Por Dimas P.L.
¡Muy buenas, compañeros entusiastas de la música y de los conflictos de pareja! Hoy vamos a adentrarnos en el jugoso mundo de las bandas desgarradas por triángulos amorosos.
Y dejadme deciros, que no es un camino de rosas.
Todos sabemos que estar en una banda es como estar en una gran familia disfuncional. Siempre hay un tipo raro (el batería) y un payaso que siempre intenta robarte el protagonismo (guitarra solista). Pero si a eso le añades un enredo romántico, las cosas pueden pasar de ligeramente incómodas a absolutamente una SHIT.
Imagínatelo:
Estás de gira rural con tu banda, Los Portadores de Satán, malvives en una furgoneta, y tocas en antros de escasa higiene por la posibilidad de dejar un par de cedés para que se vendan en la barra. Al acabar estás agotado. Con lo que parece el conato de un herpes creciendo en la comisura. Sólo quieres meterte bajo la manta menos olorosa de la furgoneta.
Pero entonces te enteras de que el cantante y el bajista se han enamorado perdidamente de la misma persona, y tienes que lidiar para que no se maten por ese pedazo de carne de dieciséis años que, próximamente, acabará denunciando al más enamorado. De repente, la furgoneta se estrecha un poco más y empieza a parecerte una celda hundida en las más bajas simas del infierno.
Esto es sólo un ejemplo de las muchas formas en que los triángulos amorosos pueden causar estragos en tu vida o en tu banda. Y no sólo afectan a los grupos pequeños e imaginarios, como Los Portadores de Satán, sino también a las bandas más importantes de la historia.
Prepárate usitado lector de WAL porque estamos a punto de sumergirnos en el desordenado, dramático y a veces hilarante mundo de las bandas destrozadas por triángulos amorosos.
Aquellas bandas destrozadas por triángulos amorosos
Billy Joel y la mujer de su batería
¿Alguien se acuerda de Attila, la banda de rock progresivo psicodélico de Billy Joel?
Era tan mala que tuvo que pasarse a las baladitas al piano para enmendar el daño realizado al mundo. En la portada de su único disco, Billy y su compi salen vestidos como hunos dentro de lo que parece ser ¿la típica carnicería de la estepa euroasiática?
Pero bueno, el drama no acaba ahí, rodeados de casquería y con cascos del todo a 100, Billy Joel, la mitad de esta catástrofe musical, se vio envuelto en un triángulo amoroso que hundiría a la banda. Más.
Elizabeth Weber, que estaba casada con el batería del grupo, Jon Small, se enamoró perdidamente de Billy.
¿Y qué hizo?
¡Dejó a Jon por Billy!
A favor de Elizabeth hay que decir que Billy todavía no era calvo y contaba con un tupido y masculino mostacho.
Por supuesto la banda se separó ese mismo año en medio de tremenda novela.
Pero aquí está el giro, amigos:
Después de todo ese drama, Billy Joel y Jon Small arreglaron las cosas. Jon incluso dirigió algunos de los videos musicales y conciertos de Billy. Ahora ambos presumen de haber formado parte de Attila, la peor banda con casacas de tela forrada con piel de gato salvaje que haya habido nunca.
Linda Ramone, Joey Ramone y Johnny Ramone
Los Ramones eran un grupo de músicos muy unidos sobre la palestra. Incluso una vez se plantearon confeccionar una chupa de cuero comunal, con no sé cuántas mangas, en la que cupieran todos para salir al escenario.
Pero una vez tenían un pie fuera del escenario, uuufff, eran como una bomba de relojería.
Estaban lejos de la ovación de su público cuando Joey Ramone, el vocalista, y Johnny Ramone, el guitarrista, se enzarzaron en una enorme pelea. Los músicos nunca deberían dejar sus instrumentos, habría menos posibilidades de que se partieran la cara.
¿Cuál fue la causa de la disputa? Una mujer con menos mangas que una chupa para cuatro, pero las suficientes como para dar cabida a dos.
Joey Ramone había estado saliendo con Linda, una mujer que aparentemente era el amor de su vida. Pero Linda tenía otros planes, y dejó a Joey por nada menos que Johnny Ramone. Y no sólo le dejó, sino que se casó con Johnny y adoptó el nombre de Linda Ramone.
Eso tuvo que escocer.
