Qué bonita es la sensación de alegría que recorre tu cuerpo al llegar de un festival en el que cada asistente puede sentirse como parte de una gran familia. Basta con poner un pie en Balboa para ver que en el Observatorio Festival todo está hecho con mucho mimo y cariño, y créeme que este cuidado con los pequeños detalles es lo mejor que puedes exigir a una organización como público.

Parece que hoy en día nos hemos acostumbrado a los festivales de consumo rápido y afluencia masiva. Los mejor conocidos como «Macrofestivales» se están convirtiendo en una maquinaria de agobios: El número de aforo aumenta cada año, los solaples son un verdadero quebradero de cabeza para los más melómanos… y la identidad de muchos de estos eventos se va disolviendo a medida que cambian sus localizaciones a explanadas gigantes desiertas.

Creo que son muchas las razones que hacen del Observatorio un festival especial: Un cartel muy variado musicalmente pero con la transgresión como norma común, una localización bonita, su sostenibilidad… por lo que voy a intentar hacer un resumen en varios apartados para poder ofrecer una visión global de todo lo que ha sucedido en Balboa durante los dos primeros días de Julio.

 

Su Localización 

Ubicación del Observatorio

Balboa es una localidad de apenas 300 habitantes, pero que ha conseguido atraer a un buen número de eventos veraniegos en los últimos años. El Observatorio Festival cuenta con 2 localizaciones importantes. La primera de ellas es la zona del puente de la Palloza de Balboa, en donde tienen lugar los conciertos matinales y algunos talleres. El abundante verde rodeado por las montañas, o su pequeño río atravesado por un puente hacen que cada mañana su apariencia pueda recordar al estilo woodstock sesentero, ya que algunas de las actividades incluyen danzas grupales populares.

Por la tarde la acción se desarrolla en el escenario principal, ubicado en un precioso auditorio natural a los pies del castillo de Balboa. Para acceder al mismo digamos que hay que hacer una mini ruta de senderismo, ya que hay que subir varias cuestas que se adentran en el corazón del bosque. Hacen falta unos 10-5 minutos a ritmo normal para llegar a la entrada del recinto. Al estar situado en un punto elevado, se puede disfrutar de unas buenas vistas de la localidad desde las alturas. Por la noche, la ausencia de contaminación lumínica hace que puedas vislumbrar la luz de las estrellas en el camino de vuelta al camping.

Y hablando del camping, se encuentra ubicado en el campo de fútbol de Balboa, a unos 2 minutos a pie de la Palloza de Balboa, por lo que puedes ir y volver varias veces durante los conciertos y actividades del mediodía. Cuenta con baños y duchas básicos que se limpian con bastante frecuencia, aunque es un poco complicado pillar agua caliente. Pero sin duda lo mejor del camping es la cercanía que puedes tener con el resto de asistentes. Es bastante común encontrarte a tus vecinos en el recinto, así que el buen rollo es una constante en la zona de acampada.

El Concepto del Festival

concepto

Desde la organización han insistido bastante en la idea de intercambio cultural entre turistas provenientes de las ciudades y los habitantes de la localidad. Esto se refuerza mucho con las actividades complementarias a la programación musical: Un taller para aprender a hacer un filandón, diferentes rutas por la naturaleza… Cualquiera que se anime a participar puede aprender mucho sobre Balboa y sus costumbres.

La parte musical del cartel es una delicia, ya que han conseguido desarrollar una personalidad bastante fuerte que espero que se mantenga por bastantes años. Hoy en día es fácil recurrir a los mismos grupos de siempre para salvar un festival, pero desde el Observatorio han desarrollado una línea de contratación que apuesta por el talento emergente e independiente. Son muchos estilos musicales los que convergen durante el fin de semana: indie pop, trap, electrónica, folk, reggaeton… esta mezcla puede hacer pensar que el cartel va a ser un batiburrillo de música inconexa, pero nada más lejos de la realidad, todos los artistas tienen un punto de conexión común que consigue que la programación fluya por bastantes ambientes pero conservando el mismo espíritu. Hay grupos que «pegan» en el Observatorio y otros que no, y cuando sucede eso es porque se está consiguiendo desarrollar un estilo.

Para cerrar este apartado, comentar que desde la organización también se han hecho grandes esfuerzos en la implantación de un punto violeta seguro dentro del recinto, insistiendo además en la transversalidad del mismo. Un detalle difícil de ver en un festival pequeño y que arropa aún más al asistente, ofreciéndole un entorno más seguro.

