Victorias continúan en la senda de hacer las cosas bien y con sello propio. La banda sevillana publica su segundo disco el próximo viernes, 13 de febrero, y hay ganas de comprobar a qué suenan sus nuevas canciones. Emocional, título del álbum, llegará cargado de guitarras y melodías de espíritu bailable.
El lanzamiento del disco viene acompañado de una gira de salas que comenzará este mes, para luego dar paso a su presencia en varios festivales nacionales y a toda una aventura: su primera visita a México.
Hablamos con Juanma García, batería de la banda, sobre el disco y más temas.
Entrevista a Victorias
Emocional marca un cambio hacia un sonido más íntimo y confesional. ¿Cómo surgió la idea de este enfoque?
No creo que fuera algo premeditado. Es cierto que teníamos muchas conversaciones sobre el concepto del disco, algo que, al menos yo, sentía que tenía que surgir de una forma natural. Poco a poco, el contexto, la situación de la banda, ya fuera entre nosotros mismos, o, de puertas para afuera, la apertura de Ire a la hora de expresar y el proceso compositivo en sí, con sus más y sus menos etc., nos llevo a Emocional, un nombre que, en otro momento, no se me hubiera ocurrido proponer, pero que es la forma más clara y concisa de exponer lo que es, sin prejuicios, sin poses.
Habéis comentado que creasteis más de cuarenta canciones para este álbum. ¿Cómo fue el proceso de filtrar y seleccionar las 12 que forman el disco?
Pues, siendo sincero, cada día teníamos una perspectiva diferente de lo que estaba mejor o peor. Se le han dado muchas vueltas, quizás fruto de las dudas, de la auto exigencia o de la búsqueda de la sinceridad con uno mismo. Al menos para mí, fue clave algo que siempre tuve en la cabeza, “no tenemos que demostrar nada a nadie”. También es cierto que yo era de los que más insistía en ir cerrando el círculo.
Creo que, en cierto sentido, los últimos días antes de entrar a grabar tuvieron su relevancia: nos encerramos de forma muy intensiva en el local, incluso alguno dormimos allí alguna que otra noche (risas). Pero con la intención era de no darle muchas vueltas, entre otras cosas porque no había más tiempo. Ahí me convencí de que teníamos algo especial y el hecho de ir cerrando temas de forma más inmediata aportó, aparte de momentos muy muy divertidos, cierta frescura.
¿Qué significa para vosotros el título Emocional? ¿Cómo conecta con el mensaje del álbum?
Como comentaba en la otra pregunta, es simplemente eso, el propio termino en si. No creo que haya otra forma más honesta y directa de expresar todo esto. Es real, guste o no.
Trabajar con Guille Mostaza como productor, ¿qué aportó a la esencia de este nuevo trabajo?
Bueno, Guille y toda la familia de Alamo Shock aportan muchísimo y no solo en lo estrictamente musical, que también. Entendió perfectamente todo desde el primer momento y, una vez más, supo sacar lo mejor de los temas y de cada uno de nosotros. Tuvimos claro que íbamos al grano, a expresar, sin miedo a cortar, a desechar, a no alargar con pasajes innecesarios. Fuera egos y siempre en pro de las canciones. Aparte, en la convivencia durante todos esos días hubo momentos tan chulos que nos despedimos con cierta sensación de pena, como al final de un campamento de verano, todo muy emocional (risas).
En un momento en que muchos artistas priorizan los lanzamientos rápidos para cumplir con los algoritmos, ¿qué os llevó a resistiros a esa tendencia?
Nosotros mismos. No sé si es una cuestión generacional o de la forma de consumo, pero, ya vamos lo suficientemente rápido en el día a día como para hacer las cosas de esa forma tan vacía y absurda. Quizás haya gente que, de forma honesta, les vale esa formula, pero, con nosotros no funciona. Vuelvo a pensar en que no tenemos que demostrar nada a nadie, si te parece bien, ok, si no, corre a buscar en otro sitio.
En el texto mencionáis que habéis sido tres, cuatro y cinco integrantes en distintos momentos. ¿Cómo ha influido esa evolución en la dinámica del grupo y en vuestra música?
Afortunadamente todas las entradas, salidas y cambios en el grupo no han supuesto nada negativo ni dramático en las relaciones personales entre nosotros, al contrario, de hecho, Antonio, antiguo bajista, sigue siendo un gran amigo muy cercano a la banda y que siempre que hace falta nos echa un cable en lo que sea, ya sea dando opinión sobre las canciones, o tocando en directo si hiciera falta.
