Por Dimas P.L. Fotografía principal de La Riviera (por Ray Vegas)

Tenemos que reconocerlo, hace tiempo sacamos un artículo sobre las 10 mejores salas de conciertos de Barcelona y se nos había olvidado por completo el resto de ciudades importantes de nuestro país. Ya sabéis, Barcelona es taaaaan espectacular y sacia tanto que… ¡se nos pasó!

Pero animados por las constantes amenazas de madridistas, asociaciones de chulapos, bandas de mierda-pop que no paran de hacer referencia a Malasaña y demás amantes de la capital española, hemos decidido sacar un “Las 10 mejores salas de conciertos de Madrid.

Si no eres de Madrid, ni de Barcelona y quieres dejar una petición/admonición para que hagamos otro top ten con la ciudad de donde eres/paces, dejanoslo en la caja de comentarios. Como ves, aquí negociamos con terroristas.

 

Las 10 mejores salas de conciertos de Madrid

 

Galileo Galilei

 

  • Dirección: C/ Galileo 100. 28015 Madrid

 

Micro reseña:

 

Si has visto algún monólogo o alguna actuación de un cantautor nacional has visto la sala y su mítico neón rosa.

*Ahora mismo me vienen a la cabeza Riki López y su legendario “El busto es mío” y Ernesto Sevilla y su stand up ciego de cubalibres.

Se inauguró en 1985 y es ideal para charlar / copear en la sugerente penumbra mientras suena de fondo algo de buena música.

Sus paredes están empapeladas con las fotografías de los innumerables artistas que han pasado por su escenario. Desde Eugenio a Los Secretos. Desde Antonio Vega a Juan Tamaríz. Desde Faemino y Cansado a Javier Krahe… Pablo Carbonell, Gran Wyoming, Kiko Veneno, Ismael Serrano, Pedro Guerra, El Cigala… y muchos otros borrachos más.

 

Micro anécdota particular sin importancia:

Bro, en su puerta, tras la presentación del primer disco de Manuela Vellés, conocí Aida Folch, le pedí tabaco y surgió el amor. El amor de mí hacia ella. Del suyo hacia mí no he tenido constancia, pero todavía espero que me siga en Instagram.

 

Honky Tonk

 

  • Dirección: Calle Covarrubias, 24

 

Micro reseña:

Conciertos los 365 días del año. Si te aburres no te quedes en tu casa, toca hacer el donkey en el Honkey. ¡Toma aliteración, me cago en todo!

Una sala decorada por el interiorista Miguel Garcí­a Caridad, el mejor interiorista desde que su tocayo, Miguel Ángel, dejó los pinceles secándose en el andamio de la Capilla Sixtina.

Se  divide en dos plantas.

La superior, ideal para tomar chorros con los colegas.

La inferior, sala de conciertos donde a diario, como decíamos, se realizan actuaciones en directo de las mejores bandas.

 

Micro anécdota particular sin importancia:

Una vez quedé allí con mi ex. Tardó tanto en arreglarse que cuando llegó ya cobraban entrada y no quiso pagar. Me exigió que nos fuéramos. “Jamás, soy feliz aquí dentro”, le respondí. Quizá por eso sea mi ex.

 

Maravillas

 

  • Dirección: C/ San Vicente Ferrer, 33, 28004

 

Micro reseña:  

Una sala emblemática instaurada en un barrio más que emblemático, Malasaña. Eso es emblemático al cuadrado. Y si le sumamos que además son 30 años de recorrido (aunque antes se le conocía por “El Nasti») ¡EMBLEMÁTICO AL CUBO!

Con falta de prejuicios y de escrúpulos su programación engulle todo tipo de conciertos (indie, pop, rock…) además de fiestas y sesiones con algunos de los djs más destacados de la escena.

Fiestas temáticas, artes escénicas, performance, monólogos, joder, incluso poesía o presentaciones de libros / fanzines, cultura queer, feminista, gay y lesbiana.