El asunto perjudicó a la banda de la peor manera posible. Después de que el triángulo amoroso saliera a la luz, Joey y Johnny se negaron a hablarse. Incluso eludían sentarse uno cerca del otro en la furgoneta del grupo.
Una amenaza que no parece tan terrible hasta que reparas en lo escueta que suele ser la parte de atrás de una Volkswagen Transporter.
Hijo mío, The Mamas And The Papas ya no nos llevamos tan bien
Oh, The Mamas And The Papas, «Monday Monday», «California Dreamin»…
El núcleo familiar del hippiesmo y de las buenas vibras, la paz de lo floreciente, la suavidad de lo apacible…
¡Pero, JA, pocos sabían lo que en realidad se cocía en casa!
Vamos a ello:
Papa John dejó a su mujer, Sue, por Holly Michelle Gilliam al principio de la carrera de la banda. Él tenía casi 30 años y ella solo 17. Se casó con la adolescente y la incorporó a su grupo vocal, donde llegó a ser conocida como Mama Michelle.
Mientras tanto, en la otra mitad del grupo:
Mama Cass se enamoraba de Papa Denny, pero éste, a su vez, sentía un gran afecto por Mama Michelle, que optó, irresponsablemente, por mantener una relación adúltera con su compañero de banda.
Como es normal, los papás casi se matan y las mamás, bueno, también.
“Oh Monday mornin’ you gave me no warnin’ of what was to be”.
Fuego en casa de los Rolling
Todo comenzó en los años 60 cuando Anita Pallenberg, modelo italiana de 22 años, se topó con los Stones en un concierto cerca de Múnich y se sintió cautivada. Sobra decir que no solo por su música.
Ya que después de conocer a Brian Jones, la cosa se puso bastante caliente. Estrecharon lazos gracias al hachís* y viajaron juntos de gira, llegando incluso a compartir LSD, que, como todo el mundo sabe, es la droga del amor**.
*Mira, como yo con mis amigos del insti.
**Mira, como yo con aquella chica en el concierto de Poncho K. Ojalá lea esto y vuelva. Vuelva a pasarme el número de su camello.
Pero como todo buen triángulo amoroso, faltaba una de sus esquinas. Y es aquí donde entra Keith “Puto amo” Richards, el otro guitarrista de los Stones, que también tenía sus ojos/pene apuntando a Pallenberg.
Y aunque al principio se limitó a ser amigo de la pareja, Richards no tardó en aprovechar la oportunidad, cuando Jones enfermó (por el abuso de las drogas) y pasó una temporada (de cornudo) en el hospital.
La relación entre Richards y Pallenberg se hizo cada vez más sólida desde el momento en el que dejaron a Jones en la enfermería. «Así que Keith y yo seguimos conduciendo y le dejamos allí, y fue entonces cuando tuvimos una relación física»*. Y aunque a Jones no le gustaba la idea, no podía hacer nada al respecto.
*Con relación física se refiere a follar. No a pasarse una pelota medicinal en la clase de aerobic.
Poco después, Jones fue despedido de la banda debido a su problema con las drogas, dejando el campo totalmente libre para Richards.
Un año después, Jones fue encontrado muerto en su piscina por los vicios.
Mientras, Keith y Pallenberg consolidaron una relación que se mantuvo durante casi 15 años y de la cual nacieron dos hijos.
Escarceos amorosos y cocaína en Fleetwood Mac
Sí, Fleetwood Mac no sólo destacó por su sonido suave y relajado, también por los líos de sábanas acartonadas por el amor.
Mick Fleetwood, el batería de la banda, se casó con Jenny Boyd en 1970, quien era una modelo y hermana de Pattie Boyd, la cual tuvo su propio triángulo amoroso con George Harrison y Eric Clapton. Debido a las largas ausencias de su marido, Jenny acabó sintiéndose lo bastante sola e insatisfecha como para tener un affaire con el guitarrista de la banda, Bob Weston.
Mick se enteró del asunto y se puso como una fiera.
Ella le acusó de estar siempre fuera y puesto de cocaína. Él despidió a Weston de la banda, y esperó sentado a que Jenny terminara con la relación extramatrimonial y trabajara en su matrimonio.
Sin embargo, parece que el daño ya estaba hecho, y aunque intentaron hacer que las cosas funcionaran, eventualmente se divorciaron.
Luego volvieron a casarse.
Y luego volvieron a divorciarse.