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Crónica | EZEZEZ y el diablo de sanghai en Sala El Sol (Madrid, 2025)

El pasado 17 de mayo, la Sala El Sol de Madrid se convirtió en el epicentro de los pogos con EZEZEZ, quienes compartieron escenario con El Diablo de Shanghai en una de las citas musicales ofrecidas por Sound Isidro.

El cuarteto vasco arrancó con una mezcla de psicodelias guitarreras, ofreciendo desde el segundo uno un espectáculo lleno de intensidad y emoción. La banda, compuesta por Unai Madariaga (voz/guitarra), Eneko Ajangiz (guitarra), Álvaro Olaetxea (batería) y Mikel Irigoyen (bajo), se entregó por completo al público en una noche en la que el principal protagonista fue su último álbum, Kabakriba (2025), un trabajo que refleja la madurez y evolución de la banda, y que llenó cada rincón de la sala.

Aunque los comienzos del grupo fueron casi al completo en inglés con su primer álbum When I Thin Something Is Funny I Smile (2022), actualmente su apuesta en el nuevo disco es el euskera. Un lanzamiento que podría resumirse en que cuando el público piensa y siente que algo es bueno, salta. Un efecto que provocó cada una de sus canciones en la Sala El Sol aquella noche. Saltos y más saltos, envueltos en pogos que parecían torbellinos, y en los que “daba igual si entendíamos las letras o no”, tal y como aseguró Unai.

El público salto de canción en canción y de álbum a álbum. EZEZEZ repasó temas de Katuzaldia (2024) , también con el euskera como protagonista, entonando canciones como Etxetxo, Dutxita, Arrantzale, Kalekume, Zikin o Marmitako, que en más de una ocasión estuvieron acompañadas por un quinto integrante decidido, con trompeta y con un clavel rojo que colocó a Unai en el chaleco como si San Isidro perdurase aquella noche. Y, aunque el grupo no volvió a sus orígenes en inglés, sorprendió con Believe de Cher, creando un momento épico y que sirvió para coger fuerzas.

 

Antes de cerrar el telón y pasar el relevo a los que mencionaron con cariño y humor como “Los dragones de Hong Kong”, el cantante de EZEZEZ se subió a una de las barras de las salas creando un pasillo irrompible al ritmo de Ezezez, que dejó una estela de energía perfecta para el segundo pase.
Con la sala abarrotada y ganas de seguir llevando el pogo al límite hizo su aparición el diablo de shanghai, compuesto por los barceloneses Juanito Hit (voz y guitarra rítmica), Juana Poch (guitarra y voz), Víctor Vidal (bajo y coros) y Albert Muñoz (batería y coros).

Con un director arrollador, pasaron por sus temas más potentes y undergrounds como Magia Roja, y viajaron de lleno a través de su álbum 113 Pasos Adelante en el Ensanche (2024), reventando el ánimo, y en el buen sentido, con canciones como Editorial, Tabaco y Boviscopofobia o Patti Smith. Uno de los temas que el grupo dejó para un cierre apoteósico, junto a las increíbles Términos y Condiciones e Himalaya, en la que en vez de escalar, el público se convirtió en una conga gigante sin principio ni final que serpenteó por cada rincón de la sala.

Sin duda, una noche que dejó una sensación más que clara y que puede encontrarse en la letra de su tema Joven ciudad, “el ambiente por delante de la mierda y lo demás” y “la gente hecha una fiera”. Esperamos que esta sesión doble se repita más que pronto.

 

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