Sostenibilidad

Sostenibilidad

Considero que es importante hablar sobre este punto, ya que creo que se han realizado bastantes esfuerzos en reducir el impacto de la celebración en el pueblo al mínimo posible. La política de sostenibilidad incluía ceniceros portátiles desechables, diferentes puntos de reciclaje (incluso algunos puestos fuera del recinto se mostraban muy concienciados con el tema, ofreciéndote descuentos si les devolvías el envase lo que habías consumido) y actividades enfocadas al cuidado de la fauna.

Los habitantes de Balboa se mostraron muy contentos con nuestra visita, y creo que esto sería muy difícil de conseguir sin una política sostenible fuerte que logre que todos podamos disfrutar del festival sin ensuciar la fauna natural.

Y ahora bien, pasamos a comentar los conciertos de cada jornada…

 

Jornada del Viernes 

 

From

From en el Observatorio

Los asturianos fueron los ganadores del concurso de bandas emergentes impulsado por el festival durante la primavera. El premio del certamen era abrir la primera jornada, así que From sacaron a relucir su post punk con algunas influencias de King Krule con el sol aún resplandeciendo. Presentaron su primer LP «Insecto«, publicado hace solo dos escasos meses, mientras comentaban que esta era su primera actuación en un festival, algo que sorprendió a muchos, ya que sonaron con bastantes tablas sobre el escenario. Quién sabe si volveremos a verles de nuevo sobre el Observatorio Festival en unos años…

 

Judeline

Judeline en el Observatorio

Dentro de todo el cartel, posiblemente Judeline sea la artista que ha experimentado el crecimiento más grande en popularidad desde que la confirmaron hasta su actuación en Balboa. Algunas fans (y naturales de Cádiz ) funcionaron como coro improvisado durante gran parte del recital, tarareando todas sus canciones, y es que la gaditana ya cuenta con unos cuantos hits en su haber, como «En El Cielo«,  «Otro Lugar . Despertar» o «Nueva En La Ciudad» que ya comienzan a sonar en algunos garitos nocturnos y emisoras importantes. La puesta en escena que lleva en esta gira es bastante sobria, con su voz (que sonó muy contundente en directo) como gran protagonista. Sonaron casi todas canciones publicadas hasta ahora, en las que predomina un estilo flamenco combinado con electrónica, muy de moda actualmente especialmente tras el éxito de artistas como Rosalía. Un lujo poder disfrutar de un concierto tan íntimo de una artista que tiene toda la pinta que cada vez irá actuando en recintos más grandes.

 

Blanco Palamera

Blanco Panamera en el Observatorio

Siempre es difícil tener que reemplazar al cabeza de cartel de un festival, y más cuando Las Ligas Menores iban a ser el primer grupo internacional en toda la trayectoria del Observatorio, pero Blanco Palamera optaron por llevarse el concierto a su terreno y bajar la intensidad de las luces del escenario para crear una atmósfera propia que se mantuvo durante toda la actuación. Los gallegos presentaron «INTIMIDADE» su último disco publicado durante este año en el que apuestan por un sonido bastante synthfunk pero sin perder su esencia chill. Una propuesta con la que consiguieron meterse a todo el público en el bolsillo.

 

L’Haine

L'Haine Observatorio

Tras Blanco Palamera tocaba un cambio radical de registro, ahora hacia el trap y r&b urbano.  L’Haine publicó en 2021 «Patagonia» un debut muy a tener en cuenta en el que combinaba algunas de las tendencias más actuales del trap con letras cargadas de influencias cinéfilas. Junto a «ITM4L«, «Eyes Wide Shut» o «Viridiana» sonaron nuevos temas inéditos que darán forma a una maqueta que el artista publicará a lo largo del verano. El broche final a su actuación lo puso «Habanera«, que fue interpretada por partida doble después de que el público pidiese de forma insistente un BIS. Posiblemente la actuación que consiguió congregar a más público en la jornada del viernes.

Mainline Magic Orchestra

MMO Observatorio

Sin duda fue el show más comentado en el camping durante toda la mañana del sábado, desde la aparición inicial con baile incluido de Chelo hasta sus performances cada más estrambóticas a medida que avanzaba la noche. Todo esto eso sí mientras desarrollaban sus canciones en formato Live, con varios instrumentos funcionando a la vez. La Mainline Magic Orchestra consiguió no dejar indiferente a ninguno de los asistentes del Observatorio Festival, provoncando múltiples vítores, carcajadas o comentarios sobre cada una de sus ocurrecias, desde la aparición del cantante a cuatro patas y con correa en el cuello al interludio en el que prepararon una copa con un toque amarillo final que no sabemos si fue del todo real o no. Queremos pensar que sí.

