El 21 de agosto se estrena en España, de la mano de Universal Pictures, Un plan Irresistible, sátira política escrita y dirigida por Jon Stewart y protagonizada por Steve Carell, Chris Copper y Rose Byrne. Una comedia ligera y disfrutable conducida por la música de Bryce Dessner (The Two Popes).
Es muy difícil para un fan de la comedia resistirse a un cartel protagonizado por Steve Carell. Un actor que a pesar de que la película no sea especialmente relevante casi siempre sale airoso. Son demasiadas buenas criticas las que le preceden desde que se hiciera mundialmente conocido por The Office, y como no podía ser de otra manera en Un Plan Irresistible vuelve a regalarnos momentos de brillantez gesticular y puntos cómicos que solo él puede conseguir.
Carell, junto a sus compañeros de reparto Chris Copper y Rose Byrne, consiguen entretenernos durante los 102 minutos que dura el film, metraje que al fin y al cabo es lo que se le exige a este tipo de género.
En la película encontramos una critica a la maquinaría electoral y a la indecente inversión de capital que se realiza en ella. Stewart nos muestra una batalla campal en un pequeño pueblo de Wisconsin entre el Partido Demócrata y el Partido Republicano por hacerse con el poder, situando al pueblo en el punto de mira de todos los medios de comunicación del país.
Todo comienza tras la victoria de Donald Trump en las elecciones generales y la necesidad del Partido Demócrata de recuperar votantes en los territorios más tradicionales.
Stewart utiliza la comedia para retratar la política y el circo mediático que la rodea. Sin posicionarse políticamente, retrata a ambos partidos, mostrando cómo a pesar de que sus intenciones sean diferentes el mecanismo para conseguir su objetivo acaba siendo el mismo.
Sinopsis de Un Plan Irresistible
Gary Zimmer, el principal estratega del Comité Nacional Demócrata, ve un video de un Coronel de la Marina hablando a favor de los derechos de los trabajadores sin papeles y cree haber encontrado la clave para volverse a ganar el corazón del país. Para contraatacar la estrategia de Zimmer, el Comité Nacional Republicano le enfrenta con su némesis Faith, haciendo que lo que empezó como un pequeño enfrentamiento, aumente a una batalla por conquistar el corazón de Estados Unidos.
