Por Dimas P.L.

Si hay algo que da más asco que las marcas y el consumismo al que evocan, son las estrellas endiosadas del panorama musical.

Y es que puedes haber quemado el Lemonade de Beyoncé* en tu reproductor, pero quizá no aguantarías ni un café con ella antes de querer abofetearla por sus maneras de diva, digna e insoportable.

*Hemos elegido a Beyoncé por su reciente polémica con su reaparición para un show privado en Dubai. Se ha embolsado 280.000 dólares por minuto en una tierra non grata para los derechos de algunos de sus fans.

¿Y qué pasa cuando juntamos a marcas sin principios con ídolos de pies de barro?

Pues que tenemos unas controversias de lo más amarillista y telecinquesca.

Hoy, en W.A.L, hablaremos de músicos insufribles que han sido abandonados por las grandes firmas que representaban solo por el hecho de, eso, ser insufribles.

 

Cantantes insufribles que han sido abandonados por las grandes firmas

 

Marilyn Manson

M.M. ha sido objeto de acusaciones de abusos por parte de varias mujeres y en particular de su ex novia, Evan Rachel Wood, a la que lleva puteando prácticamente desde la adolescencia.

Como resultado, Brian Warner* fue expulsado del reparto de la serie «Creepshow», de CAA, la agencia de talentos, y de Loma Vista Recordings, que anunció que dejaba de trabajar con él.

La senadora del estado de California instó en su momento al FBI para que iniciara una investigación sobre Manson. Y tras tanto revuelo, el mismo Manson tuvo que hacer aparición y redactar su propio post en Instagram, dejando claro a sus seguidores que las acusaciones eran falsas.

*Síp, es el verdadero nombre de Marilyn Manson.

**Pese a que nos flipe We are chaos y Smells like children, siempre sales en nuestras listas más chungas,  así que este es un mensaje para ti, Marilyn, que te sirva de intervención amistosa:

Píntate la cara como un monstruo, pero no lo seas.

 

Chris Brown

¿Recuerdas aquel maravilloso tiempo en el que Chris Brown solo era un rompecorazones adolescente sin ningún escándalo que opacara su presente ni su porvenir?

¿No? Yo tampoco.

Hace mucho que Chris camina sobre los aluviales de mierda que le han caído.

Y es que en 2009, después de que su entonces churri, Rihanna, fuera hospitalizada por lesiones de las que Brown era responsable, Chris fue acusado y declarado culpable de agresiones y amenazas.

¿Después? Bueno, perdió la oportunidad de hacerse de oro con el cotizado anuncio del Milk Mustache en la campaña Body by Milk y se fue al traste el contrato de patrocinio con The Wrigley Company. Y es que el éxito de Brown, «Forever», se había utilizado como canción oficial del chicle Doublemint de Wrigley en los anuncios.

Como la zurraspa más pegajosa, los problemas legales de Brown continuaron. Fue detenido por agresión de nuevo en 2013 y más tarde ingresó en un centro de rehabilitación. Hubo un incidente con otra de sus churris en 2017 que llevó a una orden de alejamiento, y en 2019, fue arrestado, en Francia, tras acusaciones de violación. Aunque fue liberado sin cargos*.

*Tranqui, no va a pasar contigo lo mismo, Dani Alves.

 

Madonna

1989, Madonna lanza el polémico videoclip de «Like a Prayer». Estigmas en sus manos, matrimonio interracial, cruces en llamas, sexualidad manifiesta… Para entonces, Madonna ya era una superestrella y el vídeo escandalizó al mundo, incluso al Vaticano, que la condenó como bien saben hacer.

Pero no estamos aquí por eso exactamente.

Para qué engañarnos, poner a patalear al Vaticano siempre mola.

El verdadero escándalo que nos interesa fue su colaboración con Pepsi. 

La compañía había dado a Madonna más de 5 millones de dólares por un acuerdo que incluía Like a Prayer como hit de su próxima campaña. 

Aunque finalmente Like a Prayer no se utilizó por la controversia del videoclip, la estrecha asociación entre la canción y la marca provocó boicots contra Pepsi.

Animados grupos religiosos pusieron el grito en el cielo y comentaron en misa que nada de consumir Pepsi, la CocaCola del diablo.

Esta furia desmedida duró hasta que la compañía de refrescos retiró el anuncio después de que se emitiera sólo dos veces.

Por supuesto se distanciaron de la herética Madonna.

En 2017, Madonna recordaba esta efeméride en sus redes a colación de que Pepsi estaba envuelta en otra controversia por el estilo. Lo hacía sosteniendo una lata de Coca-Cola en la mano.

