Vivir en una ciudad pequeña tiene sus ventajas a la hora de formar un grupo: conoces a todo el mundo, solo hay dos bares de micro abierto y una escuela de música donde reunirse, y los amigos con los que alquilas un local pertenecen a la charanga de tu pueblo. Para cuando te subes a un escenario por primera vez, lo haces rodeada de gente que estaba ahí incluso antes de que supieras qué era un acorde.
La cosa cambia cuando te mudas a una ciudad grande y a un barrio que triplica la población del lugar del que vienes. No conoces ni a tu vecino, y miras con nostalgia a las bandas en las fiestas de La Paloma o San Isidro, deseando tocar con ellos. Si eres una provinciana emigrante como yo, probablemente tu primer paso para conocer a gente haya sido tirar del Tinder de los músicos: Vampr, pero al igual de las apps de citas, la mayor parte de estos encuentros resultan un fracaso absoluto. El compromiso es casi un animal mitológico y ya sea por distancia, tiempo o simplemente esa falta de chispa a la hora de tocar, y muchas veces las quedadas y los ensayos se acaban antes de tener algo que pueda llamarse “canción”.
No desesperes. Los inicios en la música en Madrid son difíciles, sobre todo a la hora de conocer músicos, abrirse hueco y subirse a un escenario. Sí, hay muchas oportunidades, pero, a veces necesitas una mano que te ayude a encontrarlas. No te voy a dar las claves del éxito, pero sí algunos consejos de dónde puedes buscar y quizá encontrar tu sitio.
Si eres alguien que está empezando o simplemente buscas lugares en los que tocar, apunta bien estos:
Las Mejores Sesiones de Micro Abierto en Madrid
LUNES
Calvario bar (C. del Calvario, 16, Lavapiés) @Calvariobar
Odiaba los lunes hasta que entré en este sitio de casualidad. De hecho, es fácil pasarlo por alto si no lo estás buscando, ya que pasa completamente desapercibido. Es probable que, por tratarse de un espacio reducido, sea más atractivo para cantautores que para bandas, pero era obligatorio ponerlo por el propio encanto del sitio. La compañía es insuperable, tanto la de los camareros como la del público, es igual que estar en familia. Vas a querer volver, aunque sea para asistir a sus conciertos mientras te tomas algo. Un must de Lavapiés.
Confieso una cosa, realmente solo he estado en Libertad 8 en presentaciones de libros y el escenario es demasiado pequeño para más de dos personas (por algo lo llaman “la cuna de los cantautores”), pero es un lugar que debes visitar sí o sí, sobre todo si tienes cierta tendencia a la nostalgia. En el ambiente se respira un aroma añejo que lo cubre todo: desde el mítico piano hasta la barra.
MIÉRCOLES
Las noches de los miércoles son de micro abierto. Es quizás el día en el que más sitios hacen este tipo de actividades. Después te pondré un par más en lista, pero primero te cuento en los que sí que he estado:
Sala Búho Real (C. de Regueros, 5, entre Chueca y Malasaña) @salabuhorealbar
Quizá la Sala Búho Real sea el local más conocido de todos los que voy a mencionar. Llevan abiertos desde los 80 y, si a eso le sumamos que todos los días tienen conciertos, son muchos los artistas que han pasado por su pequeño escenario. El estilo de música en directo es pop, rock e indie en su mayoría. No es solo un lugar muy acogedor para socializar, sino uno de los mejores sitios para escuchar música en directo de Madrid. Al ser tan popular vas a tener que ser puntual si quieres catar escenario.
Sus pinchos de tortilla están tremendos y entran genial con la música y la cerveza. No se puede pedir más.
La Horizontal (C. de Eduardo Requenas, 10, Vallecas) @la_horizontal
La horizontal es la asociación cultural de Vallecas. A parte de talleres, cursos y actividades conjuntas entre vecinos, los miércoles tienen noche de micro abierto para todo el que quiera apuntarse. No es necesario que vivas en el barrio ni que seas de la asociación para participar, aquí lo importante son las ganas. El escenario es más grande que en muchos otros sitios (si eres batería y has llegado hasta este punto, ahora es tu momento) y entran todo tipo de personas: aquí he llegado a escuchar electro punk, rap, techno reggae y smooth jazz en una misma sesión.
En pleno centro de Madrid y de la efervescencia cultural está El Conejo Blanco. Es un lugar pequeño pero peleón. Sus paredes con garabatos e instrumentos crean un ambiente único que llama la atención nada más entrar. Los micros abiertos para los músicos son los miércoles y para los monologuistas los jueves. Quizá te interesen los dos, ya sea para participar o formar parte de un público con muy buen rollo.
Por cierto, las DJ sessions de los findes son canelita en rama.
Otros locales con micro abierto los miércoles: Dejavu la fidula (La latina) y El jam del dinosaurio (Antón Martin).
Bar activista queer de Lavapiés donde no hay cabida para prejuicios. Las sesiones de micro abierto están super bien organizadas y, en general, el buen ambiente que hay va a hacer que te liberes de esos posibles nervios que todos tenemos justo antes de tocar con público. Organizan todo tipo de actividades culturales, como exposiciones y eventos teatrales que no te vas a querer perder.
La Tabacalera de Lavapiés es probablemente de mis sitios favoritos y en el que más tiempo he pasado de todos los de la lista. La Tabacalera —por si hay algún paisano que no la termine de ubicarla— es un centro social y espacio cultural. Al igual que La Horizontal, está pensada por y para los vecinos del barrio, de hecho, gracias a ellos las actividades que allí se realizan son posibles. Aquí no va a haber problemas de espacio: el edificio es inmenso y, aunque la acústica no sea la ideal, vas a poder moverte sin preocuparte de darle al guitarrista con el mástil de tu bajo. Es un sitio en el que vas a conocer a gente con facilidad, porque la mayor parte de los asistentes tienen el mismo objetivo que tú: encontrar a un compañero con el que tocar.
DOMINGO
El MoNo Bikers and Beer Bar (C. de La Cava Alta, 19, La Latina) @el_bar_del_mono
¿Bar de moteros? ¡Bar de moteros! Mejor: bar de moteros y con muchos tipos de cerveza artesana. Lo sé, tú has venido aquí a buscar a tu gente y tocar unos temas, pero ya solo con eso te lo ponen fácil para que te quedes. El local tiene ese rollito canallita rockero que a más de uno le gustará. También hacen jams de poesía: porque se puede ser duro y tiernito al mismo tiempo.
