Crónica | Mad Cool 2024, el camino a seguir

Siempre hay algo de incertidumbre al afrontar una nueva edición del Mad Cool, surgen sentimientos encontrados en los que tu cabeza se muestra feliz por el fenomenal cartel que está a punto de experimentar, mientras que te reprocha el volver al festival agobiante que recuerda haber vivido en ocasiones anteriores. Pues bien, tras haber vivido nonstop las cuatro jornadas del Mad Cool 2024, ya podemos afirmar que ha sido sin lugar a dudas la mejor de sus siete ediciones. Al menos en cuanto a comodidad, recinto y aforo se refiere. Las esperas han sido mínimas y la fluidez con la que todo pasaba ha sido digna de alabanza.

Como podemos dedicarle infinitas líneas a lo vivido, nos centraremos en 4 puntos clave que nos servirán para medir más en detalle el rendimiento del festival. Allá vamos.

Los conciertos

Una vez asentados en el recinto vamos a lo importante: los conciertos, la música. 6 escenarios recibían a los asistentes: 2 principales (Mad Cool y Region of Madrid), el escenario Orange, que recibió a artistas enormes a pesar de no ser principal, The Loop Iberdrola (dedicado a la electrónica) y dos escenarios cubiertos (Mahou Cinco Estrellas y Mahou 0,0 Tostada (dedicados principalmente a emergentes).

En la primera jornada destacaron con fuerza The Smashing Pumpkins, cuyo concierto fue uno de los mejores del festival gracias al estado de forma de Billy Corgan, que se mostró muy cómodo en el escenario y ofreció a nivel vocal una actuación magnífica. Los 90 se apoderaron del escenario 2 por un momento, llevando al público a otro nivel en canciones como ‘Today‘, ‘Bullet With Butterfly Wings‘ o ‘Tonight, Tonight‘. Antes Dua Lipa había comenzado la fiesta con un setlist muy bailable a la hora del atardecer en el que no faltaron ‘Houdini‘, ‘Love Again‘ o incluso una versión de Elton John, ‘Cold Heart‘. Otros de los nombres propios del miércoles fueron los de Janelle Monáe, Tom Odell (que subió a Aitana al escenario para colaborar en una canción) y Garbage.

La segunda jornada tuvo un protagonista principal: Pearl Jam. Había ganas de ver a Eddie Vedder y los suyos en acción, que llegaban después de su doble fecha en Barcelona. Con la mirada del ministro Óscar Puente desde la zona VIP, la banda de Seattle encendió el escenario principal con un setlist de dos horas de duración, incluyendo clásicos como ‘Yellow Ledbetter‘, ‘Black‘ o ‘Rockin’ in The Free World‘, con la que aprovecharon para dedicar unas palabras de cariño a Miguel Ríos y Javier Bardem. Antes de su triunfo y junto al delicado concierto de Michael Kiwanuka se desarrollaron tres victorias en otros escenarios, las de Keane, Mando Diao y Russian Red, tridente que conserva la magia desde hace casi dos décadas de trayectoria.

El tercer día era el día de las guitarras, el de Sum 41, Måneskin, Black Pumas, Tom Morello o The Breeders, además de Unknown Mortal Orchestra o Alvvays. Estos dos últimos abrieron la jornada a eso de las 19h, cuando la solana era importante. A Molly Rankin, cantante de Alvvays, no se le veía muy contenta, no sabemos si por el calor que derretía el escenario o por la temprana hora a la que les habían programado. En todo caso defendieron su concierto con sus resplandecientes canciones. Black Pumas y Tom Morello coincidían más tarde en el tiempo, siendo el de Morello el que contuvo más momentos para recordar: tocando junto a su hijo enfundado en la camiseta de Lamine Yamal y ofreciendo ‘Killing In The Name‘ a un enfervorecido público. Sin tiempo para digerir la cena comenzó el concierto de Sum 41, uno de los últimos de su carrera antes de volver a Madrid y Barcelona en noviembre. Fue EL CONCIERTO de la jornada, donde sonaron algunos de los hits más sonados del punk-rock americano de principios de los 2000. Un Deryck Whibley inmenso comandó a su banda para ofrecer un setlist redondo y lleno de intensidad, intensidad que continuó con el directo de Måneskin, que también supieron conquistar al público de Madrid con dosis de rock más actuales. Eso sí, versionaron por partida doble ‘I Wanna Be Your Dog‘, de The Stooges, demostrando que los clásicos nunca mueren.

