económico de 1.6 millones de euros aproximadamente en la ciudad.
¿Habrá estado el festival a la altura de nuestras expectativas? Comenzamos:
Jueves
Es el día de introducción, y ponemos rumbo hacia el museo de arte contemporáneo de Castilla y León (Musac para los amigos). Su exterior es de esos que te alegra la vista. Plagado de colorines, imita el estilo gótico de las vidrieras de la catedral leonesa.
Entramos puntuales y el público comienza a poblar el interior del edificio. Tocan The Kumari y presentan una propuesta de garage con toques de psicodelia. El grupo en sí no nos convence mucho. Suenan rabiosos sí, pero echamos en falta una transición mayor. El sonido flojea bastante, aunque esto es debido a que el museo no fue construido con el propósito de albergar conciertos. Se lo perdonamos por dos motivos:
El primero por tener la oportunidad de disfrutar de un directo en un sitio tan singular como el musac. Y algún pequeño detalle como que las taquillas sean gratuitas o la gran comodidad con la que estuvimos.
El segundo, los bailecitos de su bajista. Un showman absoluto. Capaz de desplazarse a gran velocidad por todo el escenario sin apartar la mirada del techo. Eso es sentir la música oiga.
Tras el concierto toca descansar pues nos espera un puente muy largo.
Viernes
Comenzamos la noche caminando hacia el Studio 54, que cuenta con una sala inferior que puede albergar conciertos.
Hay bastante ambiente, y la gente tiene intención de empezar el festival con ganas. Sobre las once de la noche, el primer grupo salta a la acción.
The Limiñanas
Cierto aire de relax sobrevuela el ambiente cuando los franceses comienzan su actuación. Su estilo es reposado, relajado, e invita a sumergirse y dejarse llevar.
Llama la atención el virtuosismo de uno de sus integrantes: Toca guitarra, teclado, melódica, ukelele… Hasta parece ser capaz de preparar una buena tortilla si la situación lo requiriese.
Suena “Going Underground” y parte del público se queda enamorado de su vocalista. Durante algo más de una hora viajamos a los años ochenta ambientados en Francia y acabamos bastante satisfechos.
Manual Scan
Turno para uno de los primeros “grandes reclamos” del cartel. De estética Mod a más no poder, cuentan con las voces como su principal arma. Muy poderosas, consiguen retumbar por toda la sala.
Su power pop es directo, y lo mezclan con covers de grupos como The Who.
Elegantes en todo momento, supieron dar una buena entrega, y el público lo agradeció.
Se despidieron bastante aplaudidos por un público que continuó su fiesta en la discoteca OH! León.
Sábado
Tras acabar las obligaciones pre-puente, toca poner rumbo hacia el CHF, donde nos espera una triple ración de directos.
Les Grys Grys
Los franceses repiten tras el buen sabor de boca que nos dejaron el año pasado. El concierto, en sintonía con lo que pudimos ver: De nuevo un Rythm´Beat de altas revoluciones, y de nuevo todas las miradas se posaron en su guitarrista, al que le sobra clase, y es capaz de tocar su guitarra hasta con una baqueta.
Llama la atención su energía sobre el escenario, hasta el punto que les hace salirse del mismo para darlo todo entre el público, algo que repitieron en un par de ocasiones. Sin duda, son un grupo a seguir, y que no te puedes perder siempre que los veas en el cartel de un festival.
The Neatbeats
Grupo de lo más curioso, y que se ha convertido en uno de los descubrimientos de esta edición. Y es que no todos los días se puede ver a unos japoneses tocando Mersey Beat, al más puro estilo Liverpool.
De nuevo, banda muy muy enérgica sobre el escenario, con coreografías muy curradas (saltitos incluidos) y únicamente 3 palabras en español para dirigirse al público: Hola, Gracias y Bacalao. Con eso les sobra.
Casi una hora y media en la que nos hacen sudar de lo lindo y desear volver a verlos.
The Strollers
Con el estallido de la ola de garage punk que ha habido en los últimos años en Suecia, nuestro hype se pone por las nubes ante la posibilidad de ver a uno de los grupos pertenecientes al movimiento.
Y la verdad que después de la energía liberada por las anteriores bandas, los suecos, en contraposición, se mostraron algo sosos.
Disfrutamos bastante de sus temas, pero quedó en el aire la sensación de que no habían logrado conectar con gran parte del público.
Abandonamos el recinto con la mirada puesta en el Domingo, día de grandes conciertos y en donde empezó el lío de los cambios de horario.
Domingo
Por la mañana nos llega un comunicado que concluye indicando que Urge Overkill y Reigning Sound iban a cambiar de día. Para nosotros, no supuso ningún problema, pues pudimos de disfrutar de todos los conciertos de manera cómoda igualmente. Para una parte del público, fue una gran putada. Y es que la situación se descontroló hasta el punto de que el lunes acabaron tocando 3 grupos diferentes a los que figuraban en el programa. La organización se movió rápidamente para dar soluciones (algo polémicas para una parte del público).