A nivel de dinámica, pues, posiblemente, en saber en qué plano estar instrumentalmente para poder aportar lo mejor a cada canción y en ese pequeño reto de volver a darle forma a todo desde un estado diferente. Al fin y al cabo, es algo que motiva y da lugar a nuevas perspectivas.
¿De qué manera este disco representa un hito en vuestra carrera y una consolidación de vuestra identidad musical?
Aunque suene tópico, es real y sentimos que es lo mejor que hemos hecho hasta la fecha. Lo mismo, desde fuera, no se percibe de una forma tan intensa, pero ha sido un proceso revelador (sin pecar en misticismo barato) tanto en lo musical, como en lo que somos para nosotros mismos y de cara la industria. Y sí, lo sé, puede sonar a flipado, pero es lo que hay.
Después de un año y medio de gira con “Un Puño Amable”, ¿cómo ha impactado esa experiencia en la creación de este álbum?
En general, las giras no son como la mayoría de la gente piensa. En grupos como el nuestro, suelen ser muy sufridas, pero nos lo pasamos muy bien e intentamos hacer lo que yo suelo llamar Tribu: las confesiones, los códigos, el compartir, crear anécdotas y, en cierto sentido, estar ajenos a todo lo que ocurre fuera de esa furgoneta.
Tanto la convivencia, el conocernos mejor y el aprender los unos de los otros, han influenciado mucho en este disco.
Vuestras letras son más universales en este disco. ¿Qué temas predomina y cómo queréis conectar con vuestro público?
La verdad que esta pregunta debería responderla Ire que es el que tiene más peso en las letras. Es cierto que todo es fruto de vivencias, a veces compartidas, y, en algunos casos, de ciertas conversaciones.
La forma en la que queremos conectar es muy simple, siendo real.
¿Qué os inspira a escribir canciones tan diversas, desde hablar del amor hasta trabajar en una heladería?
¿Quién sabe? ¿La inquietud? ¿El aburrimiento? Te diría que, en este momento, la falta de prejuicios.
En 2025 visitaréis México por primera vez. ¿Hay ganas? ¿Qué expectativas tenéis de esta experiencia y cómo creéis que os recibirán vuestros fans mexicanos?
Como siempre digo, hasta que no esté firmado no me creo nada (risas). Pero sí, hay muchas ganas, podría ser toda una experiencia.
Es cierto que hay feedback y se está trabajando en ello. México es enorme, por lo que las expectativas, al menos para mí, son básicamente tener la oportunidad de llegar a más gente y, sobre todo, disfrutar de ello. Tengo compañeros que han estado tocando por allí y cuentan maravillas del público mexicano. Claro que me encantaría poder experimentarlo con Victorias.
¿Viajar con mis amigos y seguir acumulando anécdotas a la vez que tocamos nuestras canciones? Por supuesto que sí. ¡Quiero más!
Habéis versionado a artistas tan diferentes como Pancho Céspedes y Peso Pluma. ¿Cómo elegís qué canciones versionar y qué aportan esas versiones a vuestra identidad como banda?
He de reconocer que muchas veces salgo perdiendo en la elección de posibles versiones.
El reto y la gracia está en elegir un tema que sea bueno, tenga algo, o forme parte de tu vida, independientemente del estilo, y llevarlo a tu terreno.
La identidad la pone la banda, algo que no siempre es tarea fácil, por lo que hay algunos descartes por ahí guardados, de los cual me alegro, aunque no todos mis compañeros, incluido nuestro manager J.L. estén de acuerdo (risas).
Cuando os preguntan qué estilo hacéis, soléis decir “lo que nos sale de dentro”. ¿Qué creéis que define a Victorias como banda, más allá de los géneros?
Lo mismo eso es algo que debería responder alguien ajeno a la banda. Para mi es “lo que hay”, sin más. No intentamos ser otros Carolina Durante ni unos Vetusta 2.0, siempre desde el respeto y admiración al trabajo estas personas.
También es cierto que, seguro nos escucha alguien desde fuera, nos saca un montón de similitudes a otras bandas y nos pone a parir, pero, me la pela tanto. No sé, si estuviéramos frente a frente, te diría: mírame a la cara y dime tú.
Recomendad alguna banda emergente nacional que estéis escuchando mucho últimamente.
Aquí no voy a mencionar a ningún grupo súper underground ni sofisticado que mole a tope dentro de la peña más entendida.
Recomiendo a AMANTE LAFFON. Doy fe de que acaban de grabar un puto discazo que saldrá en breve. Ejemplo de banda currante, con un directo genial y, aparte, buenas personas. Ahí lo llevas.