 

Gazzi

Gazzi Observatorio

Gazzi continuó la fiesta de L’Haine con un completo set en el se pudieron escuchar desde remezclas de Burial hasta fragmentos de canciones de Rosalía. Una sesión bastante animada que posteriormente continuaría Topanga Kiddo hasta altas horas de la madrugada.

 

 

Jornada del Sábado

Caamaño & Ameixeras

caamaño & amexeiras

La jornada del sábado comenzó con música y bailes populares a cargo de Caamaño & Ameixeras, que repasaron el folk de varios países europeos mientras los más animados realizaban sus danzas típicas o participaban en algunos de los talleres ofrecidos por la organización. Más tarde hubo un set de música a cargo de Los Dominguito Takeover.

 

Trashi

Trashi en el Observatorio

Una vez ubicados en el escenario principal, Trashi fueron los encargados de empezar a subir la temperatura. Su indie pop soft con toques de música urbana (han colaborado con artistas como Pedro LaDroga) les da un aire de frescura teen que encaja muy bien dentro de la línea del festival. Un recital con letras bastante emocionales como «No Me Ves 🙁» o «Dime Que Sí» que contrastaron con momentos mucho más bailables como una cover la famosísima «Fiebre» de Bad Gyal o su hit «Mañaneo«. Consiguieron mover a todo el público en los primeros compases de la tarde-noche.

 

Xenia

Xenia en el Observatorio

El synthpop de corte ochentero de la valenciana era una de las propuestas más esperadas de la edición. Sus canciones conectan la nostalgia del sonido más ensoñador de las décadas 80-90 junto con la angustia actual de toda una generación de jóvenes en sus letras. Xenia ha publicado este año «Ruido-0» un primer disco del que interpretó un buen número de canciones, incluida su cover de Albany «Para Que No Duela«. También hubo tiempo para rememorar sus primeras creaciones, como «Un Espejismo» (con la que arrancó el set), «Una Luz«… así hasta llegar «Desde La Luna«, posiblemente el tema más celebrado y cantado.

 

La Plata

La Plata en el Observatorio

Tocaba el turno de otros representantes de la escena valenciana, mostrando así el buen estado de forma de la misma. La Plata ya pueden ser considerado como un clásico dentro del panorama alternativo nacional, con dos discos realmente potentes como son «Desorden» y «Movimiento Infinito» Estuvieron acompañados por una pequeña parte de Mauseleo sobre el escenario, ya que no pudo acudir toda su formación original, pero fue un cambio que apenas se percibió, ya que todas sus canciones sonaron idénticas, lo que habla muy bien de la gran profesionalidad de Mausoleo. Los valencianos sonaron con la contundencia de siempre, interpretando sus ya conocidas «Enemigo» o «Un Atasco«, así hasta poner el broche final con «Me Voy«.

Çantamarta

Cantamarta Observatorio

La propuesta de Çantamarta apuesta por una fusión de géneros como el rap, los sonidos caribeños o el soul, una mezcla que sin duda fue de las grandes triunfadoras de la noche. Acudieron con una completa banda de músicos que interpretó todos los temas en directo. Y así fue como canciones tan variadas como «Liit«,  «Lluvia» o «Cuando Los Malandros Lloran» se fueron sucediendo hasta llegar a un final en el que primó la improvisación. De hecho, realizaron un aclamado BIS improvisando una jam sesssion con rimas improvisadas.

Ralphie Choo

Ralphie Choo Observatorio

Y seguimos dentro de los sonidos más urbanos, esta vez con el set que posiblemente llevaba el juego de luces más trabajado. La música de Ralphie Choo intenta experimentar con gran parte de los sonidos más actuales como base. Así, con temazos como la delicada «Lamento De Una Supernova» o la entusiasta «Rookie» el público del Observatorio desafiando a la noche y al frío. El broche de oro final lo pusieron entre Russinha y Dembooty.

 

Observatorio Festival nos ha robado el corazoncito y esperamos asistir a muchas más ediciones en el futuro. Ya tenemos en nuestra mente una quiniela de nombres que nos gustaría ver en las próximas ediciones, para las que esperemos sigan manteniendo su esencia actual.

 

¡Viva el Observatorio Festival!

 


 

Crónica By : Daniel Santamaría

Fotos By : Anastasia