Este 2016 ha sido un gran año para Belako. El grupo vasco se ha consolidado como uno de los referentes del circuito independiente nacional. La clave de su atracción es una propuesta innovadora y transgresora que llama la atención doblemente por la joven edad de los componentes de la banda, que dotan de frescura y sencilla espontaneidad unas composiciones que recuerdan a la New Wave británica. El próximo 7 de diciembre despedirán su gira en la sala Joy Eslava, en Madrid.
Belako ha supuesto un giro de 180 grados a lo que venía siendo las propuestas musicales de los últimos tiempos, junto con otros grupos que se han sumado a este relevo generacional que han revolucionado no solamente el ritmo de las canciones sino el tipo de público y la forma de vivir sus conciertos. Un post – punk en inglés, que se suma a esta ola de garage minimalista donde prima ante todo una actitud agresiva que tire del carro cualquier manifestación musical, es la seña de identidad de estos cuatro chavales vizcaínos que ya han debutado en festivales de tanta resonancia como son el BBK o acompañando a los Crystal Fighters en las cuevas de Zugarramurdi.
Con dos LP, Eume (2013) y Hamen (2016), de letras tanto en inglés como en euskera, aunque éstas últimas son minoría en comparación a las primeras, Belako ha resultado ser un grupo con una personalidad propia y singular en la Península, de un sonido crudo y algo grunge que tiene que ver con la vitalidad de una banda que acaba de empezar (ninguno llega a los 20 años) y que no está viciado ni arraigado a nada. Sin embargo, la recepción de éste no ha podido ser mejor: son convocados en casi todos los festivales de música independiente del país y referentes de la nueva música moderna española. Y si todavía no tenemos suficiente con todo ésto, tenemos una oportunidad para corroborarlo ni más ni menos que en una de las mejores salas de la capital.
By Andrea Genovart