Y llegamos al último día, a la cuarta jornada, la más multitudinaria del festival, recordando por (pocos) momentos a la masiva edición anterior. El concierto de Avril Lavigne comenzaba antes de caer el sol y congregaba a miles de personas para cantar a coro sus canciones más celebradas, las que le convirtieron en una de las estrellas de la música más importante a principios de los 2000. Antes Arlo Parks y su carismática voz había enamorado a los asistentes más tempraneros. Tras Lavigne llegarían dos de los momentos más esperados de la jornada, el primero de ellos fue el de Bring Me The Horizon, que comenzaron con casi media hora de retraso debido a un problema con las pantallas del escenario 2, dificultad técnica que les hizo acortar en 5 canciones su setlist. Fue un directo con la fuerza y potencia esperadas, aunque el retraso hizo que el resultado fuera algo agridulce. El segundo momento esperado fue el concierto de The Killers, el a la postre mejor directo del Mad Cool 2024 debido a varias razones: el perfecto repertorio que recogió todos los éxitos de la banda de Las Vegas, la energía del público (incluida subida al escenario de un fan en ‘For Reasons Unkown’ para tocar la batería) y el espectacular estado de forma de Brandon Flowers, que en modo predicador y con su voz intacta guió a su público como quiso. Su concierto precedía al cierre del festival por parte de The Kooks, otra de las bandas presentes más importantes de aquel extinto indie-rock. Luke Pritchard es otro que no envejece y el mix de canciones nuevas y temas de su primer y segundo disco fue la culminación ideal a cuatro días de festival.

Nuestro top de conciertos de Mad Cool 2024 fue el siguiente:

The Killers
The Smashing Pumpkins
Sum 41
Pearl Jam
Dua Lipa

El recinto

Llegar al Iberdrola Music Experience puede ser algo tedioso dependiendo del lugar de la ciudad desde donde acudas. La llegada a pie desde la estación de cercanías o metro continúa teniendo una duración aproximada de 15/20 minutos, pero se ha mejorado el acceso y punto de llegada de los VTC/Taxi. Este año no fue tan traumática la entrada y salida al recinto, de hecho el momento de recogida de pulsera y acceso al control de seguridad se realizó con bastante rapidez.

Una vez en el recinto te encontrabas con diferentes impactos antes de llegar a los escenarios y pronto te dabas cuenta que se había cumplido con las prometidas mejoras respecto a ediciones anteriores. La reducción de aforo era evidente, permitiendo moverse con facilidad entre escenarios. Se notó también el aumento en el número de barras y la mejora en los baños, eliminando el baño central que tanto dio que hablar (para mal) el año pasado, aumentando su frecuencia de limpieza y provistos en todo momento de (importante) papel. Esta vez se notó más cariño en todos los aspectos, incluyendo los puntos de agua potable y la ampliación de la zona de restauración.

Un aspecto a mejorar para futuras ediciones es el relativo a las pocas sombras con las que cuenta el recinto, algo muy importante en un Madrid que a mediados de julio suele arder. A excepción de este punto, se puede afirmar que la experiencia del asistente ha mejorado notablemente en 2024.

El sonido

Se apreció una mejora sustancial del sonido en los conciertos grandes, especialmente en el escenario 2 y en el 3. En el escenario principal las sensaciones variaron dependiendo de tu ubicación en el público. Hubo voces que afirmaron que en la parte trasera no se oía lo suficientemente nítido, algo que también ocurría en los laterales. De todas formas la tónica general con el sonido de los conciertos fue positiva.

Un matiz donde hay margen de mejora es cuando se solapaban conciertos en el escenario 1 y el 3. En ese momento, como sucedió en los directos de Tom Morello y Black Pumas, el sonido de ambos escenarios llegaba al otro, desmejorando la experiencia del oyente. Una acústica más cerrada o intercambiar la ubicación del escenario 1 por el 2 ayudaría a solventarlo.

La experiencia

Mad Cool es más que música y eso quiere decir que decenas de marcas te impactarán de alguna u otra forma durante tu vista al recinto. Este año se notó un incremento de acciones paralelas a través de marcas como McDonalds, Ouigo, El Corte Inglés o Cantabria Labs, responsables de nuestra acción favorita y también la más útil, consistente en dar crema de sol a los asistentes en diferentes puntos del recinto, además de en su stand.

En resumen, la música reinó, el sonido fue óptimo y la fluidez a la hora de pedir en barra fue el colofón final a la buena experiencia. Además, el buen tiempo respetó al Mad Cool y el sol brilló las 4 jornadas.