Reseña By May Fraser
Los hermanos Brian y Michael D’Addario regresan como The Lemon Twigs para publicar su nuevo trabajo discográfico, A Dream Is All We Know, un conjunto de temas con un sonido sesentero único con el que siguen sorprendiendo a seguidores y críticos musicales.
Este quinto álbum en su discografía contiene 12 temas compuestos, producidos e interpretados por ellos mismos en su home studio de Brookling usando sistemas analógicos como una grabadora de cinta o efectos como una reverberación de muelle o spring reverb.
Publicado el pasado 3 de mayo, previamente se adelantaron 4 temas del disco desde enero hasta abril, uno por cada mes, que anticiparon el sonido y el estilo de este disco que ha puesto de acuerdo a la crítica al considerarlo el mejor de su carrera.
Un disco con lo mejor de los 60
Rodeado por melodías ensoñadoras, letras llenas de positivismo y costumbrismo y lleno de coros melódicos impecablemente construidos y ejecutados, este trabajo sigue la estela de su discografía pasada, con claras influencias de los años sesenta y de bandas como los Beach Boys, los Beatles, Tages y otras bandas de sonido pop con elementos de rock.
Las armonías encapsuladas a lo largo de las canciones marcan un punto de inflexión en su carrera y mantienen ese estilo característico de los hermanos que sigue sorprendiendo, pero también emocionando a fans de ese sonido característico, pero sin llegar a ser considerada copia de o una caricatura sonora de esos sonidos pasados.
Además, han colaborado en la producción con Sean Lennon, que también interpreta el bajo en la canción que co-produce, In The Eyes Of The Girl, en su estudio de Nueva York. Con la publicación de este disco, The Lemon Twigs se embarcan en una gira mundial en la que no se han olvidado de España, con diferentes fechas y paradas en conciertos pequeños y festivales. En Madrid, las entradas se agotaron casi al momento, una clara muestra de las ganas del público español de ver por primera vez en la capital a esta exquisita banda.
Repaso completo a sus canciones
Con unos acordes de guitarra y una pandereta de fondo, este quinto trabajo discográfico comienza con una melodía ensoñadora rodeada de coros en todas las secciones de la canción, de género power pop típico de la banda en el que los tonos agudos que acompañan a una voz principal también en esas tonalidades. Este primer tema, My Golden Years, termina con sonoridades infinitas de ambos hermanos, un comienzo del disco maravilloso con el que deja bien claro el rumbo al que se va a dirigir el resto de temas y, sobre todo, el estilo musical que se ha determinado.
Le sigue The Don’t Know How To Fall In Place, en el que un teclado de fondo con sonido más cercano al clave que al piano acompaña al resto de instrumentos en toda la canción, con un estilo muy de los Kinks de 1966, de Village Green Preservation Society, con unas letras, de nuevo, que evocan sueños y otros temas más comunes de la época, como el amor puro y sentimental. De nuevo, la canción está llena de coros en secciones concretas, que acompañan a la voz principal de Brian, con subidas y bajadas de tono, demostrando que, aunque no es el mejor cantante del género, sí es capaz de modelar su voz a la sensación que transmite la canción, dejándole como un intérprete más que modesto.
Con Church Bells regresan, de nuevo, a esos años 65-66 de Reino Unido, con guitarras muy típicas de los Kinks, los Hollies o Manfred Mann. La letra, muy costumbrista, recuerda a versos escritos por Ray Davies en Face to Face o en Village Green, lo que parece una clara influencia de la banda británica para este disco. Por primera vez en el álbum, es Michael el que pone la voz principal, un cambio notable en el que se escucha una voz más madura, más enfocada al tono y a la canción, en vez de una voz más histriónica de los primeros discos.
A Dream Is All I Know es el tema principal del disco, que comienza con unas notas de teclado que interpreta como lo que parece ser un theremin, a la que se le van uniendo otros acordes de teclado menos tradicionales, pero muy típicos de la década. De nuevo, la melodiosa voz de Brian regresa como principal y destaca en una canción repleta de los coros y vocalizaciones de Michael en secciones concretas. En este caso, la letra es más poética que costumbrista, reforzando esa sensación ensoñadora del disco. Los acordes de guitarra varían la sensación de la canción cuando se intercambian por los de teclado, demostrando la técnica de los hermanos D’Addario con el instrumento, destacando con el pequeño solo del final.
El piano más tradicional da inicio a este tema titulado Sweet Vibration, que no se debe de confundir por Good Vibrations de los Beach Boys. Sigue la misma técnica que en el resto de temas, con armonías vocales en pasajes concretos, a los que añade instrumentos de viento como violines, que contrastan muy bien con ese teclado que no cesa a lo largo de la canción. Los ad libs incluidos están protagonizados por la voz de Brian, pero están increíblemente acompañados por los coros de Michael. Regresa con unas letras más cercanas al costumbrismo que a la poesía, pero, a diferencia del resto de temas, finaliza con un fade out.
Para este tema de título In The Eyes of the Girl, cambian de época musical para adelantarse unos años con unas melodías muy de finales de los 50 y principios de los 60, de estilo doo-wop muy similares a sonidos de Buddy Holly, Paul Anka, Roy Orbison o, incluso, los primeros Beatles del Please Please Me. Con una letra muy típicamente romántica, las voces de los hermanos utilizan una tonalidad más grave que aguda, aunque eso cambia casi al finalizar la canción, que suben de tono para los últimos versos, siendo los coros en un fade out los que finalizan la canción.