Como en las orgías en mi piso: todo tiene cabida.

*Si quieres asistir arriba he dejado el enlace a mi Insta 😉

 

Micro anécdota particular sin importancia:

Una vez estuve a punto de tocar allí con mi increíble banda, La Forma Maldita, pero la noche anterior lo dimos todo en las calles de Malasaña y la resaca nos impidió cualquier movimiento fuera de la cama.

 

Moby Dick

 

  • Dirección: C/ Avenida del Brasil 5

 

Micro reseña:

La insumergible Moby Dick y su compromiso con la música en vivo y las bandas emergentes es digno de estudio.

Desde un primer momento apostó por las agrupaciones menos conocidas y les dio cobijo y un escenario donde darse a conocer.

Gracias al esfuerzo económico y humano de la sala, se le considera uno de los locales mejor acondicionados para realizar cualquier tipo de evento relacionado con la música en directo.

Pero esto no solo va de bandas desconocidas, por sus maderos han caminado leyendas como Australian Blonde, Bersuit, Burning, Deluxe, Dover, Gabinete Caligari, Kiko Veneno, M-Clan, Chavela Vargas, Pereza, Los Planetas, Los Refrescos, Los Ronaldos, Sexy Sadie, The Sunday Drivers, Toreros Muertos…

 

Micro anécdota particular sin importancia:

Fue en esa sala donde obligué a la coprotagonista del dúo Hazte Lapón a darme su setlist, pese a que ella lo necesitara “porque nunca se acordaba de las canciones de un bolo para otro”. Si me lees, Saray, todavía la guardo. Ven a por ella si te olvidas de los bises.

 

Thundercat

 

  • Dirección: C/ Campoamor, 11

 

Micro reseña:

De los creadores de salas ficticias como La Campana del Infierno o el Titty Twister nace este club con temática rockera.

Música en directo hasta las tantas y buen gusto para elegir a las mejores bandas del rollo.

*El rollo es el rock, evidentemente.

No es necesario que vayas de cuero y con actitud chulesca para cruzar el umbral, pero desde luego el cuerpo te lo pedirá.

 

Micro anécdota particular sin importancia:

Allí nos dimos cuenta, en el concierto de un bajista japonés loco, de que la novia guapa de mi amigo ya no quería a mi amigo. Sencillamente esa noche dejó de hablarle. Lo que yo interpreté como una mala señal.

 

El Sol

 

  • Dirección: C/ Jardines, 3. 28013 Madrid

 

Micro reseña:

Desde 1979 lleva dando caña la Sala Sol. Claro, solo ha podido ser una de las cunas de la popular y archiconocida Movida Madrileña.

Y es que, pongámonos poéticos, why not?, en el centro del Sol han nacido grupos tan representativos como Nacha Pop, La Unión, Radio Futura, Alaska y los Pegamoides, etc.

Todo un pilar de la noche madrileña que abre sus puertas a amantes de la buena música y a celebraciones de todo tipo. Siempre relacionadas con la cultura. Desde presentaciones de libros, discos, entrega de premios hasta rodaje de películas o videoclips*.

*Extremoduro, Revolver o María Jiménez han rodado allí.

 

Micro anécdota particular sin importancia:

Si quieres encontrarme un sábado en la noche probablemente esté en su puerta. Siempre se junta mucha peña guay allí a altas horas de la madrugada, bebemos, reímos y desquiciamos a ese orden mundial que nos quiere en la cama.

 

Siroco

 

  • Dirección: C/ San Dimas 3

 

Micro reseña:

¿Qué decir de una sala que se abrió en el año que nací, 1989, y se sitúa en la calle de mi santo, San Dimas? Son todo alabanzas y “Venid, compañeros de la noche, aquí a regocijaros con su musiquita y sus actuaciones”

La sala continúa con sus miembros fundadores al frente del proyecto, lo que inspira confianza y buenrollismo.

