Bandas británicas que hacen indie-rock hay muchas. Bandas tan buenas instrumentalmente como The Wave Pictures hay pocas dentro de ese estilo. Ayer, 25 de noviembre, los británicos dieron el primero de los dos concierto (mañana el segundo) que darán en Madrid esta semana.
La cuidada música de la banda estuvó a punto de llenar la sala Charada, objetivo que sí que han conseguido el miércoles: SOLD OUT con mayúsculas. Y la verdad es que llama la atención que un grupo sin apenas promoción y sin requerir de vestimentas estrafalarias tenga una fama tan grande en nuestro país. Pero es que en este caso la música es lo que predomina por encima de todo. Es empezar a escuchar sus canciones y darse cuenta de que estos tíos tienen algo. Sus riffs tan bailables y sus estribillos pegadizos tienen todas las de triunfar en un directo.
Y es en los directos dónde el grupo se luce. Ayer la comunicación con el público estuvo presente tema tras tema, con David Tattersall (voz y guitarra) ejerciendo casi de monologuista en ocasiones, como cuando se quejó en tono de broma de las luces psicodélicas del techo con las que cuenta la sala. Las carcajadas de la gente acompañaban a cada parón pero cuando sonaba la música los bailes y el movimiento eran totales. En los casi 80 minutos del concierto los británicos repasaron toda su discografía e improvisaron con temas sobre la marcha. También se permitieron el lujo de versionar 2 canciones de Daniel Johnston, con el batería mostrando su más que buena faceta vocal.
No faltaron temas como «Little Surprise«, con el que llegan a recordar a Vampire Weekend, o «You’ve Got A Lot Of Nerve«, en el que muestran el poder de las guitarras. Los solos de guitarra, batería e incluso bajo se repitieron a lo largo de la actuación demostrando la capacidad antes mencionada del trío para llevar la instrumentación a otro nivel. La mofa sobre la comparación de Gotye con Sting y su «Somebody That I Used To Know» (SOMEBODY!) volvió a crear una pausa para reír al público a mitad de concierto. Más bailes, aunque ellos estén estáticos, y temas se sucedieron hasta el fin del bolo en el que terminaron con un último bis, digno de un baile final.
Al final del concierto los 3 se paseaban por la sala con total calma y tuvimos la oportunidad de charlar con Tattersall y que nos contara lo que les gusta improvisar y no tener un setlist fijo, como tienen la mayoría de los grupos. Esa es otra de las cosas que hacen diferente a este trío. Son humildes, cambian cada noche de setlist pero su música sigue con la misma calidad de siempre. La gente que vaya hoy a su concierto en Salamanca y mañana al de Charada tendrá el espectáculo merecido y la inversión más que recuperada.
Crónica by @rayvegas
Promotora: Ground Control Mangement