¿Dónde estabas hace 24 años? ¿Quién eras? Recuérdate en ese abril de 2001 en el que el personaje de la novela de Helen Fielding saltó a la pantalla para abrir su diario a los espectadores (en las salas de cine, claro). Una comedia romántica más… ¿Una comedia romántica más? No lo creo. Bridget Jones no es una más. Antes de que cayeran las Torres Gemelas y el mundo siguiera su camino hacia el colapso, Bridget Jones ya se encontraba ante un gran dilema: ¿Mark Darcy o Daniel Cleaver?
‘El diario de Bridget Jones’, una película sobre una treintañera cuya meta es adelgazar y encontrar al amor de su vida. Así de primeras suena bastante horrible. Y es verdad que los tópicos abundan, en esa y en las siguientes películas de la saga. Sin embargo, ¿no está también la vida llena de presiones sociales? Que tire la primera piedra la persona que no viva preocupada por el trabajo, el amor, la amistad o la familia. Y también la persona que no haya juzgado o presionado en este sentido a otras. Grandes temas universales que conciernen al ser humano desde hace siglos. Lo que fue capaz de hacer Bridget fue poner todos esos temas sobre la mesa, reírse de ellos y darles la vuelta. De esta forma muestra sus preocupaciones, pero también el surrealismo de los que le imponen seguir un camino. Claro que se ilusiona, se esfuerza por cambiar y se enamora. Pero a la vez se lleva grandes palos, se cae y se levanta continuamente con una actitud insuperable.
Y es así como Renée Zellweger lleva años poniendo cara a este tópico andante. En compañía de los apuestos, y opuestos, británicos Colin Firth y Hugh Grant. A través de un universo londinense, con una pequeña parada en Tailandia, recorremos los puentes de Westminster y Tower Bridge hasta tocar el telefonillo de la mítica casa a las puertas de Borough Market.
Esta cuarta entrega, Bridget Jones: Loca Por Él, pierde un poco la esencia de la Bridget a la que estamos acostumbrados. Otra casa, nuevos personajes y la ausencia de uno esencial. ¡Ahora ya sí termina el dilema! Aún así es capaz de emocionar y, lo mejor de todo, hacer pensar también sobre nuestra propia vida. ¿En qué momento estás ahora? Seguir a Bridget todos estos años a lo largo de cuatro películas no sólo supone la evolución de un personaje, sino la nuestra propia. Es bonito y duro a la vez ver reflexionar sobre los tópicos que hemos ido siguiendo de la mano de este icono. Ahora en una película tontorrona, llena de absurdeces, sonrisas, desorden y algún drama. Señores y señoras, ¿acaso no se trata la vida de eso?
