Como ya veníamos anunciando, el pasado viernes 27 de abril el trío madrileño Betamotion nos presentó su largo Believe Me, This Is Music en la Sala Moby Dick, donde hubo gran afluencia de público.
Hemos de ser honestos: nos pillaron desprevenidos, nos dieron de lleno y quedamos enormemente sorprendidos. Íbamos con la intención de ver un concierto pop-rock, y vimos mucho más que eso: degustamos rock, mucho soul, a veces funky e incluso psicodelia. Una mezcla explosiva solo apta en las tablas para auténticos profesionales con un gran talento que saben darle un auténtico valor añadido a cada nota que emiten.
Comenzaron con una magnífica puesta en escena que captó de inmediato la atención de sus seguidores con una misteriosa performance perfectamente ejecutada por tres bailarines que hizo subir de inmediato la temperatura ambiente.
Se notaban horas de trabajo detrás del espectáculo que nos ofrecieron, cuidando hasta el más mínimo detalle; no solo los musicales, sino también los visuales. La música se percibe a través del oído, muchas veces es táctil, pero en este caso también se recibía a través de los ojos.
Nos deleitaron con un sabroso ágape musical pasando por temas como «All That i Want«, donde debemos destacar un final apoteósico marcado por un gran solo de la guitarra que sonó de forma exquisita a lo largo de todo el directo.
Debemos hacer mención igualmente a la increíble voz del cantante que, en algunos momentos, le puso los pelos de punta a un servidor, llegando a octavas de un rango musical que podríamos asimilar al de nuestro querido y admirado Jeff Buckley.
No nos olvidamos tampoco del batería que, con una sonrisa permanente en su cara y disfrutando del momento, supo manejar de forma impecable el ritmo de la noche llevándonos a temas como «Sue«, la interesante historia de una chica que lo tenía todo y, aún así, no era feliz. Destacamos la perfecta y complicada sincronización entre la ejecución musical de esta canción y la historia que nos contaban a través de las proyecciones.
Había que estar muy atentos en cada segundo porque se hacían guiños continuos a la historia musical. Juraría haber escuchado un estribillo de Eleanor Rigby (The Beatles) perfectamente integrado en algún momento del concierto.
Tocaron igualmente el esperado hit «Take It While You Can» que hizo bailar a todo el público: ¡seguro que aprendieron con su divertido videoclip!
A lo largo de la noche, también hubo momento para versiones que se encuentran igualmente incluidas en su nuevo álbum, como un muy funky-rock “Light my fire” de los Doors con otro espectacular solo de guitarra, o una personalísima e intrigante versión del “Wonderwall” de Oasis. ¿Será una premonición relacionada con los extraños tweets de Liam Gallagher de la semana pasada? Nos gustaría pensar que sí.
El concierto terminó con una entretenidísima propina marcada por una cover del «Heart of Glass» de Blondie. Todo un éxito con el que finalizó un maravilloso espectáculo que esperamos volver a ver pronto.
By César García y María Cuerva