Crónica y fotografías by Sara Cartas
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Nos encontramos por segunda vez en La Riviera dentro del ciclo de conciertos organizado por Live Nation bajo el nombre de Crew Nation. Este evento, que ya habíamos visitado de la mano de Triángulo de Amor Bizarro, tiene como objetivo ayudar y dar visibilidad a técnicos de sonido, de luces, backliners, etc., —quienes al final y al cabo son los que hacen que un concierto funcione tal y como debe hacerlo—. También ha traído a Madrid, junto con otros como Abre Madrid, algo que muchos pensábamos que no tendríamos hasta dentro de un tiempo: música en directo.
En esta ocasión se trata del gallego Xoel López, que dos semanas antes había estado en IFEMA. Una vez que nos explican cuáles son las reglas a seguir dentro del recinto, el cantante y su banda —en formato reducido— toman el escenario durante la última noche de julio. “Lodo” y el optimismo que emana de ella empieza a sonar. Nos ofrecen un plato fuerte como entrante, lo que significa que el resto estará a la altura. Sin ningún espacio, le sigue una canción del mismo álbum: “Jaguar”.
Nos sorprenden con un setlist adaptado al formato y a las circunstancias, con ciertas variaciones respecto al concierto de IFEMA, por si alguien repetía. Así que llegó una canción más antigua, del primer disco que Xoel publicó bajo su nombre en lugar de Deluxe. “Buenos Aires” nos brindó un viaje a Argentina que transformó la sala en un lugar diferente, con la autenticidad propia de todas sus canciones. Para ir incluso más atrás en el tiempo, llegó una canción de Deluxe, “Rostro de actriz”. Después, como homenaje a la ciudad en la que se encontraba, interpretó “Madrid”, en un día tan caluroso que la letra le hacía justicia: Tal vez fue por tu lluvia ausente / Quizás tu noche encendida.
“Esta canción parece que ha estado en la incubadora. La estrenamos en Abre Madrid y fue muy emocionante porque llevábamos varios meses esperando ese momento. Lo seguimos disfrutando muchísimo porque es muy especial para nosotros y estará dentro del próximo disco, que saldrá en octubre”. Con estas palabras nos presentó “Joana”, que se estreno justo cuando se decretaba el confinamiento. Xoel López dejó la guitarra y el pie de micro de lado para centrarse en una letra que nos transporta a un amor puro que ha sobrevivido a una pandemia.
Continuó con tres canciones de Paramales (2015): “Caracoles”, “A Serea e o Mariñeiro”, la primera de la noche en gallego, y “Por el viejo barrio”. Al terminar, los auriculares del batería dejaron de funcionar, por lo que, improvisando, Xoel decidió irse de guion. Primero comentó que la mitad de la formación era gallega y la otra mitad madrileña, pero que justo Ede, teclista y cantante y quien interpretaría la siguiente canción, era de Carabanchel. Así que entre ellos dos y el público comenzaron a nombrar barrios de Madrid. Ede interpretaría “Quemas” de Deluxe, con una profundidad y pasión en la voz inigualables.
Volvemos al último disco con “Frutos” y su canción más escuchada probablemente, “Tierra”, justo antes de adentrarnos en una versión diferente de “Hombre de ninguna parte”. “Hace 50 años se editó un disco llamado La Fusa y nosotros quisimos hacerle un homenaje. No vamos a hacer ninguna canción de La Fusa, pero vamos a intentar versionar esta canción lo más fusero posible”. La sala se llenó de un ambiente festivo muy necesario en estos tiempos sin perder la distancia de seguridad, pero las palmas, los cánticos y la alegría sustituyeron a los bailes de otros tiempos.
“Esta es otra de las canciones recuperadas para esta gira. Tuvo especial escaso éxito en la gira de entonces”, comentó Xoel, mientras se daba cuenta de lo mucho que le había costado pronunciar “especial escaso éxito”, así que hizo que los músicos y el público lo pronunciaran también al unísono, con no especial escaso éxito esta vez. “Siempre hay un formato distinto para recuperarlas y esta ocasión es maravillosa para ello”, continuó, para presentar así “Sol de Agua” y continuar con “Balas”.
Como dijimos antes, ya nos habían prevenido de que el setlist sería diferente al de IFEMA. Así que los 16 asistentes que levantaron la mano afirmando que estaban repitiendo concierto estaban de enhorabuena. “Esta la echaron de menos el otro día”. Según quién fuera cantando “El amor valiente”, otra de las canciones de Deluxe en la noche, el foco blanco iluminaba su lugar en el escenario. “Esta canción se la queremos dedicar a todos los que faltan, porque somos todos los que estamos, pero no estamos todos los que somos”. Como Alice Wonder, que se encontraba al final de la pista. Cambiaron la letra a “Esta vez fue tu propio miedo / Fue tu propio miedo el que casi me deja ciego”, con los músicos apuntando a Xoel, y el público sin poder evitar aplaudir al ritmo de una de las canciones más icónicas de Deluxe.
Llegamos así al final del concierto. O quizá no. “Tengo una mala y una buena noticia”, nos anuncia Xoel. “La mala es que esta es la última canción y la buena es que no es del todo cierto”, comentario que inundó la sala de risas. Ede y Xoel volvieron a compartir el centro del escenario con “Alma de Oro”, frente a frente, cantándose el uno al otro. El final del concierto estaba cada vez más cerca, y ya llegó el momento del bis.
Cuando volvieron a aparecer y los focos volvieron a encenderse sólo nos quedaban tres canciones más. La primera fue “La Gran Montaña”, de Atlántico (2012). El artista gallego pidió un fuerte aplauso para todos los técnicos y toda la crew y aunque “todo tiene su final y nada dura para siempre”, comenzó a cantar “I Want to Break Free”, para enlazarla con una de sus mejores canciones de despecho: “Todo lo Que Merezcas”, que también provocó una auténtica fiesta en La Riviera, que continuaría con una canción para bailar —en nuestros asientos—, “Tigre de Bengala”. Mientras bailaban, Xoel y los músicos se despedían de una Riviera que había bailado, disfrutado y soñado en unas sillas de plástico que pronto no estarían ahí. Hasta el próximo concierto.