Pensé que todo estaba inventado en esto de la música. Creía que las ideas originales se habían acabado. Me equivocaba. Solo había que mirar un poco más allá, tener un golpe de suerte y acabar en una casa de General Pardiñas perfectamente engalanada para la ocasión. Una nueva sesión de Sofar Sounds estaba a punto de comenzar.
Lo que estaba por llegar era una tarde de sábado cálida y acompañada de un ambiente difícil de lograr en una sala de conciertos. Todo muy cercano, muy familiar. Nada más entrar por la puerta, la organización del concierto te recibía con un par de besos y te invitaba a dejar tus bebidas (que había que llevar traídas de casa) en la encimera de la entrada. Solo era necesario una mirada general al salón para comprobar que lo que se avecinaba iba a ser diferente y digno de repetir.
Sofar Sounds nace en Londres hace unos años y ya está presente en numerosos países. A Madrid ha llegado hace poco, aún es desconocido y viene pisando fuerte. Su idea es, a priori, sencilla: conciertos íntimos en casas particulares. La localización y los nombres de las bandas son una incógnita hasta unas pocas horas antes de la actuación y la entrada es gratuita, se puede acceder a ella mediante una invitación que puedes conseguir en su página web. Estos elementos consiguen involucrar al dueño de la casa (puedes poner la tuya si tu salón tiene una capacidad de 50 personas), a las bandas y al público. Una sinergia que funciona a la perfección y que ha dejado conciertos tan memorables como el de Karen O hace unos meses en Nueva York.
En Madrid, este sábado, la cerveza empezaba a fluir y los nombres de las bandas se descubrían. Kitai, ELE y Hynkel eran los 3 miuras de la tarde.
Los primeros fueron Kitai, ganadores del concurso DCODE 2014 y poseedores de una potencia endiablada. El sábado tuvieron que ralentizar su sonido y mostrar su versión más cuidada. Triunfaron.
ELE aparecía tras un descanso valioso para conocer a alguno de los asistentes al acústico. La personalidad de la cantante ¿madrileña? fue (y es) arrolladora, y (escuchar) su voz puede ser el mejor regalo de Navidad que hayas tenido jamás. Le acompañaron dos de sus coristas, poseedoras de otras voces de escándalo, y su actuación fue la más celebrada. Lo dio todo en apenas 25 minutos y no dejó a nadie indiferente. Más que recomendada.
Hynkel tenían el honor de finalizar la sesión con un set alegre y eficaz. La atención que recaía sobre la banda era inédita hasta para ellos mismos, pero su buen hacer solventó cualquier novedad. Buena forma de acabar con una tarde/noche 100% especial.
Y esto continúa, no ha hecho más que empezar y te está esperando en el próximo acústico. Atento a las próximas fechas de Sofar Sound en Madrid. Quién sabe qué sorpresas y bandas nos deparará el futuro. Una cosa es segura: será difícil de olvidar.
Crónica by Ray Vegas. Fotos By Mariana Borau.