 

Lil Wayne

Lil Wayne se metió en un buen lío tras su “verso” en el remix de “Karate Chop”. En él, el rapero hacía un comentario bastante grosero/sexual/sin filtro, usando como metáfora la paliza propinada en 1955 a Emmett Till.

¿No conoces la historia de Emmett Till porque no eres de la pantanosa cuenca del Misisipi?

Tranqui, te lo contamos.

Voz de anciano vecino misisipiano:

“Durante un viaje a Mississippi, se dice que Till, que era negro*, silbó a una mujer blanca, lo que provocó que otros lo atacaran salvajemente y arrojaran su cadáver al río. Los hombres blancos acusados fueron absueltos, pero la muerte de Till unió al pueblo misisipiano e impulsó el apoyo a los derechos civiles. Till se convirtió así en un mártir del movimiento antiracista.”

*Dato importante para entender el conflicto racial.

Pues una buena mañana un representante de la familia de Till pegó un telefonazo al grupo de gestión de Lil Wayne, y Epic Records, responsable el remix, presentó una disculpa y cambió la letra del tema.

Lil Wayne, por supuesto, redactó una disculpa a la familia y rindió homenaje a Till como pudo. A la familia Till, sin embargo, la disculpa no le parecía lo suficiente sentida y real, así que las marcas de refrescos Mountain Dew y Pepsi pasaron de seguir haciendo negocios con él.

 

Morrissey

Vamos a pasar por alto que el cantante de The Smiths declaró, en 2010, que los chinos eran una «subespecie».

Y vamos a ir directamente a 2018, donde dijo que el alcalde de Londres, Sadiq Khan, de ascendencia pakistaní, nunca podría hablar inglés correctamente.

La polémica se intensificó durante una aparición en 2019 en el programa de Jimmy Fallon, cuando, Morri, llevó un pin con un símbolo del partido político de extrema derecha For Britain. El cantante confirmó su apoyo al partido y dijo que las acusaciones de racismo contra él no tenían fundamento ya que, según creía, la palabra «racista» había perdido toda la fuerza que tuvo antaño.

Así que no es difícil preguntarse por qué ha sido apartado de su sello discográfico, BMG.

Morrissey no se lo ha tomado bien.

 

Travis Scott

Joder, ¿pero quién es este Travis Scott?

¿El típico capullo acusado por su vecinos de organizar fiestas desmedidas en su apartamento en el Upper West Side?

Casi. Scott es uno de esos músicos moernos a los que le va dar vidilla a sus conciertos con excentricidades random. Ya en 2015, el tipo animaba a sus seguidores a trepar las barreras en Lollapalooza, ¡aun siendo acusado con anterioridad de conducta imprudente!

Y la misma sensación de caos se vivió en el Festival de Música Astroworld de 2021 en Houston, Texas por su culpa. 10 personas muertas a causa de una multitud insoportablemente densa y un Travis Scott que alentaba a comportamientos peligrosos en su concierto.

Es cierto que Scott no fue el único idiota culpable, pero sí el único espabilado que continuó con su show a pesar de columbrar una ambulancia, alarmista, atravesando la muchedumbre.

Una petición en Change.org recogió 60,000 firmas pidiendo la expulsión de Scott de los conciertos de Goldenvoice, que patrocina Coachella.

Lo consiguieron.

 

Kanye West

Todo empezó con una simple camiseta en la que rezaba:

“White Lives Matter”

Un lema que había sido vinculado a grupos supremacistas blancos. Una única prenda que desató una tormenta de polémicas a principios de octubre de 2022. Alguien había visto a Kanye West, vistiéndola.

Y esto es solo el principio, la situación fue a peor, ya que West hizo una serie de afirmaciones descerebradas. Como cuando acusó al pobre director general de LVMH, Bernard Arnault, de matar a un diseñador de moda o cuando decidió que estaba bien promover teorías conspirativas antisemitas…

La primera estupidez le costó serias restricciones en su cuenta de Instagram, la segunda, la suspensión de su cuenta de Twitter.

Decidido a difundir su mensaje de odio y paranoia, West emprendió su particular Gira del Subnormal Bocachancla, apareciendo en varios programas de televisión para vomitar información falsa sobre el pueblo judío.

Ya casi no tenía redes sociales que lo censuraran, así que empezó a perder a sus socios comerciales más importantes y rentables: Adidas, The Gap, la productora de Hollywood MRC… Y, por supuesto, fue despedido por la agencia de talentos CAA.

Así que… ¿qué hemos aprendido de Kanye West?

A no odiar.

O al menos a no odiar en la televisión pública.