El 2020 terminó (por fin) y nos deja con sensaciones jamás vividas y una buena cantidad de música que añadir a nuestras estanterías. En el año más extraño de nuestras vidas, se podría decir que la música cumplió el papel al que nos tiene acostumbrados: el de estar ahí en todo momento; en las buenas y en las malas. Es cierto que no sonó apenas en directo, por eso la cogeremos con más ganas cuando todo esto acabe.
Una vez repasados los discos españoles que más nos convencieron al equipo de Wake And Listen el pasado año, hoy compartimos la lista de los discos internacionales imprescindibles de 2020.
Los discos internacionales imprescindibles de 2020
Favoritos de Ray Vegas
Porridge Radio – Every Bad
La banda liderada por Dana Margolin dio en 2020 un paso de gigante en su carrera gracias a Every Bad, disco que presentarán este año en directo en nuestro país. La rabia de Porridge Radio, a veces más contenida y otras más liberada, se siente en cada una de sus once canciones, temas que viajan a través de poderosas guitarras y un espíritu reivindicativo que se muestra poderoso e imparable.
Fontaines D.C. – A Hero’s Death
El post-punk de los irlandeses alcanzó nuevas cotas de epicidad y dramatismo en su segundo disco, publicado tras su explosivo debut en 2019. En A Hero’s Death bailan a la perfección todos los elementos que a priori necesitaría una banda de rock para ser inmensa, propósito en parte logrado gracias a una exquisita producción que le convierte (sin discusión) en uno de los discos más sólidos del pasado año.
Kevin Morby – Sundowner
Sundowner supuso el sexto trabajo del hipercreativo Kevin Morby, que va a ritmo de (casi) disco por año desde su debut en solitario en 2013. La influencia en el álbum de Waxahatchee, cuyo disco también aparece en esta lista, es innegable y le impregna de unos detalles añadidos al ya característico sonido de Morby, a la postre uno de los mejores letristas de la presente generación de músicos americanos.
Más discos imprescindibles de 2020:
- Rolling Blackouts C. F. – Sideways To New Italy
- Adrianne Lenker – Songs
- Bad Bunny – YHLQMDLG
Favoritos de Daniel Santamaría
Neptulian Maximalism – Éons
Si eres un amante de las emociones realmente extremas, acabas de encontrar a tu disco ideal. Los belgas realizan un ejercicio de improvisación hardcore usando elementos del metal más vanguardista, el drone más denso y el jazz más espiritual. El resultado final se va por encima de las dos horas de duración, y entrega momentos realmente épicos. Una prueba de fuego sólo apta para valientes pero que sabe recompensar tu paciencia.
Better Person – Something To Lose
Ha nacido una nueva estrella en Polonia. Adam Byczkowski (actualmente afincado en Alemania) se inspira en artistas como Molly Nilsson o Sean Nicholas Savage para lograr un debut realmente elegante y que desprende clase. Something To Lose mezcla letras en su idioma natal e inglés, alcanzando su clímax en temas como «Hearts On Fire». El polaco ha logrado uno de los debuts más refinados que se recuerdan.
Róisín Murphy – Róisín Machine
Con casi 30 años de trayectoria musical a sus espaldas, uno podría pensar que un nuevo disco de Roísin Murphy sería una continuación de su anterior estilo sin tomar demasiados riesgos, pero esa afirmación nunca puede casar con la artista irlandesa, vanguardista por naturaleza y siempre en la búsqueda de nuevos estímulos. Róisín Machine supone un nuevo volantazo en su estilo, esta vez hacia el revival del nu-disco funky house italiano. Sus canciones larguísimas (alguna se va casi a los 10 minutos) se entienden como una experiencia conjunta que logrará que cierres los ojos y te transportes al mejor de los clubs nocturnos.
Natalia Lafourcade – Un Canto por México Vol. 1
Natalia Lafourcade sigue re-descubriendo las raíces más profundas de la música mexicana. Un Canto por México Vol. 1 es un nuevo por revitalizar los clásicos folklore de su país y ubicarlos en un disco que transmita sensación de conceptual, que parezca que cuenta una historia. De nuevo vuelve a estar acompañada de una orquesta excelente y súper amplia de músicos que acompañan a su dulce voz en todo momento. No en vano ha arrasado en los últimos premios Grammy Latinos.
