beach beach 2017

Desde su primer lanzamiento, Beach Beach fue uno de esos grupos que siempre necesitamos en nuestro país. No obstante, es desde hace poco cuándo se empieza a reconocerles todo aquello que merecieron desde su primer sencillo: un poder de convocatoria que ofrece un sonido personal, de calidad y madurez. Han sido muchos festivales de la Península, como el FIB o el Primavera Sound, y prestigiosas salas del extranjero, como The Cavern de Liverpool, los que han pisado los últimos años; y no solo eso, canciones de una potente vertiente instrumental han sido seleccionadas como sintonías de emisoras de radio (iCat) o de BSO de series (Cites). Recién lanzado los sencillos «Scrolling Down» y «Vegetating», y a punto de entrar a grabar su tercer disco de estudio, llegan a la Moby Dick de Madrid próximo viernes 10 de marzo, después de haber teloneado la gira de Teenage FanClub en nuestro país.

Lejos de ser una de esas bandas que se suben al imparable carro de la producción, perdiendo en el camino su criterio inicial, apuestan por canciones minimalistas pero alejadas de cualquier simpleza. Tanto The Sea (2014) como Tasteless Peace (2012), , son dos LP producidos por el sello independiente La Castanya que suponen una declaración constante ante su modo de componer; todas las pistas de ambas publicaciones comparten mismo denominador común: temas más bien cortos y sencillos pero de gran frescura y pulidos hasta la última nota. Y es que cada uno de ellos, cohesivo y singular respecto al resto, contienen esa escasa cualidad de mantenerse en una casilla única al mismo tiempo que reafirman su sello de identidad. Así pues, nos encontramos ante un grupo que han mantenido su propuesta, la primera fechada hace 5 años, de modo contundente y fiel. Y ésta se empapa de todos aquellos grupos rock de los 70 como los Kings o los Troggs y del surf californiano, algo insólito en esta ola de indie remasterizado que ha alzado su propio templo, a veces infranqueable. Nos retorna, en definitiva, unmodus operandi musical olvidado cuando pensamos en aquello emergente de nuestro panorama actual y que solamente rescatamos con una máquina del tiempo.

Una voz que encuentra su estabilidad en un tono bajo, una instrumentalidad de aires pop tropical y que regala solos casi en cada canción, nunca sobrepasados, son los puntos de su inamovible carta de presentación. Así es como Beach Beach consigue una harmonía compositiva de la que emerge una buena dosis de energía. El enorme potencial de este grupo mallorquín, que perfectamente podría haber salido de un local de ensayo de Brooklyn como The Drums o Beach Fossils, se encuentra ahí: persiguen una idea clara y arraigada, creando un sonido cohesivamente fluido. Todo esto que encarna este cuarteto no puede provocar menos que admiración, más por su corto bagaje; y lo hacen con el cuidado de no sobrepasar ningún límite que genere algún desvío chirriante frente a esta imagen de grupo tan bien construida. ¿El resultado? Melodías vitales y llenas de fuerza, que nunca llegan a agotarse. Y por ello es necesario que el próximo viernes los veamos. De principio a fin.

Entradas en Ticketea.


By Andrea Genovart