Eddington

Eddington: Ari Aster dispara contra la América pandémica | Reseña de la película

El siempre especial Ari Aster (Midsommar, Hereditary, Beau tiene miedo) regresa con un proyecto arriesgado, inclasificable y desbordante: una película que mezcla western, thriller, comedia negra y suspense. Presentada en la pasada edición del Festival de Cannes y con estreno en España en el Atlántico Film Fest, su propuesta invita a la reflexión… y al desconcierto.

La historia se sitúa en Eddington, un pequeño pueblo de Nuevo México, en mayo de 2020, en plena pandemia del Covid. Allí asistimos al enfrentamiento entre Joe Cross (un convincente Joaquin Phoenix), sheriff del condado, y el alcalde Ted García (Pedro Pascal), cuyas posturas opuestas sobre cómo sobrellevar la crisis sanitaria pronto se transforman en un duelo político y personal.

A la disputa se suma la batalla por la alcaldía, la polémica construcción a las afueras del pueblo de un centro de datos llamado Solid Gold Magikarp, y el clima de tensión social que atraviesa Estados Unidos tras el asesinato de George Floyd. Disturbios, manifestaciones antirracistas y violencia callejera terminan por convertir Eddington en un cóctel explosivo donde extremistas armados y drones generan el caos.

Fiel a su estilo, Aster no ofrece respuestas claras: la violencia final ¿proviene de antifa, infiltrados, agentes del sistema? La ambigüedad es parte del juego. Lo que sí queda claro es su visión: un retrato del mundo desquiciado, dividido y al borde del colapso. A través de su peculiar sentido del humor, Aster transmite el horror en todas sus formas: fake news, conspiraciones, uso compulsivo de móviles, políticas inútiles.

El resultado es una sátira despiadada y desbordada de violencia —disparos, asesinatos, litros de sangre— que en algunos momentos recuerda a los hermanos Coen, pero llevada al extremo.

En el reparto, además de Phoenix y Pascal, destacan Emma Stone y Austin Butler en papeles secundarios que amplifican el caos. Lo peor: una narrativa irregular, con momentos en los que no queda claro lo que se está contando… aunque quizá Aster lo busque deliberadamente, como reflejo de los tiempos actuales.

Eddington es un film interesante, provocador y no apto para todos los públicos. Gustará sobre todo a los cinéfilos que aprecien las sátiras excesivas, corrosivas y cargadas de ambigüedad.

Un espejo brutal de una época en la que el mundo se volvió loco… y aún no se ha recuperado.

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