Crónica y fotografías por Sara Cartas

2021 llegaba con la intención de marcar un punto de inflexión y hacer borrón y cuenta nueva tras el peor año de nuestras vidas. Con un sector musical especialmente mermado por la pandemia, Madrid cumplió con los deberes programando para este año varios ciclos de conciertos como el Madrid Brillante o el Inverfest que hicieran de 2021 “un buen año”. Con casi el primer mes completado y un futuro todavía más oscuro que el pasado, la música daba algo de luz al Teatro Circo Price con el concierto que nos ofrecieron Cala Vento el pasado viernes 29 de enero.

Contraprogramado simultáneamente con sus paisanos de Sidonie dentro del propio Inverfest, Joan Delgado y Aleix Turón volvieron a demostrar que lo mismo les da tocar para cinco con cincuenta. Con una versión de Lucio Battisti y su clásico españolizado “Mi libre canción” Cala Vento arrancaba los primeros compases de un concierto donde la banda repasó desde su primera hasta su última canción. Siempre con esa mezcla entre amor y reivindicación, “Solo ante el peligro” con mención a Pablo Hasel incluida dio paso a “Un buen año” entre las risas y comentarios que recoge la ironía del momento en contraste con la canción. Con “Antes que él”, “Unos pocos y otros tanto”, “La estrella de ballet” y “6.000.000.000” Cala Vento hicieron un pequeño recorrido por todos sus discos y esas canciones que, quizás de menos renombre, elevan un concierto en el que se agradecen estos regalos. Este arsenal de rarezas dio paso a que la aclamada “Historias de bufanda” uniera gargantas al unísono del pegadizo “te jodes y bailas”, pero desde la butaca.

cala vento madrid

Con “Fetén” y “Arquitectura” el dúo de l’Ampurdà dieron un auténtico recital de rock que se superó todavía más con el éxito “Todo” en el que Joan prefirió reservar su garganta para que tras “Estoy enamorado de ti” Cala Vento presentaran a uno de sus nuevos bebés de manera pública. Con “El acecho (¿cómo se deja de llorar?)” el dúo pasó del rock más estridente a la balada de lágrima fácil cambiando la batería por la guitarra acústica y los golpes de luz por unos focos intimistas que funcionaron a la perfección. Del grito al llanto en dos acordes, eso es lo que necesitaron Cala Vento para aprovechar el aplauso del público para que Joan comenzara el rasgueo de “La importancia de jugar al baloncesto” y dejara al público tan emocionado que casi pasan por alto “Casa linda”, una nueva canción estrenada en acústico.

Los parroquianos reunidos en el Price regalaron una bonita ovación como ante este pequeño bloque intimista que dio paso a una nueva subida de pulsaciones. “La comunidad” preparó el terreno e “Isabella Cantó” hizo que en alma pero no en cuerpo los presentes se levantaran con cada una de las frases icónicas de los hits de Cala Vento, quienes no reservaron para el final “Gente como tú”, una absoluta alfombra roja para estrenar “Teletecho”, la canción que junto a “El acecho” presentaron el mismo viernes 29. El tema que los de Montgrí han grabado con Amaral consiguió que pese a llevar menos de 24 horas en el mercado, varios de los presentes corearan su estribillo en sustitución de Eva Amaral y Juan Aguirre, con los que Cala Vento esperan volver a coincidir, esta vez, encima del escenario.

cala vento

Como gran colofón final, “Abril” y su “sigues siendo mi mitad” lleno de emoción dejó alguna lágrima de poderoso rock entre el público que cantó “Isla desierta” como el auténtico himno de vida que es. Para redondear una tarde en la que apenas hubo parón, Joan y Aleix dieron las gracias a todo el público madrileño recordando la dificultosa situación que rodea cada concierto hasta el último segundo de su producción y la realización de este es una auténtica celebración. Con el público de pie en una calurosa ovación que se extendió varios minutos tras el apoteósico “Fin de ciclo”, Cala Vento volvieron a dejar una impronta difícil de borrar en la mente de los fans presentes en un Price que ya se les queda pequeño.