La noche del pasado jueves comenzaba con un concierto muy especial, tanto para nosotros como para Holy Cuervo, que recuperaban para su roster a His Majesty the King tras una temporada de retiro.
Un parón que causó pocos achaques durante el concierto, demostrando que volvían con la intensidad de siempre renovada. Son como nuestros Blood Red Shoes, morenos y con poco que ver en lo musical, el paralelismo se entiende por su capacidad de llenar una sala, la Wurlitzer Ballroom, y hacer mucho ruido, siendo solo un dueto de batería y guitarra. Todo gracias al mamporreo del primero, capaz de “despabilar” a un muerto, y al flequillazo y ganas que comparte la segunda con Joan Jett o Chrissie Hynde.
Si el que sale primero a la arena tiene como reto calentar al público, cumplieron diligentemente y se marcharon dejando truenazos como «Australia«, coreos y una invasión al escenario para echar una manica con «Very Cheap. Very Drunk. Very Fast«, una bomba que animó hasta a las protagonistas de la noche.
Éstas eran Tacocat, cuasi girl band si no fuera por un tío infiltrado que tiene el pelo largo y se deja llevar, con lo que se mantiene la actitud desmelenada de una pijama party adulta, sumándole un plus surfer que da para unas cuantas coreografías veraniegas.
Lo que montaron fue una ola de izquierda infinita, sin mucho parón, solo zigzageo de piernas y brazos sueltos. Habrá quien acuse monotonía, pero cuando uno se mete en los calores del grupo de Seattle gracias al gancho innegable de su vocalista, ve sus virtudes. Si no, siempre se puede obrar la conversión de San Pablo gracias a temas favoritos como Psychedelic Quinceañera, que aún sin las trompetas seguía sonando magnífica.
Y ahí esta otra, complicado de entender de dónde sacan tanto rayo soleado este grupete de dicha ciudad perteneciente al estado de Washington, donde habrá lluvia, y psicópatas, y cosas grungies, pero poca playa agradable. Será por eso lo de “ Lets build a «Bridge to Hawaii”. Es de imaginar que acabaron construyéndolo y lo tienen escondido como los presos, detrás del póster de alguna meretriz.
Crónica y fotos by deTorresValentí.