Los 115 minutos de esta coproducción entra Francia, España y Chile se basan sobre los cimientos de esta frase: «Alguien dijo que estamos hechos del mismo material que los sueños, pero yo creo que estamos hechos del mismo material que las películas«.
La Contadora de Películas es la adaptación de la novela homónima del escritor chileno Hernán Rivera, un cuento chileno sobre el poder sanador del cine y sus historias. Una carta de amor al cine cuya historia transcurre en los años 60 en la fascinante atmósfera del desierto de Atacama en Chile, vestida por una fotografía beige y polvorienta. Allí vive la familia de María Margarita (Sara Becker), la menor de 4 hermanos, y su madre María Magnolia (Berenice Bejo), que trata de transmitir a su hija su pasión por el cine.
El único aliciente que tienen los habitantes de la comarca es disfrutar del cine del pueblo, que los domingos proyecta bonitas películas y lo convierten en un día extraordinario. Después de un grave accidente que sufre el padre en las minas de sal, la economía familiar se resiente. No hay dinero para que puedan ir al cine todos los miembros de la familia, así que deciden que la niña, que tiene una gran imaginación y pasión por el cine, asista, ella sola, a la proyección y cuente después la película a la familia.
Al final van llegando más y más vecinos del pueblo para oír las narraciones de María Margarita, que por su talento y el don especial que posee se convierte en la contadora de películas oficial del pueblo, cambiando el destino de su familia. Mientras tanto, el país va cambiando sin vuelta atrás.
Berenice Bejo, Antonio de la Torre, Daniel Brühl, Sara Becker y Alondra Valenzuela lideran el reparto, siendo Sara Becker, la joven actriz y debutante en esta película, la que brilla con luz propia.
A lo largo de la proyección va mezclando la evolución del cine con la del mundo real con un trasfondo político complicado, situaciones personales dramáticas y una reflexión sobre la ilusión ilimitada como una vía de escape de la realidad.
