¿Os habéis fijado que ahora todo el mundo sabe de cine?
Te ves dos de Tarantino, media de Wes Anderson y los créditos de Toro Salvaje y te convalidan el título de “Enterado del cine”.
Las cosas eran más difíciles cuando no había piratería y plataformas streaming. Cuando rezabas a la parrilla televisiva para que no repitieran lo mismo de siempre, o te tenías que dejar los cuartos entre la taquilla y el videoclub.
Y de aquella época vamos a hablar.
De aquella época y de aquellas películas que nos hicieron levitar, soñar y pedir palomitas entre semana.
Pero como no podría ser de otra manera, vamos a hablar mal. Porque yo sé que recuerdas con mucho cariño aquellas películas, pero es probable que, alguna, no aguante muy bien un nuevo visionado, Al menos desde una perspectiva más madura, versada y tocapelotas.
Para perpetrar esta herejía, muñiremos a auténticos expertos en cine, personas que llevan cuello alto, van a los cines Renoir y están de alguna manera relacionados con el mundo del celuloide.
Este es nuestro TOP de “Películas que peor han envejecido de la historia”
Lo que el viento se llevó
Mal. Muy mal. Por lo de Hattie McDaniel. La peña de color no puede hacer de sirvientes/esclavos porque una vez lo fueron y estuvo muy feo.
Noooo, es coña, intentaremos no entrar en este tipo de revisionismo moral porque, como sabéis, tiene poco sentido intentar borrar un pasado del que ahora nos sentimos avergonzados y que funcionaba, probablemente, con distintas reglas.
Empezamos de nuevo.
LA LA LAND (2016) y SUSPIRIA (1977).
“Querida gente de Wake And Listen, pues mira, francamente os diría varias pelis que han envejecido mal.
Pero, de entrada, pese a que haya pasado poco tiempo desde su estreno, me quedo con La La Land.
Creo que está envejeciendo mal por lo hortera que es.
Desde su estética pomposamente pop (valga la aliteración) a la heteronorma de sus personajes principales.
Esta historia sobre el sacrificio amoroso por conseguir el éxito, que supuestamente “homenajea” el antiguo Hollywood desde una perspectiva contemporánea, no puede estar más llena de clichés.
Otra que muy a mi pesar ha envejecido mal es la mítica «Suspiria» de Dario Argento.
Ha influenciado a cineastas como Lynch o Nicolas Winding Refn, pero ahora la ves y parece totalmente fuera de época.
Aunque quizá ya era así en su momento.
Luca Guadanino era consciente e intentó un remake (2018) considerablemente más digno que la idea original, alejándose de la inmortal influencia del abuelo (Dario Argento).
Sea como sea, parece que el que sí que envejece bien es el propio Argento, ya que su estilo sigue vivo encarnado en tantos otros y otras*.
Ahora, para envejecer mal, te propongo un monográfico sobre los últimos 20 años de Robert De Niro.”
*Por cierto, sobre Darío Argento, en Sitges dijo textualmente delante de una sala llena de periodistas «el remake de Luca Guadanino es una mierda»
Pau Berga, director de cine y creador ecléctico.
INDIANA JONES Y EL TEMPLO MALDITO (1984)
“A ver, no es ni mucho menos una mala película pero, con el paso del tiempo, es la que peor ha envejecido de toda la trilogía.
Tapón, el adorable niño que acompaña a Indi en sus aventuras, es en realidad un cansino de narices.
La peli tiene algunos puntos que, con los ojos de hoy en día, chirrían un poco.
Como aquello de comer sesos de mono o el famoso ademán del arqueólogo, hacer mansplaining a toda señora con la que trataba”.
Álvaro Palazón, crítico de cine y tele en ‘El HuffPost’
EL MAQUINISTA DE LA GENERAL (1926)
“El ritmo de vida actual (donde todo lo precisamos de inmediato) no tiene nada que ver con el ritmo de esta peli.
Que sí, que hay escenas “memorables” (el tren por ahí volando, el tito Keaton sentado en el eje del tren, etc.), pero, entre escena y escena memorable, hay muuuuuuucho tiempo sin que pase nada especialmente memorable, siquiera mínimamente destacable.
Mi nota: un tré”
Roberto García Orenes, fotógrafo premiado y usuario experimentado de FilmAffinity.
TOP GUN: Ídolos del aire (1986)
“Después del revuelo de la taquillera secuela, Top Gun: Maverick (2022) decidí ver la mitiquísima primera parte.
