Veranos de la Villa ha dado comienzo a su atípica edición, celebrada bajo el halo del coronavirus, en el verano más perjudicial que se recuerda para la cultura en vivo. Pero aquí, en el centro Conde Duque, la cultura segura está garantizada. Asistir a alguno de los espectáculos del ciclo madrileño es entrar por la puerta a un lugar totalmente seguro en pleno centro de Madrid: escrupuloso orden de entrada y salida, gel hidroalcohólico antes de entrar en la sala al aire libre y asientos numerados. La nueva realidad.

El espectáculo que acontecía el miércoles era el concierto de Raül Refree y Lina, o lo que es lo mismo, la unión de uno de los productores nacionales más brillantes con el de la poderosa voz de la artista portuguesa, célebre por sus inquietantes reinterpretaciones del repertorio de Amalia Rodrigues. El dúo, sin más artificios en el escenario que el teclado-piano-sintetizador de Refree y la pantalla trasera que se activó durante 4 canciones, presentó su primer proyecto conjunto, Lina_ Raül Refree.

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El concierto comenzó pasadas las 22h de la noche, con un lleno total (distancia de seguridad de por medio) en el patio de butacas del patio de Conde Duque. El público, ataviado con la mascarilla obligatoria de principio a fin, asistió a un directo bañado en varios géneros: fado, electrónica, música experimental y minimalismo. Una combinación que rompe las reglas de la música convencional y que a priori puede ser algo complicada para el oído del gran público, pero no para aquellas personas que quieran evadirse durante unos minutos y deseen dejar atrás el ajetreado ritmo que reina hoy en día.

Refree y Lina avanzaron entre solos de piano de él y a capellas de ella, y entre juegos de luces y sombras que creaban una atmósfera de lo más intensa. Tras una hora de abstracción terminó el directo con una emocionada Lina, que entre lágrimas y con una simple mirada agradeció al público su asistencia.

 

Fue una noche de fado renovado, minimalismo y poesía en forma de oscuras melodías. Aunque el objetivo final, como la propia Lina afirma, era algo más romántico y primigenio: “Hemos actualizado el fado. Pero solo tratamos de hacer música que conmueva a las personas”.

 

By Ray Vegas