Anoche, Annie Clark (St. Vincent) se llevó el Grammy a «Mejor Álbum Alternativo«. Una sorpresa que ni ella misma se esperaba. Se unió a una fiesta en la que Beck y Sam Smith fueron los grandes triunfadores, con unos cuantos Grammy cada uno.
Nos hemos permitido el lujo de traducir la carta, palabra por palabra, con la que St. Vincent agradece su Grammy. Un testimonio en el que se demuestra que el trabajo duro es lo más importante para conseguir tus metas.
Disfrutadla.
«En 2007, fiché por Beggars Banquet Records. Vivía en Dallas, Texas, en la habitación en la que crecí, la cual había transformado en un estudio improvisado con el fin de grabar el que terminaría siendo mi álbum debut, Marry Me.
Los primeros días de gira con mis propias canciones y como St. Vincent fueron muy intensos. A principios de 2007, a la espera de la publicación de mi disco, mi (enormemente querido) agente me puso en la carretera como telonera de Jolie Holland y Midlake. Él veía potencial en mí, pero con razón,pensó que necesitaba entrenar mi directo. sentirme cómoda tocando para gente, tener kilómetros de gira en mis piernas. Como la mayor parte del resto de mi carrera, fue un juicio por tierra, mar y fuego.
Actuaba en solitario; solo con mi voz, una guitarra adornada con unos buenos pedales, una mesa de mezclas — un dispositivo casero que hice con un pedazo de madera y un micrófono de contacto- y un teclado. Pensaba que el aspecto del teclado no tenía ninguna gracia, por lo que diseñé una caja de madera luminosa que lo recubría -mi cuñado me ayudó a construirla en su garaje-. Pesaba unos tres mil kilos, me dio muchos problemas transportarla, y no creo que nadie tuviera la ilusión de encontrarse otra cosa que no fuera un teclado ahí dentro. Esta no fue ni la primera ni la última de una serie de ideas disparatadas y cómicamente desastrosas.
Enero de 2007. Tomé prestada la camioneta de mi padre y conduje 12 horas desde Dallas hasta el helado Lincoln, Nebraska para abrir el concierto de Jolie Holland (menuda voz) en un club de 150 personas a la mitad de capacidad. Creo que lo que me pagaron fue $250/concierto pero pudo haber sido tanto como $500 — más $ de los que había recibido nunca por un concierto. Garantizado!- En mi memoria, este bonito tour medio-oeste encajaba perfectamente para abrir la gira de Midlake. Ellos estaban girando, presentando su excelente nuevo trabajo, The trials of van occupanther y fueron los chicos de Texas más dulces que haya podido conocer. El batería de Midlake, Mackenzie Smith, más tarde demostraría ser un gran colaborador en St. Vincent.
En esta gira,convencí a mi querido amigo, Jamil, para acompañarme, vender el merch y ayudarme con las largas rutas por carretera. Acabábamos de tocar en Detroit y mientras estábamos dentro de la sala, una tormenta de nieve había arrasado el lugar donde habíamos aparcado y cubierto el coche de nieve y hielo. Todo muy traicionero. Jamil, que siempre resolvía muy rápido los problemas, contrató a un vagabundo llamado Larry para que cavara y limpiara el lugar del aparcamiento. Nunca olvidaré cuando conducíamos por el destruido Detroit, a la 1 de la mañana. Era apocalíptico. Todo mientras Jamil se aseguraba de no chocarse en la carretera helada.
He pasado años comiendo sandwiches vegetarianos de Subways en la carretera. He estado en moteles de mala muerte enfrente de la prisión federal de Kansas. He hecho pis en las copas de los camerinos, cuando no había baño. He sido comida viva por chinches en Cincinatti… No cambiaría una sola de las carreteras, ciudades, momentos o personas que he conocido. Me ha encantado todo.
Estoy muy agradecida de haber recibido este Grammy. Gracias a mi productor John Congleton. Gracias a mi familia. Gracias a mis amigos. Gracias a todos los músicos que me han acompañado en este viaje. Gracias a los mánagers, agentes, publicistas, promotoras y discográficas y cualquiera que trabaja duro en su profesión. Y gracias, chicos, por todo.«