Crónica y fotografías by Sara Cartas
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Por segundo día consecutivo nos plantamos en el recinto de Abre Madrid, situado en IFEMA. Tras más de dos años sin pisar Madrid, ha sido Vibra Mahou quienes han traído a Sidonie de vuelta a los escenarios madrileños. Este es el primero de los dos conciertos de Vibra Mahou en Abre Madrid: el segundo será La Habitación Roja el 24 de julio.
El esperado regreso de la formación barcelonesa ha servido como aperitivo a todo lo que nos traerán a partir de otoño, después del éxito conseguido con el single de presentación del nuevo disco Me llamo Abba, que cuenta con la participación de Kimberley Tell. De esta manera, ha arrancado para muchos una nueva normalidad que cada vez parece ir retrocediendo un poco. Había una afluencia mayor que en el concierto anterior, con un sold out completo —1000 asistentes—, lo que provocó ciertos problemas de distribución del aforo, con gente esperando a la entrada de su sector por no disponer de mesas suficientes. Comprobamos que Sidonie siguen moviendo masas, dejando claro que es posible disfrutar de la música de esta manera también.
Después de brindar —y de sufrir los dichosos anuncios como si de un cine se tratase, con el público muerto de ganas de ver a su grupo favorito, pero no de comprarse un coche—, Marc Ros, Jes Senra y Axel Pi salieron al escenario dispuestos a comérselo como siempre han hecho, acompañados de Víctor Valiente a la guitarra y Edu Martínez a los teclados. En la pantalla detrás del escenario, así como a los lados, pudimos verlos en primeros planos cuidadísimos, con el mimo característico de este grupo y que honra a todos los técnicos presentes ese día. Asimismo, la calidad de sonido fue impecable, a pesar de un fallo de micro en la última canción, podríamos haber estado en la sala con mejor acústica de Madrid y hubiera sido igual de bueno que el concierto que nos ofrecieron.
Empieza a sonar “El Incendio”, sube la temperatura de Ifema y el viento corre entre los espectadores para apaciguarlo un poco. A pesar de no poder levantarse de los asientos, como en todos los conciertos de esta nueva normalidad, los fans del grupo catalán están dispuestos a disfrutar del concierto como han hecho siempre: cantando “Nuestro baile del viernes” a pleno pulmón, sin que falte el puño en alto de todos los miembros al final de la canción, al más puro estilo Black Lives Matter.
Continúan con “Fascinados”, para seguir con la defensa de Marc de los pantalones cortos que había decidido ponerse esa noche —junto con una camiseta de Cadaqués y una americana, al más puro estilo Marc Ros— y “Costa Azul”. En “Me llamo Abba”, el primer single del que será el noveno LP del grupo, Marc se une a la percusión de Axel con una pandereta y acaba tumbado en el suelo —con ciertas dificultades para mantener la respiración con tanto ejercicio—. “Un día de mierda” podría resumir perfectamente todo lo que nos está pasando en 2020, y en Sidonie están bastante de acuerdo con ello, así que al final de la que probablemente sea una de sus canciones más conocidas, añadieron “2020 será un año de mierda, pero la culpa no será mía”. Esta vez está en la responsabilidad de cada uno que el 2021 también sea un año de mierda o no.
Antes de continuar con el repertorio, Axel Pi se emocionó al agradecer al público por estar allí, por hacer que la música en directo y la cultura en general siguiera siendo posible en tiempos tan duros e inciertos como los actuales. “Se monta todo este tinglado para apoyar a la música y es maravilloso que la gente responda tan bien”, apuntó Axel entre algunas lágrimas de alegría.
La siguientes fueron “Por ti” y “El peor grupo del mundo”, en la que Marc cambió los nombres que estamos acostumbrados a escuchar en esta canción —Laura, Óscar y Alex— por Abba, Hugo y Domènech, los tres protagonistas de la novela Me llamo Abba (Marc Ros, 2020). Después vinieron “Siglo XX”, “El bosque”, con un gran solo de guitarra de Marc, y “Un día más en la vida”. En esta última, Marc aclaró que la suele cantar con su hermana, que tiene una voz más aguda que la suya, así que le pidió al público que asumiera ese papel.
Por último, con un cigarrillo en la mano, Marc fue presentando uno a uno a todos los músicos sobre el escenario: Edu Martínez a los teclados, a la guitarra Víctor Valiente, Axel Pi a la batería y Jes Senra a la guitarra y coros, presentado como el hermano mayor del grupo. Él fue quien nos introdujo al gran Marc Ros, que tantos años lleva a la voz y guitarra de Sidonie.
Después de los dos minutos de cortesía en los que el grupo se marcha del escenario y el público pide alguna más, volvieron con “Carreteras infinitas”, dedicada a La Habitación Roja, que hizo una versión junto a diversos artistas de la música nacional.
Las dos últimas canciones fueron “Estáis aquí” y, como todos esperábamos —y deseábamos—, “Maravilloso”. Mientras bailaban los tres por el escenario, nos dejaron claro que “estar en Madrid y con vosotros es maravilloso”. Estar con Sidonie también es maravilloso. Y pasárnoslo bien con ellos y su música, desde luego que es maravilloso.