Locura:
El paso de los meses y la experiencia y confianza adquiridas teloneando a The Libertines y tocando por media Europa ha hecho que las madrileñas hagan fácil lo difícil: Amansar a una juventud expectante por escuchar la rabia de Mujeres y atraer la atención de la sala hacia sus melodías y temas más sonados. Brillaron «Castigadas en el granero«, «Bamboo«, «Trippy Gum» y su cierre, poseedor del azucarado estribillo «Gabba Gabba Hey, ¡En mi cama!».
Se nota que disfrutan sobre el escenario. Sonrientes (aunque las fotos no lo muestren), con ganas de agradar y con una meta que ni ellas mismas saben en qué punto situarla. De momento, su próxima parada será telonear a los Black Lips en Londres. Una oportunidad inmejorable para seguir creciendo.
Mujeres no se hicieron de rogar. Pasada la medianoche y con el efecto madrugada de sábado en su punto álgido, Yago, Pol, Martí y Aitor, batería de Univers y última incorporación, hacían su aparición sobre un escenario y sala que que parecía virgen en un acontecimiento similar. Prueba de ello fueron los primeros 10 segundos de concierto: El riff de «Salvaje» arrancaba y con él la marea humana de las primeras filas. En ese momento, un hombre de seguridad surgía de las sombras con una mini-linterna y con una expresión en su gesto de horror que decía «¿Pero qué coño hacéis? Me vais a quemar la sala». Ese buen hombre, su mini-linterna con la que intentaba cegar a los más exaltados y el compañero que se le unió más tarde no habían presenciado nunca un concierto de Mujeres. Y podemos asegurar que no lo olvidarán jamás.
Evidentemente, cuando vieron que nada podían hacer ante tal excitación, se conformaron con quedarse delante del escenario, controlando las primeras filas e impidiendo las invasiones de escenario y demás maravillas que pudieron presenciarse en el enoFestival hace unos meses.
El concierto apenas llevaba dos minutos y ya podían reseñarse más detalles que en dos horas y media de cualquier otro grupo. «Uncertain Paradise» seguía a «Salvaje» y se estrenaba como tema inédito. «Yella» surfeaba en los oídos colectivos y afloraba las primeras gotas de sudor del personal. Gotas de sudor que se impregnaban en las paredes de la Clamores, más acostumbrada a vivir conciertos más sosegados. De esos de mesa, copa y charla mientras la banda de jazz hace florituras.
Dos señores pelotazos como son «I Walked The Line» y «Seattle Waves» continuaban el escalonado ascenso a la conquista de la locura. Garage sesentero, mezcla de surf y condimentos nada despreciables al paladar.
«Estos van muy rápido, ¿no?«, me susurraba el hombre de seguridad. «¡¡¡¡¡¡Son Mujeres, ¿qué esperabas?!!!!«, le espeté con una cara de demente propia de Jack Nicholson en El Resplandor. Mientras tanto, «Feels Dead» hacía su debut y «I’m Over With You» daba un tiempo muerto muy necesario al público. Algún día le dedicaremos unas páginas a esta balada, un tema atemporal capaz de iniciar (o romper) una relación por sí solo.
El cuarteto seguía a lo suyo: Soltar granadas bailables como «See The Light«, «Soft Gems Pt.1«. Uno de los momentos cumbre llegó con «Aquellos Ojos«, himno generacional coreado por propios y extraños en unidad y hermandad. La canción era una de las excusas de la vuelta de la banda a la capital: Venían a presentar Aquellos Ojos, su primer EP completamente en castellano.
La recta final se vislumbraba con los acordes de otros dos nuevos temas, «Night Bloom» y «Lose Control«, título que hacía honor a la situación de la sala. El cansancio también comenzaba a asomar pero la música de Mujeres es como cafeína en vena.
«Eterno y Normal«, otra de las canciones incluida en Aquellos Ojos, «Wanna Boom» y «Blood Meridian» amenazaban con terminar con la fiesta pero Mujeres volvían, no podían dejar al público con la miel en los labios. «Un par más, ¿ok?» gritó Yago. «Amusement» era la primera bala escogida, una bala certera directa a las piernas y que te obligaba a seguir bailando. «SALVAJE, SALVAJE«, se oía desde el público. «Que esa ya la hemos tocao«, respondía Pol.
La mente de la gente (y la mía) comenzaba a fallar y ya no sabían qué día era ni dónde estaban. Algo más de una hora de concierto de Mujeres da para contarlo a los nietos y acabar con el habitual cover de «Run Run Run» volvió a ser la guinda perfecta a un pastel artesano inigualable.
Mujeres son únicos. Son la celebración de la vida. Mi punto de vista es el de un forofo (quizás su música cumpla en mí la tercera de las definiciones de locura), pero no puedo remediarlo, despiertan algo en mi cabeza que no consigue ninguna otra banda.
Su próxima visita a la capital será con el tercer álbum de estudio bajo el brazo, momento que esperamos desde que finalizó su concierto.
Porque nunca nos cansaremos de repetirlo: No sabes lo que es un buen directo hasta que vives uno suyo.
Crónica by @RayVegas. Fotos by deTorresValentí.
Setlist: Mujeres, Sala Clamores
– SALVAJE
– UNCERTAIN PARADISE
– YELLA
– I WALKED THE LINE
– SEATTLE WAVES
– FEELS DEAD
– I’M OVER WITH YOU
– SEE THE LIGHT
– SOFT GEMS PART 1
– AQUELLOS OJOS
– NIGHT BLOOM
– LOSE CONTROL
– ETERNO Y NORMAL
– WANNA BOOM
– BLOOD MERIDIAN
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– AMUSEMENT
– RUN RUN RUN
¿la crónica que dais a las deers es una broma no? estuve en el concierto, y de tablas cero, de gracia cero, de calidad cero, de disfrute cero, de pasión cero….¿estuvimos en el mismo concierto? no entiendo las críticas tan positivas que se les están dando, cuando de los tres conciertos fue el peor con una clara diferencia…respeto vuestra opinión, pero desde luego me parece bastante discutible….the bards dieron un genial directo y contagiaron sus ganas a todo el que estaba alrededor, y mujeres…..mujeres fue de las cosas más marvillosas que he visto en directo, sublimes es la palabra…..las deers para nada estuvieron a la altura de los otros dos conciertos, partiendo de la base de que eran estilos y ritmos completamente diferentes…pero aun así, sigo sin entender, sinceramente, la promoción que se les está dando por un montón de medios, algo que me parece hasta sospechoso, teloneando a de libertines, black lips…….¡inexplicable! musicalmente hablando, y eso que me gusta ese estilo meloso y tierno que intentan crear pero que se queda en eso, en un intento.