Joachim A. Lang dirige este biopic sobre Joseph Goebbels que nos cuenta los últimos años del mismo como Ministro de Propaganda de Adolf Hitler, desde 1937 hasta su muerte en 1945. Su frase mas recordada, «una mentira repetida mil veces se convierte en verdad«, entra en juego.

La narración se inicia cuando la derrota de Alemania, al final de la Segunda Guerra Mundial, se da por segura y Goebbels se dispone a asesinar a sus seis hijos, unos niños encantadores, para luego suicidarse con su esposa Magda. A partir de este punto se retrocede al pasado en el que el nazismo promete devolver a Alemania el esplendor perdido tras la Primera Guerra Mundial.

Goebbels ocupa el cargo de Ministro para la ilustración pública y la propaganda durante el III Reich. Se presenta como un maestro de la manipulación que fomentó el odio a los extranjeros. Se subraya en el film su narcisismo egocéntrico y su delirante orgullo profesional.

En noviembre del 38 tuvo la idea de explotar el asesinato de un diplomático alemán en Francia de manos de un joven judío, H. Grynszpan, para desencadenar una violenta persecución contra los judíos de Alemania. Diseminando mentiras y generando odio. Conocido por su talento como orador y su profundo antisemitismo, que acabaría dando lugar al genocidio de los judíos, lo que se denominó el Holocausto.

Después de la derrota de Stalingrado, a finales del 44, ya sabía que estaba todo perdido y que los sueños de Hitler se reducirían a cenizas. Entonces planea el acto de propaganda más radical, su última puesta en escena. Decidió, junto a su mujer, que sus seis hijos no vieran la destrucción de Alemania ni crecieran con el estigma de llevar su apellido (el de un criminal de guerra vencido).

Todo lo que se cuenta en el film, que cuenta con un reparto formado por Robert Stadlober, Fritz Karl o Franziska Weisz, está basado en hechos reales y gran parte de los diálogos están tomados de discursos reales de Hitler y Goebbels. Nos presentan imágenes autenticas de la liturgia nazi, también imágenes macabras de los montones de cadáveres en los campos de exterminio.

El director nos muestra el terrorífico y fascinante punto de vista de los perpetradores y nos revela sus secretos de manipulación, demagogia y desinformación que nos ayudan a entender el populismo extremista de nuestros días.

La película es escalofriante, pero logra el propósito de hacernos ver cómo lo imposible fue posible, que existe el mal y todos somos capaces de cometerlo. Parece que el film refleja la actualidad mostrándonos un retrato del padre de las fake news y una advertencia: «Ocurrió y puede volver a ocurrir«.

La película ya acaba de estrenarse en cines.

 

Tráiler de El Ministro de Propaganda