Nunca la había visto por miedo a que fuera lo que aparentaba:
Una peli de tipos duros norteamericanos fascinados por lo guays que son, lo duros que son y los norteamericanos que son.
Y tras verla puedo constatar, a ciencia cierta, que la peli cumplió con cada uno de mis prejuicios. Es más, creo que el film contiene todo lo que me puede irritar dentro y fuera de una película.
No va de nada. O de poca cosa. Unos niñatos que nunca se quitan las gafas de sol, pero que, en cuanto pueden, sí las camisetas, hacen prácticas en una academia que los fuerza a hacer ejercicios que ponen en riesgo sus vidas.
Está grabada en tono de videoclip y está saturada de momentos épicos de videoclip. Puestas de sol constantes, cotizadas motos, chicas guapas, chicos guapos, y piruetas temerarias en caza. Parece que buscan el momento perfecto para que una tipa en topless use un bazuca mientras surfea y ondea la bandera norteamericana a sus espaldas. Para que os hagáis una idea.
Las batallas en caza, gran parte de la película, no se pueden seguir de una manera natural. Todo el rato ves aviones pasando por el cielo a gran velocidad y sus pilotos clamando dentro. Pero no puedes recrear en tu mente lo que está pasando.
He de decir que, después de esto, la secuela me sorprendió. Coge todos estos defectos y les da la vuelta apoyados en unos personajes mucho mejor definidos. Además de la espectacularidad de haber sido grabada sin CGI, todo un reto que hay que agradecer.”
Dimas P.L., escritor y guionista.
LA TRILOGÍA DE AUSTIN POWERS (1997, 1999, 2002)
“Apreciándola con el sesgo actual, esta sátira sobre la figura de James Bond resultaría imposible de hacer. Más incluso que las propias películas de Sean Connery y Roger Moore, que ya lo tienen difícil
Personajes femeninos con nombres como Glandis Mamas o Marifé Lación (Mari para los amigos, felación para los muy amigos) que no pasan de ser objetos de deseo con poca capacidad intelectual e incapaces de resistirse a los `encantos´ del protagonista, obesos mórbidos que caen en todos los tópicos, chistes de penes y pedos que se repiten una y otra vez, enanos haciendo de versiones en miniatura de otras personas…
Estas películas son un vestigio de un tiempo no tan lejano en el que el humor tenía otras normas.
No entro a valorar si mejores o peores, pero sí muy distintas a las de hoy en día.
Mike Myers nunca llegó a cotas tan altas de popularidad desde entonces porque el público cambió, pero él no.
Miguel Ángel Nadal, Ayte. Producción.
EL SEXTO SENTIDO (1999)
“Siempre me ha costado mucho responder a preguntas como `Cuál es tu película favorita´ o `Cuál es la película que más odias´
Necesitaría hacer una tesis elaborando diferentes discursos de distintas películas para hacer una valoración real de lo que pienso.
Por lo tanto, responder a la pregunta de `Qué película ha envejecido peor me parece igual de difícil´.
Y a pesar de tener miles de opciones he elegido la que, a mí parecer, es el fenómeno más interesante.
No creo que las películas envejezcan mal.
Si una película es buena en su estreno, considero que seguirá siendo buena en el futuro, da igual el tiempo que pase. Creo que es nuestra visión la que cambia y que modifica la propia película.
Por eso mi claro ejemplo es El sexto sentido.
Es, sin duda, una gran película, pero siento que cumple la premisa de «envejecer mal». No porque sea una mala película, al contrario, para mí es la obra maestra de M. Night Shyamalan, pero es cierto que creo que esa película es tan buena precisamente por el giro narrativo que tiene.
Visionarla sin saber en absoluto de este giro es increíble.
*Pero quién no sabe, a estas alturas, que Cole ve muertos y que el psicólogo Malcolm Crowe (Bruce Willis) es precisamente uno de esos fantasmas.
**Si te he hecho spoiler lo siento, pero probablemente seas el único que no ha visto o escuchado sobre esta película, así que debes ponerte urgentemente al día.
Sabiendo este giro, toda la película se queda floja, pierde la magia.
Por lo tanto, mi conclusión es que las películas no envejecen mal. La culpa es nuestra, que dejamos de verla con esos ojos que no sabían nada y que simplemente se dejaban llevar por la magia del cine.