Waxahatchee – Saint Cloud
Katie Crutchfield lleva ya unos cuantos años en la carretera con su proyecto Waxahatchee, e incluso podríamos considerarla una de las proncipales precursoras de la nueva ola de artistas femeninas indie pop. Una de sus principales características es que nunca permanece anclada, y en cada disco siempre muestra algo nuevo que ofrecer. En esta ocasión parece llevarnos de viaje para descubrir lo mejor de los sonidos americanos. Este álbum es un road trip en caravana por algunos de los principales periodos musicales del país, como el country, americana o el más reciente indie pop. Un viaje para no olvidar.
Yukika – 서울여자 (Soul Lady)
Puede que el k pop sea el género que más público de masas mueva actualmente (es bastante frecuente ver conciertos en estadios con todo vendido desde hace meses), y esto puede desembocar en propuestas algo genéricas a la orden del mercado más mainstream. Sin embargo, a veces este estilo puede ser usado como catalizador para impulsar viejos sonidos algo estancados. La japonesa afincada en Corea del Sur Yukika ha construido un álbum en el que los sonidos del city pop ochentero fluyen en perfecta armonía. Imposible permacer quieto escuchándolo.
Kelly Lee Owens – Inner Song
Ya llamó nuestra atención en el 2017 con un excelente debut de electrónica vanguardista de primer nivel. Y es que la galesa lleva ya unos cuantos años mostrando una gran personalidad en cada una de sus creaciones o proyectos. Un estilo propio que ha ido puliendo poco a poco y que le ha llevado a colaborar con otros grandes de la industria electrónica como Jon Hopkins. Inner Song muestra todos los elementos que ya estaban en aquel debut, pero con una pegada algo mayor. Incluso hay una brutal colaboración con John Cale en «Corner Of My Sky«. Sonará en los principales clubs de electrónica de Europa este verano.
King Gizzard & The Lizard Wizard – K.G.
Con más de una docena de discos en su haber, King Gizzard & The Lizard Wizard ya han tocado prácticamente todas las variantes del rock que existen. Desde la psicodelia al trash metal, pasando por el country o el garage rock, los australianos siguen sonando igual de impactantes que en su primer trabajo. Esta vez parece que le toca el turno al rock progresivo, con temazos como «Automation» o «Intrasport» que logran permanecer en tu mente por mucho tiempo. Si aún no son el grupo de rock de nuestra generación, no sé qué más tienen que hacer para lograrlo.
Run the Jewels – RTJ4
Los de Chicago siguen apostando por un cóctel realmente hardcore de bases electrónicas muy agresivas y hip hop con letras plagadas de crítica política. Si sus anteriores trabajos servían para ilustrar cualquier disturbio, este 4 LP no se queda atrás con temas tan rompedores como «Oh La La» o «Ju$t«. EI-P y Killer Mike te aportarán esa dosis extra de energía que necesitas para acabar el día a tope.
青葉市子 [Ichiko Aoba] – アダンの風 (Adan no kaze)
Tan solo hace falta unos buenos cascos y la predisposición a sentirse relajado para disfrutar al máximo de lo nuevo de Ichiko Aoba. Resulta muy bello y gratificante zambullirse de lleno en los delicados susurros folk con aire new age que ofrece la japonesa. Puede que algunos la comparen con el Sufjan Stevens más reposado, pero su sonido es tan etéreo y mágico que sinceramente no creo que nadie pueda ni siquiera acercarse a él. 50 minutos perfectos para desconectar y limpiar el alma.
Yves Tumor – Heaven to a Tortured Mind
El proyecto de Sean Bowie sigue expandiendo sus horizontes y ganando profundidad. Heaven to a Tortured Mind es un nuevo experimento de vanguardia plagado de oscuridad, y con unas guitarras que tienen mucho que decir. La versatilidad de su propuesta hace que sea fácil imaginarlo en cualquier escenario, desde BBK Live a Sonar. Canciones como «Gospel For a New Century» o «Kerosene» fusionan tal variedad de ritmos que resultan casi imposibles de definir, pero ya se sabe que muchas veces definirse es limitarse, y la creatividad de Sean Bowie no conoce ninguna barrera.
