El rayo más famoso de la historia de la música ha llegado a Madrid para participar junto a otras imágenes icónicas en la exposición Bowie Taken by Duffy, una muestra que reúne los trabajos en conjunto del músico David Bowie y el fotógrafo Brian Duffy que podrá visitarse en el Colegio Oficial de Arquitectos hasta el 25 de junio.
Coincidiendo con el 50 aniversario de la publicación del álbum Aladdin Sane, se exponen alrededor de 150 objetos pertenecientes al fotógrafo Duffy, entre los que se encuentran fotografías, bocetos, cámaras y vídeos con testimonios y entrevistas de compañeros, amigos, socios y otras personas clave de la época relacionadas con ambos artistas.
La relación entre Duffy y Bowie comenzó en la década de los 70, después de que Bowie crease su alter ego Ziggy Stardust. Días antes de que el músico actuase en el programa Top of The Pops e interpretase Starman, su manager, Tony Defries, les puso en contacto para colaborar en el nuevo disco de Bowie. Duffy, que ya era un fotógrafo de renombre desde el Londres de los años 60, encajó perfectamente con el músico gracias a su irreverente personalidad.
5 fueron las sesiones en las que ambos colaboraron, desde 1972 hasta 1980, y que Bowie Taken by Duffy muestra de forma cronológica, ordenada e individual. La sesión de Ziggy Stardust, las portadas de los álbumes Aladdin Sane, Lodger, Thin White Duke y Scary Monsters, además de fotografías de la película The Man Who Fell To Earth protagonizada por el músico se muestran en un espacio que traslada al espectador al glamour musical los años 70.
A pesar de estar repleto de obras icónicas, no hay ninguna que se lleve el protagonismo absoluto como lo hace la portada de Aladdin Sane. Un David Bowie en medio plano, con su mullet rojo, los ojos cerrados, sin camiseta y con un fondo blanco se ha convertido en historia de la fotografía y de la música gracias a un simple pero poderoso elemento: el rayo azul y rojo pintado que le atraviesa la cara. Todo un detalle que ha sido reinterpretado, simbolizado y copiado hasta la saciedad y con el que se ha convertido en la representación principal tanto del artista como del fotógrafo.
Para Lodger, se han expuesto diversas fotografías que muestran el proceso creativo de la portada. Una representación de un accidente del músico en un baño, con la cara deformada gracias a unos hilos colocados en diferentes zonas, la mano vendad por una quemadura y tomada desde una Polaroid conforman el resultado final de este álbum publicado en 1979 y que incluye el famosísimo Boys Keep Swinging.
Para Thin White Duke, Duffy fotografió a un Bowie en el desierto de White Sands, vestido con traje y sombrero y moviendo únicamente su mano, y para Scary Monsters (And Super Creeps), le capturó vestido de payaso de Pierrot, maquillado en exceso y fumando para conseguir esa portada que sería la última colaboración de ambos artistas, en 1980.
Para todas sus colaboraciones a lo largo de la exposición se han incluido los bocetos, las diferentes tomas, los descartes, la variedad de portadas según el formato de los álbumes, las entrevistas y testimonios de amigos y colaboradores, las polaroids y las cámaras usadas por Duffy cedidas por su hijo, que confirma que fue él el que denominó la portada de Aladdin Sane como “la Mona Lisa del pop” y que relata cómo su padre, harto del rumbo hacia lo más comercial al que se dirigió la fotografía de la época, decidió quemar todo su trabajo como protesta. Por fortuna, se logró salvar la mayoría de su trabajo.
Bowie Taken by Duffy es un repaso no sólo a las portadas más representativas de David Bowie, sino a las fotografías que hicieron historia en el mundo de la música y de la cultura en general. Un espacio destinado a emocionar a cualquier fan de Bowie y de la música, pero también a cualquier aficionado a la fotografía y a los procesos creativos más innovadores y originales para llevarla a cabo.
La colaboración más icónica del mundo de la música y la fotografía estará disponible hasta el 25 de junio en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (Calle de Hortaleza nº 63). Entradas a la venta en su web.
Rockera hasta la médula y kpopera de arriba a abajo. Si me has perdido, me encontrarás en la primera fila de la pista/los conciertos (elige el que mejor suene). Jim Morrison está vivo.
