Por Paula Pérez
Ya va a hacer casi una semana que la sensacional sala Lula Club de Madrid se convirtió en un encuentro de misticismo musical, en el que la banda sonora se compuso de dos grupos: los teloneros Loving y la joven sudafricana Alice Phoebe Lou, que acompañada de su banda consiguieron crear una espiral hipnótica, relajante y, en muchos momentos, conmovedora.
Así, el pasado jueves 29 de noviembre de la mano de los ciclos de Jaguar Conciertos, Alice Phoebe Lou hizo parada en la capital, en una gira en la que no podían faltar sus guitarras acústica y eléctrica, con las que salió al escenario y las que intercambió entre tema y tema, por un recorrido pausado y confortable a través de sus distintos discos con canciones como Dusk, Lover// Over the moon, Lately o Shelter, su último lanzamiento.
Su presencia fue radiante durante toda la actuación, en la que transmitió una energía que se contagiaba, a pesar de que tuvo que hacer el show enferma, haciendo alguna que otra pausa entre tema y tema para recuperar fuerzas o abrigarse más. Eso sí, cualquier silencio se elevó a la excelencia con las improvisaciones del resto de la banda, que combinando distintos ritmos consiguieron desatar hasta en la propia Alice un “What a band ah!”.
Y no solo fue Alice quien expresó lo que sentía al escuchar y tocar la música en vivo aquella noche, pues entre el público se pudieron escuchar frases que se ensalzaban a modo de manifiestos sobre el levitar como “bueno, me voy, mi alma asciende”. Incluso algunas/os de las/os asistentes le regalaron ramos de flores, que Alice elevó con un profundo agradecimiento.
Para cerrar una velada tan especial, la banda eligió sus famosos temas Witches y Dusk, que arrancaron saltos y gestos felices en los que la única preocupación era que quedase otro bis más de sus pegadizos y enérgicos estribillos. Antes de marcharse, Alice con delicadeza y magia se despidió con un “Thank you for coming to this little journey. I hope you see you again”, lo que se traduce en un magnífico hasta luego, pues su gira continúa en Europa con más música y más magia.
