Hoy llega a los cines Misterioso Asesinato en la Montaña, el tercer largometraje dirigido por Franck Dubosc (Sobre ruedas, Rumba terapia), una comedia negra con toques de thriller rural que ya ha seducido a más de 1,5 millones de espectadores en Francia.
La historia nos lleva al Jura, un recóndito y nevado pueblo de montaña donde Michel y Cathy, un matrimonio en decadencia, intentan mantener a flote su anodina vida y su negocio de venta de árboles de Navidad. Entre deudas crecientes y un hijo difícil (Doudou, un niño tan introvertido como impredecible), la rutina se rompe cuando Michel, en un giro tan literal como argumental, intenta esquivar a un oso y acaba estrellándose contra otro vehículo.
En el accidente mueren los dos ocupantes… que, como no podía ser de otra manera, resultan ser traficantes de droga. Michel decide ocultarlo, Cathy se une al plan, y lo que parecía una mala noche de invierno se convierte en el inicio de una espiral absurda de encubrimientos, dinero encontrado (más de dos millones de euros en el maletero) y un plan cada vez más disparatado que despierta sospechas en la policía local.
Sí, suena a Fargo. Y sí, la comparación es inevitable. La atmósfera rural, la acumulación de malas decisiones y la mezcla de humor negro con dilemas morales están ahí. Pero Misterioso Asesinato en la Montaña no alcanza la precisión ni el ácido ingenio de los Coen. Lo que ofrece es una versión más ligera, más burlesca y (quizás por ello) más accesible.
Franck Dubosc firma una dirección correcta, funcional, sin excesos ni riesgos. Donde realmente destaca el filme es en sus giros de guion —que no cesan— y en la sólida interpretación del reparto femenino, con Laure Calamy y Joséphine de Meaux como las piezas más afinadas del elenco.
En definitiva, una propuesta entretenida, con aroma a thriller de sobremesa, perfecta para quienes buscan un relato oscuro pero fácil de digerir, con paisajes nevados, humor torcido y ese tipo de enredos que, por muy imposibles que parezcan, uno ya compra con gusto cuando el tono está bien equilibrado.
¿Te cambiaría la vida encontrar una bolsa con dos millones en el maletero? A Michel y Cathy también. Aunque no como esperaban.