Tosiendo, quemado, deseando una buena ducha, echándolo de menos y con ganas de repetirlo. Así es como vuelve uno después de haber pasado 5 días por las playas de Burriana. El Arenal Sound 2014 termina en su 5ª edición tras un festival que no deja de sorprender tanto por el cartel como por el masivo público asistente.

Llegando ya nos empezamos a dar cuenta de cómo sería el festival. Tras una pequeña parada en el supermercado más cercano, fuimos invadidos por un calor abrasador y un olor a marihuana que provenía de distintos grupos sentados en el parking. Las diferencias entre los artistas del cartel de 2014 nos presentaban un público muy variado (se podía escuchar un desde “Nothing Else Matters” hasta el dubstep más crudo) cuya mayoría apenas acudirá al recinto del festival desde las 4:00h a las 9:00h.

Siempre hemos tenido en mente que una de las mejores cosas de un festival era el camping. Te haces esa idea tras haber acudido a festivales como el Optimus Alive o Coachella, pero aquí es otra historia. Entre calor, tierra, polvo, más tierra, y, en mi caso, tras una caminata de 1,5km hasta el camping de Malvarrosa, que nos hace replantar nuestra (estúpida) elección de asentarnos allí, nuestra mente iba cambiando de parecer. Sin embargo, los precios tanto de la comida, que no está del todo mal, y sobre todo la bebida, nos animaron un poco. Es raro, y se agradece, que en un festival una cerveza te cueste apenas un euro -o dos (cambian los precios según la hora). Todas estas carcacterísticas, hacen que el Arenal sea un festival único. Recordarás la experiencia 100%.

Ahora las cosas que nos interesan de verdad; la música. El miércoles el festival empezaba para nosotros (la fiesta, ya que aún quedaba un día para el verdadero festival), en un recinto que prometía y un ambiente similar a una Spring Break americana donde miles de jóvenes se acercaban a beber y darlo todo. Muchos de ellos sin saber quien se encontraba sobre el escenario en esos momentos. Del miércoles destacamos a los madrileños The Parrots y Los Nastys que lograron llamar a la atención a estos jóvenes mientras esperaban a sus disk jockeys.

El jueves, a primera hora de la tarde, abrió el escenario principal La Pegatina que, aunque la presentación de los miembros del grupo no fuera lo mejor que he visto, consiguieron poner al público cantando y bailando, hasta invitaron a Santi Balmes (Love of Lesbian) al escenario. Este, luego, devolvería el detalle tras haber tenido que sobrepasar un corte de luz durante su concierto. La tarde estuvo marcada por un escaso público que se encontraba entre la tierra del camping y el paseo de la playa bebiendo y preparándose para la noche. Gozaron entonces de poco protagonismo Zulú 9.30, Elefantes y Els Amics de les Arts. La gente volvió para disfrutar de Azealia Banks, con una actuación vibrante y animadora, con mucha clase y sorprendente voz. Sin embargo, el grupo que obtuvo mayor atención fue Crystal Fighters usando sus coros y vestimenta peculiar para llevar el joven público a la locura. Después de este show tomamos un descanso en un cómodo sofá en la sala de prensa antes de dejar a miles de sounders disfrutando de Knife Party, entre otros, para pegarnos la paliza hasta nuestra tienda entre el polvo.

Viernes. Hoy el día prometía. Salimos de la playa para disfrutar de Triángulo de Amor Bizarro y de Izal. Nos desplazamos entonces al escenario principal para una serie de grupos que nos generaban una cierta expectativa. Primero vino Miles Kane, que se alzó como el mejor del festival, con una actuación gran nivel. Al menos hasta que llegaron los siguientes. Es cierto que personalmente es difícil mantener la imparcialidad con este grupo, pero Biffy Clyro logró convertir a muchos amantes del EDM y pachangueo, durante una hora y cuarto, en rockeros que acabaron hasta por comprar su merchandising. Un gran directo en el que Simon Neil lo dio absolutamente todo. Después llegaron estos chicos de Liverpool, The Wombats. Un grupo animado que mantiene la tradición británica añadiendo un toque de electro. Perfectos para mantener alto el nivel de ánimo del público.

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Como de costumbre, tras The Wombats volvemos a la sala de prensa para darnos cuenta de que ya no nos ofrecerían Negrita. Una pena. Lo más extraño de la noche fue saber que Miles Kane había pasado casi desapercibido por la Zona Vip durante Biffy Clyro, cosa que no pasaría en casi ningún festival a los que estamos acostumbrados.

El sábado transcurrió con normalidad. Debido a nuestra mala planificación de los horarios no conseguimos llegar a León Benavente pero con Sexy Zebras se nos quitaron todos los males. Además, el escenario Inside tenía lo que cualquier sounder buscaba a esa hora: playa, sol… Más tarde, tras un ameno concierto de Russian Red, fuimos sorprendidos por una tormenta de euforia y diversión que emanaron Matt and Kim, con un show (un verdadero show) que nos sacó de las casillas. Nos encantaron los globos, Kim saltando encima de la batería mientras incitaba a todo el público a acostarse con alguien esa noche y acababa entre globos y los brazos del público. Placebo llegaba como uno de los cabezas del festival, atrayendo no solo jóvenes como un público un poco mayor que acabó por llenar el escenario principal. Una actuación de grupo grande y experimentado que resultaba “viejo” en el contexto de este festival pero acabó por ser el grupo que más gente reunió. La fiesta de hoy siguió con Buraka Som Sistema que destaca por no dejar a nadie parado y su interacción con el público.

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Llegamos al último día y el cansancio existente era comido por la tristeza de saber que el final estaba cerca. La fiesta Clandestine Sound merecío la pena. El precio eran apenas dos Red Bulls por una pulsera a la que creíamos que íbamos a tener acceso. La fiesta se resume a Negrita, mucho calor, mangueras, bikinis y espaldas quemadas. Los djs tenían el público ganado con este ambiente. Crookers y Zombie Kids coordinaron la fiesta a partir de las 12:00h hasta que esta acabó con gran parte del público lanzándose al mar. Por la noche entramos en el recinto al sonido de “Babel” para un gran concierto de El Columpio Asesino que llega con su último (y mejor) álbum “Ballenas Muertas en San Sebastián” para una actuación tremenda. Desde pronto se notó que Bastille era uno de los grupos más esperados del día, juntó un ejército de jovencitas que, con gritos incómodos, les hizo parecer una boys band de lo más común. Sin embargo acabó por triunfar y todo el público coreó “Pompeii” antes de volver al camping del cual no saldrían hasta que entrara Deorro en escena. Nosotros por otro lado cerramos este festival con Fm Belfast y Die Antwoord. El grupo finlandés salió a tope al escenario Negrita con sus canciones pop y pegadizas que hace bailar al personal a base de euforia y ritmos vibrantes. Ya cuando las piernas empezaban a no responder, al final son 5 días de festival, empieza Die Antwoord después de un decepcionante Mando Diao. El grupo sudafricano llegó con mucha fuerza pero sin embargo supo a poco.

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Acabamos así el Arenal Sound 2014, un festival único que logra juntar un gran número de géneros musicales y, por consiguiente, un público muy diferenciado que seguramente ha disfrutado tanto como nosotros de estos 5 días en Burriana. Conclusión: Volveremos.

Por Hugo Teixeira. Fotos: Álvaro Gonzalez y Arenal Sound