greta van fleet 2023

Crónica | Greta Van Fleet en el WiZink Center (Madrid, 2023)

Por May Fraser

El grupo de rock estadounidense Greta Van Fleet regresó a nuestro país para presentar su nuevo trabajo discográfico, el álbum Starcatcher, actuando en Barcelona y Madrid dentro de su Starcatcher World Tour.

La banda formada por los hermanos Josh, Jake y Sam Kiszka (cantante, guitarrista y bajista y teclista respectivamente) junto con Daniel Wagner (batería), ya se había presentado anteriormente en nuestro país, también en Barcelona y Madrid, actuando en su gira March Of The Peaceful Army y en el cartel del festival Mad Cool de ese año.

Para esta gira mundial, el grupo ha actuado en el Palau Sant Jordi de Barcelona, siendo su tercer concierto en dicho recinto, el 3 de diciembre, mientras que en Madrid han tocado por primera vez en el WiZink Center un día después, el 4 de diciembre. Estos dos conciertos forman parte de la recta final de su gira mundial, con una última parada en Lisboa días después de los conciertos españoles.

Además de los chicos de Greta Van Fleet, en el Wizink Center también actuaron dos teloneros: la cantautora estadounidense Hannah Wicklund y el grupo británico Black Honey. Ambos artistas han acompañado a la banda principal en la totalidad de su gira mundial.

Tal y como estaba previsto, las puertas del Wizink Center se abrieron a las 18:30 horas, dejando entrar a una gran cantidad de asistentes de pista que ya se encontraban haciendo cola horas antes. A las 19:00 horas, la actuación de Hannah Wicklund dio comienzo.

La artista, acompañada de su banda, sorprendió a los asistentes del Wizink Center con su blues rock sureño estadounidense. Ella, que además demostró un enorme talento a la guitarra eléctrica, estuvo presentando algunos temas de su nuevo álbum, The Prize.

Sobre las 19:45, salieron al escenario Black Honey, la banda liderada por la cantante Izzy Phillips. Con una puesta en escena simple, pero bien ejecutada, basada en un juego de luces, dieron una lección de buen indie y surf rock que recordó a más de un asistente a la ola de grupos de rock femeninos de los 90 como Hole, P.J. Harvey o, incluso, los españoles Dover. Además de interpretar su último trabajo, A Fistful Of Peaches, también presentaron su nuevo single, Lemonade.

Cuando el escenario principal se ocultó a través de un gran telón con el símbolo de Starcatcher, el público madrileño ya sabía que la actuación principal de la noche estaba a punto de comenzar. Alrededor de las 20:45, como se había indicado, las luces del recinto se apagaron y empezaron a sonar los temas del nuevo disco de la banda en formato orquestal, con el título de Starcatcher Overture. Cuando las luces empezaron a parpadear, el telón cayó y dio paso a Greta Van Fleet, que empezó a tocar The Indigo Streak ante un público recién enloquecido.

Las primeras muestras de pirotecnia del evento se mostraron al interpretar Built By Nations, perteneciente a su disco The Battle At Garden’s Gate. A continuación, con el guitarrista Jake a la guitarra electroacústica, comenzaron a sonar de pasada los acordes del tema de los Beatles Norwegian Wood, que eran la antesala de Meeting The Master.

Con el primer cambio de vestuario realizado por el cantante Josh, pasaron a interpretar canciones de su segundo disco, como Heat Above y Broken Bells, que continuaron con un ambiente más tranquilo, pero potente. Para enloquecer aún más al público, interpretaron su himno rockero por excelencia, Highway Tune, con el que complementaron con llamaradas de fuego a lo largo del escenario. Para terminar este primer bloque, dejaron solo al batería Daniel Wagner para demostrar todo su talento con las baquetas durante su solo de percusión.

Con un enfoque mucho más cercano e íntimo, la banda al completo regresó al escenario para hacer un segmento en acústico, en el que el bajista Sam se trasladó a los teclados y Daniel cambió su batería por la mandolina. Aquí, Josh volvió a demostrar la potencia de su voz interpretando una corta versión de Unchained Melody, seguida de Waited All Your Life de su último disco. Para sorpresa de todos los asistentes, Greta Van Fleet decidió adaptar otro de sus grandes éxitos rockeros, Black Smoke Rising, con un arreglo en acústico inesperado.

Antes de finalizar este segmento acústico, Josh bajó del escenario y se subió a los hombros de un asistente para repartir rosas blancas a los asistentes de la pista, gesto que se ha convertido en recurrente a lo largo de sus últimas giras y que no dejó de hacer a lo largo del concierto.

Con la banda de vuelta al escenario, empezaron a interpretar la canción Fate Of The Faithfull de forma instrumental hasta que volvió Josh al escenario, con otro cambio de vestuario incluido. Este último segmento se dedicó en exclusiva a su álbum Starcatcher, tocando a continuación Sacred The Thread y The Archer, con el que dejaron solo a los instrumentistas acompañados de llamaradas por todo el escenario para darle a Jake el protagonismo de su solo de guitarra.

Después de abandonar durante unos minutos el escenario, los bises y, con ello, el final del concierto estaba llegando a su fin. Con la banda de instrumentistas en el escenario, Sam comenzó a interpretar al teclado Rhapsody In Blue, para empezar a tocar los primeros acordes de Light My Love, uno de los temas más emotivos de su discografía. Para terminar, como no podía ser de otra manera, sonó Farewell For Now, con la que los fans ya sabían que era el fin del concierto.

 

Los chicos de Greta Van Fleet lo dieron todo durante las 2 horas y cuarto que duró su concierto, con una puesta en escena espectacular llena de sorpresas y efectos visuales tan impactantes como la pirotécnica y el fuego, una mejora tremendamente significativa en comparación con los conciertos vividos en giras anteriores en nuestro país.

A pesar de esos elementos llamativos y la calidad en la interpretación vocal e instrumental, los solos tanto de batería como de guitarra se volvieron tediosos y largos, impacientando en ocasiones al público para volver a corear las canciones.

En relación con la elección de canciones, se echaron en falta éxitos de discos anteriores, como Safari Song, Flower Power, My Way, Soon, Age Of Machine, Lover, Leaver o la arrasadora When The Curtain Falls, con la que habría hecho enloquecer aún más al público. A pesar de que la gira se denomina igual que su último disco y ha demostrado que se han centrado en presentar dichas canciones, sí se hubiera agradecido incluir algunos de esos temas en vez de enfocarse en los solos de los instrumentos.

Era muy difícil que, dentro de un recinto cerrado, se pudiera llevar a cabo un espectáculo de tamaña grandiosidad, pero Greta Van Fleet ha demostrado no sólo que se puede realizar, sino que se puede combinar con una actuación impecable y deslumbrante.

Los chicos de la banda llevan mucho tiempo siendo considerados copia de cierta banda legendaria de hard rock, pero lo que se vivió el 4 de diciembre en el Wizink Center lleva el nombre de la banda de Michigan, sin llegar a rememorar en ningún momento actuaciones de otros grupos.

Y, por supuesto, si lo que se quiere es volver a disfrutar de una banda con elementos del rock de los 70 en la actualidad, Greta Van Fleet son los indicados. Lo más gratificante es que, al ser un grupo tan joven, van a poder seguir girando y sorprendiendo con conciertos así durante muchos años más y, a diferencia de los Gallagher de Oasis o los Davies de los Kinks, esta familia se lleva, por el momento, extraordinariamente bien.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio