Crónica y fotografías by Sara Cartas

—–

Amaral pasó por Burriana el pasado jueves, dentro de su Gira Acústica 2020, con motivo de las fiestas de la localidad de Castellón. La cita tuvo lugar en las pistas de atletismo, alejado del ruido de los coches, pero cerca de los entrenamientos de fútbol que ocurrían paralelamente al concierto a unas decenas de metros de distancia.

Juan Aguirre y Eva Amaral subieron al escenario con las mascarillas negras colocadas ante un público expectante por escuchar las canciones de Salto al color (2019) y canciones que hasta el menos fan de Amaral conoce. Después de la calurosa bienvenida del público, comenzaron con ‘Señales’ y ‘El universo sobre mí’, con lo que ya nos avisaban de lo que sería el concierto: novedades y clásicos que podríamos corear todos —siempre desde nuestras sillas, con la mascarilla puesta y la debida distancia de seguridad—.

Estas canciones las hemos preparado con mucha ilusión. Juan y yo las preparamos en cuanto nos pudimos ver después del confinamiento”, fueron las palabras de Eva para introducir ‘Bien Alta la Mirada’ y ‘Cómo hablar’. Han pasado veinte años entre una canción y otra, pero ambos integrantes siguen teniendo la misma pasión en las canciones, y Eva Amaral nos sigue engatusando con la profundidad de su voz.

En la quinta canción empiezan las risas. “Os aseguramos que no tenemos en casa una bola del tiempo”, comenta Eva, en relación con los siguientes temas que podremos escuchar. ‘Nuestro Tiempo’ ya nos pone en alerta: “Es nuestro tiempo tan extraño y violento, parece que es el fin y solo es el comienzo”. Continuaron con ‘Kamikaze’, ‘Revolución’ (“por todas las canciones que empiezan a nacer para no ser escuchadas y al fin lo van a ser, cantadas con rabia por los que siempre callaron”) y ‘Soledad’, dedicada a las revolucionarias, canción que nos recuerda a todas las mujeres que han salido adelante en tiempos convulsos y en situaciones precarias que nadie debería sufrir.

Es raro esto de estar tocando y que estén entrenando al otro lado”, nos cuenta Eva entre sonrisas. “Tenemos que darle las gracias al que ha estado corriendo en las pistas esta tarde y no podía dar la vuelta entera por el escenario, así que se daba la vuelta cada vez que llegaba aquí”. Y ahí llegó otro clásico: ‘Moriría por vos’. Nos damos cuenta de que ya estamos a la mitad del concierto y se ha pasado volando, como si fueran segundos. Las tres supuestas últimas canciones son ‘Nocturnal’, ‘Ondas do Mar do Vigo’ y ‘Mares Igual Que Tú’.

Llegó el primer bis, porque a qué artista no le gusta que le pidan más, que el público necesite que el concierto no tenga fin. Así que mejor no poner sólo un bis, sino dos. Después de la pausa para hidratarse —con agua o cerveza—, volvieron con ‘Entre la Multitud’, también con un título perfecto para los tiempos que corren, con un outro de la canción ‘Bizarre Love Triangle’, de New Order, para continuar con ‘Tardes’, cantada casi en su totalidad por el gran guitarrista Juan Aguirre.

La recta final del concierto se acerca. “Dicen que las mujeres pueden hacer dos cosas a la vez, pero no es mi caso”, nos cuenta Eva entre risas. “Nos hemos echado mucho de menos, y aquí es donde nos damos cuenta de la importancia del factor humano, así que os dedicamos esta canción”, dando paso a ‘Sin ti no soy nada’, con outro de Ennio Morricone. Las tres supuestas últimas canciones —otra vez— son ‘Hacia lo Salvaje’, con ‘A galopar’ de Rafael Alberti y ‘El progreso’ de Roberto Carlos, ‘Peces de Colores’ y ‘Cuando Suba la Marea’. “Haremos el paripé este de hacernos rogar y si vosotros queréis, volveremos”, antes de desaparecer por la izquierda del escenario con el inmenso aplauso del público y las ganas de más de cada uno de los asistentes.

Organizar conciertos en esta época es complicado”, comenta Eva, “y lo hacemos con ánimo de traer un poco de alegría. Así que quiero agradecer a la gente que lo hace posible”. Saca una lista con los nombres de todo el equipo. Pero no sólo agradece a los que están detrás de la música, incluyendo a los técnicos de luces y sonido, sino al equipo de limpieza, a la organización, al ayuntamiento, a The Music Republic y, no podía faltar, al público, por seguir manteniendo viva la cultura musical de este país.

Ahora sí que sí. Las dos últimas canciones nos traen una mezcla de nostalgia, melancolía, esperanza y felicidad. ‘Salir corriendo’ y ‘Ruido’ son los últimos 7 minutos de un concierto acústico que nos devuelve la fe en el mundo, pero a la vez nos aviva las ganas de luchar por un mundo mejor, por una vida mejor. “Esta noche no la olvidaremos nunca. La próxima vez nos veremos bailando entre la multitud y con un poco de suerte, nos vemos las caras”. No estamos seguros de cuáles serán las condiciones del próximo concierto de la formación zaragozana, pero tenemos claro que Amaral siempre es dejar atrás el blanco y negro y pegar un salto al color.