“Hemos visto crecer a la sala cual gramínea silvestre en todos estos años. Regada por un equipo de gente apasionada que tiene como objetivo mejorar la oferta local y seguir siendo un referente dentro del circuito de salas de música en vivo de Madrid” aseguran sus clientes sin haberlos presionado ni untado siquiera.

 

Micro anécdota particular sin importancia:

Normalmente en tu vida hay una sala en la que nunca sabes si has estado porque siempre has entrado perjudicado por el alcohol. Bien, Siroco es la mía.

 

La Riviera

 

  • Dirección: Paseo Bajo de la Virgen del Puerto, s/n 28005 Madrid

 

Micro reseña:

No creo que nadie pueda discutir que el mejor emplazamiento aquí lo tiene la Sala Riviera, a orillas del Manzanares.

Una especie de oasis escindido, en mitad del agobiante desierto alquitranado de la ciudad. 1.500 metros cuadrados que han visto pasar casi cinco décadas de nocturnidad y en el que se han adaptado todo tipo de eventos.

Su famoso palmeral de en medio y su espectacular escenario por el que han pasado los grandes nombres del panorama nacional e internacional.

Un entorno selvático para diferentes especies y ambientes.

*Sé que esto último suena a puticlub, pero nada más lejos.

 

Micro anécdota particular sin importancia:

Cuando vivía en Puerta del Ángel, el barrio aledaño, me gustaba ir a beber cerveza al otro lado de su orilla. Desde allí me empapaba del ambiente preconcierto, a la par que me divertía con las peleas de los patos.

 

Fun House

 

  • Dirección: C/ Palafox, 8 28010 Madrid

 

Micro reseña:

Quizá una de las salas más jovencitas de las que hemos nombrado, aun así, latiente y mordiente en pleno corazón de Madrid.

Sabemos de muy buena tinta que cuenta, en su disco-revellín*,  con un dj aguerrido que prima el rock, rhythm & blues, power-pop, punk-rock, el soul, jazz e incluso el flamenco.

*Así es como yo llamo a la cabina del disc jockey.

Un espacio acústico que reverbera a la perfección y que acoge a sus inquietos y curiosos oyentes hasta las 6 de la mañana, al menos los fines de semana.

 

Micro anécdota particular sin importancia:

En el último cumpleaños que estuve allí perdimos al cumpleañero porque se había pirado a acostarse con uno de los invitados de la fiesta. Toda una sorpresa porque yo le había comprado una rosa de regalo, rosa que nunca le pude dar, porque el hijo de puta estaba a otras cosas. ¡Devuélveme mi rosa de un euro!

 

Gruta 77

 

  • Dirección: C/ Cuclillo, 6 28019

 

Micro reseña:

Si tuviéramos que elegir una sala por su espíritu “Añejo rock kalimotxero” sería esta. Y es que no debe ser casual que 300 fueran los espartanos que combatieron a Jerjes y 300 su aforo.

Nace en septiembre del, ya lejano, año 2000, con el propósito de crear un chinote más en la escena underground madrileña.

¿Su peculiaridad?

Sangra gasolina y defiende estilos musicales claramente minoritarios.

Por eso escoge sin ambages las bandas más importantes del submundo del rock menos comercial.

Su lema/grito de guerra/declaración de intenciones:

“Anoche el Rock´n´Roll Me Salvó la Vida”.

 

Micro anécdota particular sin importancia:

Aquel lugar, y un evento en honor a Javier Krahe que se hizo en la sala tras su muerte, me sirvió para despedir a tal bardo de una manera que sentí especial y emotiva.

 

ACCÉSITS DE HONOR:

 

  • Wurlitzer Ballroom
  • Sala BUT
  • Café Berlín
  • Café La Palma
  • Cien por Cien
  • Clamores
  • La Coquette
  • Contraclub
  • El Intruso

 

Micro anécdota particular sin importancia:

Maldita sea… puede que me haya emborrachado en todas.