Dejando de lado estos contratiempos, es hora de poner rumbo hacia el Espacio Vías.
Se podía visitar un gran mercadillo de ropa y productos vintage en la planta superior, así como un gran número de expositores de vinilos en la parte inferior.
Kelley Stoltz
Era uno de los conciertos más esperados, y logró superar toda expectativa posible, convirtiéndose, posiblemente en nuestro concierto favorito de todo el festival.
Una hora de pop neopsicodélico de gran calidad, y mucha diversión a cargo del de San Francisco, que salió acompañado de unos músicos de gran calidad.
Mezclando varios instrumentos con el uso del vocoder, se marchó regalándonos una cover de “Duchess”, el temazo de The Stranglers.
De nuevo, continuamos el día de conciertos en el CHF, llegando justo al final de The Loons, bastante marchosos y divertidos.
The Jay Vons
Media banda que forma parte de Reigning Sound se encontraba en el escenario, y en poco más de una hora, mostraron un sonido añejo, recordando a tiempos antiguos, más simples y sencillos, llegando a emocionar en “Don’t Look Back”.
Sonaron muy bien y nos dejaron con ganas de ver la banda al completo al día siguiente.
Bronco Bullfrog
Menudo inicio de concierto que se marcaron, con unas líneas de bajo espectaculares, acompañadas de saltos y gritos de rabia.
Los ingleses son todo un valor seguro en directo, y ofrecen un power pop que desprende electricidad.
Nos mantuvieron enganchados algo más de una hora mientras sus ritmos llenaban el pabellón.
Sin duda fueron uno de los grupos que contó con el mejor sonido.
Se despidieron muy aclamados.
Lunes
Kurt Baker Combo
Llegábamos justo al CHF para ver el inicio de Kurt Baker. A base de power pop con toques punk nos metió a todos una marcha más en el cuerpo y consiguió activar a base de bailes y algún tímido pogo a las primeras filas.
Cada interludio entre canciones era bastante gracioso ya que el de Portland se esforzaba en hablar en nuestro idioma, desembocando en una especie de “Spanglish” con el que presentó algunas canciones de su nuevo álbum “Play It Cool”
Algo más de una hora duró su actuación, la cual nos dejó buenas sensaciones.
Reigning Sound
Salía a escena uno de los platos fuertes del festival. Tras disfrutar de la mitad de su formación el día anterior, por fin los teníamos a todos encima del escenario.
Salieron fuerte, eléctricos y convincentes. Al sonido añejo de ayer se le añadía un poco más de pegada que lograba meternos más de lleno en el concierto.
Echamos de menos que no salieran acompañados de unos vientos para interpretar los temas de su nuevo disco (en el que abundan bastante los violines) aunque solo el hecho de disfrutar en directo “Never Coming Home” hace que merezca la pena toda su actuación. Hasta nos tocaron un villancico antes de despedirse.
Tras marcharse, el público les reclamó, y volvieron para despedirse con un triple BIS de final súper emotivo. Con una guitarra y el teclado poblando únicamente el escenario. De los mejores momentos de todo el festival.
Martes
Urge Overkill
Eran algo más de las cinco de la tarde, y el público comenzaba a amontonarse en la entrada del Espacio Vías. Por fin podíamos ver a los de Chicago.
Los integrantes del grupo hacen acto de presencia con unas camisetas personalizadas que forman la palabra URGE.
Las voces sonaban muy bajas en comparación con las guitarras, que hasta se comían el sonido del teclado en alguna ocasión, pero esto importaba poco, y es que el grupo tiene hits para dar y regalar.
Tras tocar casi entero su EP “Stool” y buena parte de su disco “Saturation” nos dicen adiós para volver con su tema más ilustre: “Girl, You’ll Be A Woman Soon” presente en la banda sonora de Pulp Fiction, desatando la locura colectiva.
Se despiden con “The Stalker” otro de sus temas ilustres, y en el que incluso un fan entre el público se animó a saltar a cantar con ellos, desatando el aplauso del público.
Aquí podéis ver el setlist completo:
- Positive Bleeding
- Take Me
- What’s This Generation Coming To?
- Back On Me
- Woman 2 Woman
- Somebody Else’s Body
- Nite and Grey
- The Candidate
- (Now That’s) The Barclords
- Effigy
- Bottle Of Fur
- The Break
- Vacation In Tokyo
- Stitches
- Heaven 90210
- Last Night/Tomorrow
- Stull
- Sister Havana
- Girl, You’ll Be a Woman Soon
- The Stalker
En resumen, el festival nos ha dado buenos momentos, buen ambiente, buenos recuerdos, y sobre todo, buena música. Esperamos repetir.
¡Viva el Purple Weekend!
By Daniel Santamaría. Fotos by Daniel Sntamaría y Enrique Sánchez Narganes.