Rina Sawayama – Siwayama
Imagina una mezcla entre los sonidos pop noventeros de la MTV junto a riffs metaleros pesados de grupos como Metallica. ¿Suena realmente loco verdad? Pues algo así hay dentro de Siwayama, uno de los experimentos más excitantes y atrevidos de los últimos años. No es fácil innovar de una forma tan radical en pleno 2020, pero Rina Sawayana logra sorprender a todo el mundo gracias a hitazos como «XS» ,»STFU» o «Comme Des Garçons (Like The Boys)«. Vale la pena escucharlo de principio a fin para no perderse ni un detalle de esta maravillosa locura.
Jessie Ware – What’s Your Pleasure?
En un año en el que las discotecas han tenido que tomarse un descanso, Whats Your Pleasure? consigue hacernos recordar toda la euforia de la pista de baile. Solo es necesario escuchar unos segundos de «Spotlight» o del tema que da nombre al disco para ver que Jessie Ware está muy por encima de todas sus contemporáneas. Una verdadera metralleta de hits muy necesaria en los tiempos que corren.
Phoebe Bridgers – Punisher
2020 ha sido el año de la consagración definitiva de Phoebe Bridgers. Tras un excelente debut en solitario y múltiples colaboraciones a través de Boy Genius o Better Oblivion Community, la estadounidense se ha enfundado su traje de esqueleto y nos ha entregado el álbum más perfecto de su carrera. Composiciones como «Kyoto«, «Chinese Satellite» o «I Know The End» podrían ser perfectamente candidatas a la mejor canción del año, lo que evidencia que la cantautora ha sabido dar con la tecla y llevar su sonido a la perfección. El mejor álbum melancólico del año.
Fiona Apple – Fetch the Bolt Cutters
Fiona Apple lleva muchos años siendo una de las principales voces del art pop, aunque nunca ha sido muy usual ver su nombre en las principales portadas musicales o sobre los escenarios más grandes. Fetch the Bolt Cutters es un acto de justicia que ha conseguido el reconocimiento unánime de toda la crítica y que los más curiosos se acerquen por primera vez al estilo de la estadounidense. Una pieza de arte de principio a fin que logra cohesionar melodías tan dispares como jazz pop o chamber pop a las mil maravillas. El resultado no decae en ningún momento y afirma más que nunca eso de que «muchos discos ganan profundidad con cada escucha«. Dale al play para escuchar lo mejor del 2020.
Favoritos de Jaime Machés
Novo Amor – Cannot Be, Whatsoever
“I’m completely out of things to say about it now.” Así comienza una de las canciones (“Halloween”) del último álbum de Novo Amor y muestra a la perfección nuestra reacción al escuchar el tercer trabajo del artista Ali Lacey. Los sonidos y temas que Lacey presenta en el álbum son excepcionales, y ofrecen consuelo en un año que ha sido de todo menos relajante.
The Strokes – The New Abnormal
Uno de los trabajos más esperados en este 2020. Julian Casablancas & company sorprendieron con un álbum en una línea totalmente distinta de aquella obra maestra como es Is This It pero que mantiene el nivel de esos The Strokes que nos conquistaron allá en 2001. Casi como una declaración explícita de principios desde su nombre, “Not the Same Anymore” refleja que los chicos de Nueva York han decidido cambiar tras dos décadas de actividad.
HAIM – Women In Music Pt. III
Con unos destellos pop que reflejan su fuerte influencia por el grupo Fleetwood Mac, el grupo creado en California en el 2006 presenta su último trabajo en el que Danielle presenta su paso por la ansiedad y la depresión. Aquella voz, que nos enamoró con “Hold You Down” en Father of the Bride (Vampire Weekend) lo hace ahora con canciones como “Hallelujah”.
Mura Masa – Y.C.
El salto cualitativo que ha dado Mura Masa ha sido cuanto menos destacable. El trabajo, que cuenta con colaboraciones de la talla de slowthai o Wolf Alice, ha sido la culminación de una de las mayores promesas en el mundo de la electrónica y que le ha servido para colarse en festivales como el madrileño Paraíso.
Tame Impala – The Slow Rush
Una producción meticulosa y detallista reflejan la madurez musical de Kevin Parker, cuya presencia ya es casi obligatoria como de cabeza de cartel en festivales como Coachella. “Borderline”, “Lost In Yesterday” o “Is It True” te harán bailar al son de un bajo, un sinfín de sintetizadores y al ritmo de las propias palmas de Kevin.