Esta semana, Madrid tiene una de las citas musicales más importantes del año, con la visita de una de las bandas más prolíficas de las últimas dos décadas. Hablamos de The Brian Jonestown Massacre, o de lo que es lo mismo, de Anton Newcombe, que se subirá bien acompañado el próximo jueves, ocho de septiembre, a las tablas del Teatro Barceló.
Por ello hemos preparado, en orden cronológico y consciente de la dificultad de nuestra empresa, una lista con nuestros discos favoritos del grupo, en una síntesis de su extensa trayectoria, para aquellos que tengan su entrada y también para los que no, ya sean veteranos, intermedios, o neófitos del universo Jonestowniano.
Pol Pot’s Pleasure Penthouse
Empezamos con el que nosotros y muchos consideran el verdadero debut del grupo. Con un título de referencias igual de macabras (Pol Pot fue un dictador camboyano) que las que utilizaron para su propio nombre, The Brian Jonestown Massacre grabaron y distribuyeron en mano copias en cassete de este álbum allá por el año 1991, mucho antes de su debut “oficial”, Methodrome (también muy recomendable), que vería la luz en el noventa y cinco, junto con la reedición de su Spacegirl and Other Favorites, grabado dos años antes.
Pol Pot’s Pleasure Penthouse es un disco con un comienzo épico, que encierra shoegaze y rock psicódelico de corte británico a la altura de los más grandes de la isla, como Spacemen 3, My Bloody Valentine, o los Stone Roses, pero desde el otro lado del charco, en San Francisco.
En 2012 lo remasterizaría Burguer Records utilizando el “transfer” de una copia que pasó quince años en una caja de zapatos.
https://www.youtube.com/watch?v=1pmZdFYrMxg
Take it from the Man!
La Union Flag ocupa parte de la portada de un disco en el que el grupo abandonaría el shoegaze, hacia el folk rock, el blues, los primeros escarceos con la psicodelia setentera y los sonidos teletransportados desde la mejor etapa de los Rolling Stones, demostrando por vez primera que Anton Newcombe era capaz de evocar a los grandes, salir airoso y sonar a la vez inédito. “Who!” le gustaría cantarla a Mick Jägger, (David Bowie I Love You) «Since I Was Six» emocionaría al propio Bowie, y “Straight Up and Down” es un final grandioso que probablemente os suene del drama televisivo de Scorsese, Boardwalk Empire.
Their Satanic Majesties’ Second Request
The Brian Jonestown Massacre suele avisar en sus títulos, y este disco no engaña y recuerda a cuando los grandes de Inglaterra empezaban a experimentar con la psicodelia profunda, viajando hacia sonidos exóticos, sobre instrumentos inéditos. “All Around You”, obertura y cierre de esta magnífica obra, habría sido un coro perfecto para concentraciones hippies, además de mantras como “Bad Baby” y su preludio, donde brilla el sitar y la percusión al igual que en “In India You”, “Feelers” o “Before You”. Un disco que no se olvida de “Jesus”, e incluye uno de sus mejores y más reconocidos temas de su repertorio, “Anenome”.
Bravery Repetition and Noise
Tras Thank God for Mental Illness un álbum acústico del que Keith Richards estaría orgulloso, comenzaría una etapa cuyo auge y final podemos encontrar en este disco, con el que se estrenarían en el siglo XXI, y que resume perfectamente el periodo anterior. Un deleite en el que la primera media hora se evapora, y en cuyo segundo tiempo, destacan “If I Love You” y sus versiones, capaces de condensar el sonido de un lustro de música.
Aufheben
Tras las primeras incursiones en la electrónica y el drone (Prozac vs Heroine Revisited, This Is the One Thing We Did Not Want to Have Happen, Feel It), empezar a grabar en Islandia y, principalmente, Berlin, The Brian Jonestown Masacre abandonaron las costas habituales y se internaron en lo desconocido. Fue así como Anton Newcombe, bien acompañado en el estudio, entre otros, por el bajista de Spacemen 3, que ya se había subido al barco en el disco anterior, hizo un álbum de krautrock y demostró una vez más que era capaz de abordar un estilo y sonar como los nativos del género.
Revelation
Revelation es el testimonio y paradigma de más de diez años de música, sobreviviendo a distintos géneros y estilos, y a la mayoría de bandas y grupos que inspiraron o acompañaron a Antón Newcombe, cuyo nombre a esas alturas, ya era sinónimo del grupo que llevaba guiando de manera incontestable desde hace años. Siendo también el primer disco grabado en su nuevo estudio en Berlín, Anton tuvo dos años para hacer las cosas bien y asentarse en la neo psicodelia, con algo de ayuda de otros habituales de la escena como Asteroid No.4, o Les Big Byrd, revisitando momentos de su carrera, e inaugurando la que es hasta la fecha, su etapa más productiva.
El pasado año, al igual que Air hiciera allá por 2012 en su álbum “Le Boyage Dans la Lune” en el que ponían banda sonora a la famosa película homónima de Geroge Méliès, The Brian Jonestown Masacre grabaron Musique de Film Imagine, banda sonora ideada para un film ficticio en el cine francés de los sesenta.
Este sería su último álbum de estudio hasta la fecha, si exceptuamos el anecdótico Mini Album Thingy Wingy, un disco breve como el propio nombre indica, que incluye un par de grandes temas y vio la luz a finales de año. En cualquier caso ostentará el título por poco tiempo, ya que Anton Newcombe no es de dormirse en los laureles, y ya está trabajando en el que será su septuagésimo disco.
De este álbum sabemos ya el título, su fecha de lanzamiento, el 28 de octubre de este mismo año, y que contará con la colaboración directa de Tess Parks. Es de esperar que el próximo jueves caigan un par de temas inéditos en el repertorio. Y eso solo estará al alcance de aquellos que tengan la suerte de cruzárselos en el Teatro Barceló.
Entradas en Live Nation.
By Fernando de Torres Valentí