Por Jaime Machés

“Benditos domingos. Bendito Club del Río”

Domingos. Para algunos, malditos (resaca, fin de la semana…). Para otros, benditos (El Rastro, aperitivo con los amigos, paseo por Madrid …). Seas del que seas, te recomiendo acompañarlos de un grupo: Club del Río.

Y es que este domingo, el grupo de amigos (Esteban de Bergia, Alvaro Ayuso, Juan Feo, Juan Serra, Álvaro Baños y Adriano Pezzi) se dió cita en una de las actuaciones del Inverfest, donde llegaban al final de una gira “Contigo Lejos” cargada de magia, alegría e invitados sorpresa.

La gente que me conoce sabe el máximo fan confeso que soy de este grupo. No obstante, esta era la primera vez que iba como prensa en vez de fan, por lo que debía haber un rigor profesional.

Al grano. El concierto. Club del Río llenaba un Teatro Circo Price que tras un comienzo un tanto extraño con “De Una Piedra”; empezó antes de la hora acordada. Esto supuso que, hubiese gente entrando durante la primera y segunda canción del setlist, que unido a un sonido no adaptado correctamente, provocó incomodidad entre los asistentes. Una pena, porque entre esas canciones se encontraba “Resurgiré” uno de los mejores temas de su último álbum.

Pero Club del Río, que están curtidos en mil batallas, supieron leer el concierto a la perfección. Dieron una pausa al término de la tercera canción en donde Esteban de Bergia dio un pequeño discurso, mientras arreglaban la parte del sonido y el público ya se sentó por completo. Dando, de esta forma, un nuevo inicio al concierto. Y vaya concierto…

El grupo mezcló canciones de anteriores trabajos como “La Sed” o “Somos Uno” junto a otras del último como “Mareas” o “Arena Cósmica”. Con ellas, me transporté a aquellos primeros íntimos conciertos en OFF Latina donde Club del Río comenzó a erigir el grupo que son a día de hoy. Especial mención a la canción de “Es Natural” , tema de su primer trabajo, que con una finura y ritmo pegadizo abrió los ojos a aquellos que desconocían esos primeros temas del grupo.

Con el paso de las canciones y los aplausos, llegamos a la primera invitada sorpresa: Ede. Y con ella, llegó “Lobo Amigo” quizás una de las canciones más famosas de Club del Río, que junto a la voz de Ede, elevaron la canción a otra división.

 

Con un Esteban de Bergia, muy emocionado y con el público todavía quitándose las lágrimas de los ojos tras ese temazo…Presentaron “Alma Cándida” una de las canciones de lo que será su próximo trabajo. Esto es una de las cosas que más me gustan de este grupo. En cada concierto, siempre muestran un avance de lo que están trabajando y además en la mayoría de ocasiones me gusta. Bravo por esto Club.

Tras la presentación, le tocó el turno de solista a Juan “Espiga” con las canciones de “Diez Lúnulas” y “Solo por un Instante” en donde Juan lo da todo a nivel vocal, bajo los coros de Ran Son (Álvaro Ayuso). Vaya show. Aprovecho para dar mis felicitaciones por la paternidad a Juan, se viene una generación de Cluberos 2.0 ¡qué alegría!

 

Y llegamos a lo que iba a ser el final del concierto. Un final apoteósico que comenzó con la llegada del segundo invitado sorpresa: Xoel López. Referencia y maestro de este grupo, salió a cantar con ellos “Montaña” que con sus inconfundibles “lalalala” provocan por inercia que te vengas arriba. Si ya la canción es buena, imaginad con Xoel…

Le siguieron “Alegría” y, acompañados de un coro de artistas como Leo el Cigüeña o Mateo Falgás tocaron “Y tú”. Poca cosa oye.

Y como colofón… “Es un Ángel”. Quizás sea porque está canción me tenga hipnotizado. Quizás porque era la primera vez que la escuchaba en directo a este nivel de sonido. Pero me pareció una obra maestra en todos los aspectos. El coro, el riff de Pichi, las voces unidas de Esteban, Juan y Ran Son, el juego de luces…Potencia, emoción, pelos de punta. Chapó.

 

Tras pedazo actuación, el grupo abandonó el escenario entre aplausos más que merecidos. Pero como ellos bien saben, son conocidos por terminar sus conciertos con un bis de lo más animado. Y lo hicieron.

Primero comenzaron con lo que para todos los cluberos es el himno del grupo, “Remedios”. El estribillo del final a capella con el público es infalible. Siguieron con “Bahama Mamma”, que levantó al público de sus asientos por completo. El hecho de que esta canción solo la toquen cuando tocan en espacios grandes (no habitual en ellos) la hace más especial.

Y para terminar: “Surco Agradable”. En un inicio, me sorprendió esta decisión, acostumbrado a que siempre toquen “Erosión”. Pero fue todo un acierto. Porque esta canción tiene un final que es imposible no bailar. Un ritmo estilo bachata que te desinhibe y hace que te muevas al son de los tambores de Juan Feo. Hasta la persona más de “codo en barra” que hubiese allí, la bailó.

 

Así terminó el concierto: entre bailes, gritos y aplausos. Como debe ser. Y es que, queridos lectores, los conciertos de este grupo son una ventana abierta. Un lugar maravilloso donde se reúnen multitud de sensaciones que te hacen sentir en una montaña rusa de emociones, generando finalmente un espacio y un ambiente en el público en el cual la música fluye sin ataduras.

Por todas estas cosas, bendito Club del Río.