El camping de un festival es como un micromundo. En él hay hueco para personas de cualquier raza, estado civil, tendencia sexual y religión. Será allí el primer lugar del festival que pises y también el último.

Prepárate para conocer a decenas de personas durante ese fin de semana. Algunas de ellas no volverás a verlas jamás, pero otras entrarán a formar parte de tu círculo de confianza. Incluso cabe la posibilidad de que acabéis creando un grupo de WhatsApp llamado algo así como Cerros del Espino Sound 20**.

Antes de todo, lo más importante es que vayas sabiendo tus cartas. Estas son las personas que podrás encontrar en el camping de un festival.

 

20 tipos de personas que puedes encontrar en el camping un festival

 

El Ingeniero

No todos los héroes llevan capa. Los ingenieros habitan los pasillos del camping desde los tiempos de Gandalf el gris. Su experiencia en el campo y en trigonometría avanzada le dotan de superpoderes que van más allá de nuestro conocimiento;  como desmontar una tienda quechua en menos de un minuto. Te adoramos, amigo ingeniero.

 

El borracho

La felicidad está en el fondo del cubata”. Puedes encontrarlo tirado en su silla o durmiendo en la tienda. Suele perderse todos los conciertos. No importa si habéis sufrido un huracán o la cancelación repentina de la mitad del cartel, para el borracho siempre habrá sido la mejor experiencia de su vida.

 

La youtuber

“Primeras filas nuestra obsesión” Si escuchas esa frase, no hace falta que saques tu pokedex; estás en frente de una youtuber. Tranquilo, son inofensivos (casi siempre) pero eso sí, prepárate para sufrir ligeros episodios de ceguera temporal debido a la cantidad de selfies que se harán durante los conciertos. Nuestro consejo: inicia un pogo cuando los tengas cerca.

 

El Carpintero

Para El Carpintero, el martillo se ha convertido en una extensión de su propio brazo, el cual siempre estará dispuesto a prestarte. Posee una visión de Rayos X que le permite detectar las piedras más afiladas. Te será de gran ayuda a la hora de montar y asentar tu tienda.

 

El Casado

Nuestro amigo el casado disfrutaba de unos maravillosos meses de soltería cuando adquirió su entrada. Por desgracia, ciertas nubes negras en forma de matrimonio han aparecido en su vida a escasos días de la fecha más esperada del verano. Su estado total de pánico le obliga a quedarse en tierra de nadie, por lo que es común verle disfrutar de los primeros conciertos de la tarde para acabar pegado al móvil con una sonrisa nerviosa. “Id Tirando que yo ya si eso…” es su frase preferida.

 

El Sobrio

Se ha prometido a sí mismo no probar una gota de alcohol durante todo el festival y por sus huevos lo va a cumplir. Intenta no acercarte a menos de 5 metros con alguna bebida en mano, a diferencia del youtuber, este festivalero sí que puede experimentar comportamientos agresivos.

 

El Cocinillas

El Camping Gas es su religión. Desprende un  olor a barbacoa capaz de resucitar a los cuerpos más resacosos de todo el camping. Su mochila se encuentra llena de todo tipo de salsas importadas. Estará dispuesto a compartir contigo un buen filete a cambio de bienes o servicios.

 

El De La Guitarra

“Because maybeeee you got to be the one that saves meeeee and after aaaaaall, you’re my wonderwaaaaaaaaaaaaAAAAAALL” (A veces también se atreve con alguna de Bowie).

 

El Estafado

Le vendieron la moto con el aftermovie y ahora grita a los cuatro vientos clamando justicia: “Aquí no hay tantas pibas como me habían prometido”. Poco a poco consigue encontrar su lugar en el festival, el cual suele estar a medio camino entre el camping y la entrada al recinto. A veces habla un poco raro pero es buena gente.

 

Golum

Puedes ubicarlo en los cubos de basura tumbado panza arriba mientras los primeros rayos de sol llegan a su rostro. “Mi tesooorooo” susurra mientras abre sus ojos.

 

El Guiri Feliz

Se ha perdido, pero poco le importa. Él estará dispuesto a ser tu fiel escudero en mil batallas. Os emborracharéis juntos, cantaréis en todos los conciertos y te convalidarán el C1. Cuidado, llorarás en la despedida.

 

El Ermitaño

¿Cúal ha sido tu concierto favorito de esta edición Ermitaño? “No sé tío, había un fiestón increíble en el camping, incluso un pavo se ha atrevido a tocar «Wonderwall”.

 

El Sedentario

No sale del camping ni para ir al súper y aún así siempre cuenta con una botella de ron bajo el brazo. Nadie sabe cómo lo hace porque nadie ha ido al festival con él, pero se marcha siendo amigo de todo el mundo.

 

El Conductor

Se sacrifica por el grupo ofreciéndose a llevar el coche y, lo que es más importante, hacerlo también en la vuelta a casa. No se deja vencer por las resacas más malas ni por las caravanas veraniegas. Por si fuese poco, también suele encargarse de ir a hacer la compra diaria y entrar al camping cargado con bolsas de hielo, litros de alcohol y algún que otro alimento sólido. Literalmente le debes la vida.

 

El Ladrón

Alerta roja, se disparan las alarmas. Hay ciertos objetos que deben protegerse con uñas y dientes: las mesas y sillas de camping. Si te alejas de ellas escasos minutos es posible que el ladrón entre a escena y las haga desaparecer para siempre. No finjas que no eres él o que, por lo menos, nunca lo has pensado mientras preparabas un cubata sentado en el suelo y sujetando el vaso entre las rodillas.

 

El Frikazo Musical

La pared se su habitación lleva meses decorada con los horarios de cada escenario. Experimenta sudores fríos y convulsiona entre cada actuación, no puede perderse nada. Si lo tienes cerca dale un abrazo, necesita cariño.

 

El Gallo

Su única función es despertarte mientras llama a sus amigos a voces. Uno de sus pasatiempos favoritos es compartir fotos de Cabronazi en Facebook. Corren rumores de que en su casa hay un agujero de gusano que te lleva al 2010.

 

El Agonías

No tolera el calor pero decide pasar unos días de verano acampando en un festival. La ducha es su hábitat natural aunque también puedes ver cómo expresa su indignación en 2.0 a través de Twitter. En el fondo disfruta entre tanto sufrimiento.

 

El Guri Tocahuevos

El Jetlag ha hecho estragos en este pobre festivalero, por lo que es común escuchar sus gritos hasta el amanecer. También el clima ha destruido su piel, por lo que tiende a tergiversar la realidad. Que vaya hasta el culo de éxtasis tampoco ayuda. En el fondo no es más que una pobre víctima. Si quieres vengarte, te aconsejamos tener cerca al de la guitarra a eso de las cuatro de la tarde.

 

El Patriota

Se siente muy orgulloso de haber atravesado medio mundo para achicharrarse en la costa mediterránea. En lugar de crema solar se ha traído una bandera de su país para atarla al cuello, colgarla en la tienda de campaña o vete tú a saber para qué. Suele ir de la mano con el guiri tocahuevos, intenta no acampar demasiado cerca suyo.

 

El Especulador

Llega al festival con cinco euros y se va de allí con treinta. Lo consigue a base de ingenio. Se lleva de casa una pequeña piscina hinchable y pone un cartelito delante que reza “un baño = 1€”. Alquila por horas las raquetas de bádminton que tiene desde los seis años. Si no compartiera la tienda de campaña con tres amigos más también la vendería. Y a los amigos también.

 

By Daniel Santamaría y Lara Fernández