Con If You And I Are Not Wise retoman su estilo característico con elementos del pasado ese año 1966, con influencias claras de los últimos Byrds y de los Beach Boys de finales de la década. De nuevo, los versos están repletos de coros que van al unísono con la voz principal, liderada por Brian. La guitarra eléctrica es la que dirige la melodía principal, con notas interpretadas en pequeños solos en vez de acordes.
En How Can I Love Her More?, una trompeta que inicia la melodía de la canción da a entender que será un tema con un estilo a lo Good Day Sunshine de los Beatles del Revolver, pero las dudas se van despejando a medida que suena la canción, adaptando más un estilo estadounidense que británico, en especial con tintes de bandas como los Monkees al escucharse esos cambios de tonos, esos coros e instrumentos como los vientos metal y las cuerdas madera. Además, suenan notas de percusión metálica que son interpretadas por un teclado, pero se acercan más al sonido de un glockenspiel.
Los hermanos D’Addario pasan de una sensación más enérgica del tema anterior a una más melancólica con Ember Days, en la que la melodía es interpretada por la guitarra acústica y en la que la letra acompaña muy bien ese sentimiento de melancolía. Como viene siendo habitual a lo largo de este disco, las armonías vocales y coros acompañan a la voz principal de Brian, y se escucha a lo largo del tema armonías de instrumentos de cuerda como los violines y contrabajos que acompañan muy bien al tono de la voz principal, mucho más serena y estable, sin ningún cambio de tono significativo.
La banda regresa a un sonido mucho más británico con Peppermint Roses, con influencias de los Kinks como en temas anteriores, pero también suenan los Herman’s Hermits con las melodías llevadas a cabo por la voz. El teclado destaca en ciertas secciones concretas, como el estribillo, pero de forma muy concreta, sin llegar a sobresalir en la canción, sino que decora algunos pasajes.
Para I Should’ve Know Right From The Start, adaptan un estilo más folk que pop, con sonidos influenciados por finales de los 60, casi al final de la década y de grupos como Crosby, Stills & Nash y de los de Neil Young en solitario, pero con ese enfoque de la costa oeste estadounidense. La guitarra acústica guía la melodía de la canción, a la que se le une una mandolina interpretada por Brian, y en la armonía los acordes de un teclado más tradicional acompañan a la voz típica del disco del mayor de los hermanos.
Y para finalizar este álbum, le da una vuelta de 180 grados al estilo general del mismo y se enfundan las guitarras eléctricas para interpretar Rock On (Over and Over), tema con influencias claras del glam rock de los 70, con tintes de T-Rex y letras que dejan completamente de lado la prosa y la elegancia para demostrar su lado más crudo y desenfadado. A mitad de canción, suenan unos vientos de metal para darle aún más rollo setentero estilo Sweet, en un ejemplo de que los hermanos D’Addario tienen mucho talento para interpretar el género dentro del rock que más les plazca. Para muestra, un botón llamado A Dream Is All We Know.
Los chicos de The Lemon Twigs se acaban de marcar el que es, hasta este momento, el mejor disco de su carrera, lo que hacen siempre que publican nuevo disco y que hacen que pongan de acuerdo a público y crítica gracias a esa experiencia como intérpretes, músicos y productores. Puede que se superen a cada disco que publiquen y que el siguiente sea de nuevo el mejor disco de su carrera, pero, aunque Everything Harmony y Songs For The General Public, sus álbumes previos, fueron muy buenos, tampoco estaban a la altura de Do Hollywood y Go To School, sus dos primeros trabajos que marcaron el rumbo y el estilo de la banda, ni tampoco a este último, que supera, con creces, todos los anteriores.
Un disco con mucha personalidad que sonará genial en directo
A pesar de que sus influencias son bien claras, han sido capaces de encontrar su propio estilo, sin llegar a construir su carrera a base de ser considerados copias de músicos y bandas del pasado, una misión complicada que han sido capaces de resolver por su propia cuenta y que los fans de estilos pasados acogen con los brazos muy abiertos.
A Dream Is All We Know es un disco estrella, maravilloso y espectacular que debería encontrarse en todas las bibliotecas musicales de melómanos y entendidos, pero también de curiosos y abiertos a todos los géneros, pues los hermanos D’Addario han conseguido crear una selección de canciones con cohesión las unas con las otras y que es difícil considerar a alguna de ellas como sobrante u omisible.
Un disco de 10 que, aunque era difícil, ha conseguido que Brian y Michael se superen a sí mismos, siendo una de las bandas de la actualidad con una discografía prácticamente perfecta que, se espera, dure mucho tiempo más. Además, estos maravillosos temas se podrán disfrutar en directo en Madrid, Barcelona, Bilbao y Zaragoza a finales de mes, donde en Madrid ya han hecho sold out y en donde darán dos conciertos en Barcelona, uno de ellos dentro de la programación del Primavera Sound.
Entradas para la gira de The Lemon Twigs
Esperemos también que la relación entre estos dos hermanos vaya viento en popa durante muchos años más y no caigan en el tópico de las bandas formadas por hermanos como los Kinks, Oasis o la Creedence en las que su odio visceral les hace componer algunas de las mejores canciones de la historia. Por el momento, están rompiendo esa maldición conservando el talento fraternal.
Fechas de los conciertos de The Lemon Twigs