Crónica y fotografías by Sara Cartas
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El campo de fútbol La Vía de Coslada alberga desde el pasado 17 de julio el Festival Ayutthaya, otro de los eventos musicales que se han podido abrir hueco en la Comunidad de Madrid durante este verano. Justo dos días antes de la entrada en vigor de la normativa que obliga a utilizar la mascarilla al aire libre e incluso si se puede mantener la distancia de seguridad, pudimos disfrutar de un formato acústico de Love of Lesbian sólo con Santi Balmes, Julián Saldarriaga y Dani Ferrer en esta nueva normalidad para la industria musical.
Con un público sentado de dos en dos en palés blancos con cojines, con distancia de seguridad y lámparas redondas entre asientos que cambiaban de color según la canción. Así fue como los tres integrantes del grupo catalán salieron al escenario para empezar directamente con “Domingo astromántico”, en lo que sería el comienzo de un repaso por canciones de diferentes discos, las más tranquilas y apenas alguna del último disco. “Es raro empezar con algo tan lento y escuchar los clics de las cámaras”, comentó Julián, “Entendemos que no es vuestra culpa, es vuestro trabajo y nosotros tendríamos que haber comenzado con “Algunas plantas””.
Continuaron con “Música de ascensores”, del mismo disco que la anterior, y “Cuestiones de familia”. Santi nos contó que, aunque él nunca ha sido mucho de abrazos, ahora los echa en falta. Sabe que los años 20 se repetirán y volverá la Belle Époque. Y nosotros sabemos que llevará a Love of Lesbian como banda sonora. Siguió “La niña imantada” y “Si salimos de esta”. Balmes puntualizó que en su momento esta canción era para una persona, pero que ahora es aplicable a toda la humanidad. Esta canción hizo que todos estuviéramos un poco más seguros de que en algún momento esto acabará siendo una época que contarles a nuestros nietos, porque sí saldremos de esta.
Después vino “1999”, una de las canciones más tristes de todo el repertorio de Love of Lesbian. Antes de proseguir con “Las malas lenguas”, Julián pidió perdón por estar “siendo un pesado con afinación de la guitarra”. Nos explicó que había venido en avión, por lo que le tocó colocar la guitarra en la bodega y sufre igual que nuestros oídos. Santi, sin cortarse un pelo, le contestó que la guitarra estaba hipertensa, a lo que siguieron las risas del público. No faltaron los agradecimientos a todo el que estaba allí esa noche. Y tampoco faltó el momento publicidad en el que Balmes comentó sutilmente que podían comprarles merch en la web, incluso aunque el público ya tenga, porque, claro, con la cuarentena todos hemos engordado un poco… y sabe que ya nos toca renovar la talla de la camiseta de El Poeta Halley.
Llegamos a la mitad del setlist y llega el turno de “Me llaman octubre”, canción que se adecúa bastante a este formato acústico del grupo. La siguiente fue una de las pocas que tocaron que forma parte del, hasta dentro de unos meses, su último trabajo, y fue “Los males pasajeros”. Santi nos explicó que cuando repartió la letra de esta canción al resto del grupo, le dijeron que estaba loco porque eran seis hojas de Word, pero no era capaz de deshacerse de nada porque le gustaba todo lo que decía. Por suerte, al final consiguieron que saliera a gusto del cantante. El décimo tema fue “Un día en el parque”. Es una de las canciones más especiales del grupo porque mucha gente lleva tatuado “yo mataré monstruos por ti”, probablemente lo más tatuado de Love of Lesbian sólo por debajo de “Oniria e Insomnia”, que sería la siguiente canción.
“Si las canciones aguantan este formato, es que valen de verdad”, nos dijo Santi, “pero puedo asegurar que el siguiente será un discazo. Creemos que saldrá en noviembre, pero llevamos ya unos discos en los que nos pasa que nos dicen “me gustaban más los de antes, me gustaban más cuando cantaban en inglés”. Y yo me pregunto dónde estaba esa gente cuando cantábamos en inglés. Dadle un respiro si no os gusta —pero es un discazo—. Tenemos muchas ganas de presentarlo, estamos hasta los cojones de cantar temas antiguos, aunque entenderéis que no podemos hacer un spoiler”. A lo que, como era de esperar, alguien del público les grita que quiere un spoiler del disco. Julián le contesta que tiene 12 canciones. “Eso ya es un spoiler, que no sea el que tú querías es otra cosa”, responde entre risas.
Para la siguiente, Santi pidió la colaboración vocal del público: con “Incendios de Nieve” divide al público en dos mitades —que ahora es más fácil que nunca por estar todo el mundo sentado siempre— y a cada lado le corresponde una parte del estribillo. Al decir “tú mira hacia abajo, llevo una banda especial”, se dirigió a Julián Saldarriaga y Dani Ferrer, lo que llevó al inevitable aplauso del público. La penúltima canción antes del bis fue “Belice”. “Nos vamos ya, que somos catalanes y cobramos por canción”, bromeó Santi. Sin embargo, sin venir a cuento, el cantante también nos contó que mientras cantaba “Domingo Astromántico”, él estaba pensando en qué hubiera pasado si cuando Fernando Simón se atragantó con una almendra, hubiera dicho que fue porque tenía un pelo de coño en la boca. Relato al que siguieron las risas de público, que sólo pararon cuando comenzaron a contarnos cuál sería la siguiente canción. Es una de estas que, aunque no quieras, te ponen de buen humor y te suben la autoestima. Santi la dedicó a todos los que tienen cuenta de Tinder pero no les hacen match, a lo que Julián contestó que él no se hace Tinder porque le da miedo que le salga su madre. Aunque Santi, sin perder la oportunidad, respondió que Freud le hubiera dicho que aprovechara. Dedicada a todos los que tienen problemas de autoestima, comenzó “Me Amo”. A esta incluyeron al final una frase que, según Balmes, sería lo que dijo el emérito al volver de Suiza: “Mamá, cómprame unas botas, que las tengo rotas de tanto robar, y que sean de esquiar”.
Ya se acerca el final del concierto, con el bis que se compondría por cuatro canciones más. La primera sería “Club de fans de John Boy”, pero en versión tango. Nos transportaron a Buenos Aires con una versión que sólo tocan en acústico, así que tuvimos la suerte de disfrutar de esta rara avis del grupo. Pasando del cabaret al lagrimón, a pesar de los 35º que seguía haciendo en Coslada a las 23:30, le dedicaron la siguiente canción a alguien que había sido muy especial para la carrera de Love of Lesbian, al menos como compositor y letrista: Antonio Vega. “Lucha de gigantes” se hizo con el escenario, sin que podamos evitar entristecernos un poco, y a la vez sentirnos afortunados por poder escuchar algo tan único en directo.
Los dos últimos temas de la noche también fueron de lagrimón: “Allí donde solíamos gritar” y “Segundo asalto”. Ambas canciones revocan al recuerdo de lo que fue, de lo que quizá podría ser y no será. Lo que estamos seguro de que sí será es que el próximo trabajo de Love of Lesbian será, sin duda alguna, un discazo. Y que ahí estarán ellos y las canciones para hacernos reír, llorar y, durante un rato, vivir de verdad.