manel tomavistas madrid

Siete meses después de su sold out, Manel vuelven a Madrid con motivo, esta vez, del Tomavistas Ciudad. Después de su último CD Jo competeixo, que generó dos polaridades radicales que situaban a su seguidor entre la adoración y la controversia, como suele pasar ante la evolución musical de los grupos, el cuarteto catalán quiere comprobar hasta dónde llega su relación de fidelidad con ese público que, pese a no compartir su lengua materna, sabía apreciar la innovación y calidad de la banda.

Ya no veremos, en esta nueva versión, a esos cuatro jóvenes que se basaban en un ukelele y guitarra española para tocar sus canciones folk pero alegres. Adiós al sonido minimalista; el tiempo no los ha vuelto duros, sino complejos. La sofistificación, pues, es el nuevo horizonte que les posibilita distintas vías para llegar a ese sonido ya no nuevo para ellos sino en el panorama emergente catalán. No se trata, pero, de un alejamiento al indie sino unas formas de modernización que permiten adular la bandera de la vanguardia de la forma más injustificada posible. Si temas como “En la que el Bernat se’t troba” o “Ai, Dolors”, del disco Els millors professors europeus (2008), eran características por ser himnos simpáticos de cuatro acordes, ahora nos presentamos ante un LP que presenta variedades de registros que pueden interpretarse todos en clave experimental. Sin embargo, es tangible un denominador común en esta progresión que, tomando distancia, puede anticiparse a lo largo de la producción musical de la banda: un sonido rock y oscuro acompañado de una voz que cada vez cobra una presencia mayor con agresividad.

Como acabamos de apuntar, no se trata de un disco monotemático sino más bien de doce temas que forman un conjunto caleidoscópico del que no podemos evitar sentir la admiración de haber conseguido tal tesitura con esa calidad. Así pues, no hay un estilo predominante sino la convivencia de muchos: si “Les cosines” suponen una fuerza que roza lo oscuramente transgresivo por sus tonos bajos, “Cançó del dubte”, “Arriba l’alba a Sant Petersburg” o “M’hi vaig llançar” se sitúan entre la canción pop y la balada intimista. Cabe señalar la guinda del pastel con el implícito homenaje a Juan Luis Guerra y “La bilirrubina” con “La serotonina”, que ya se ha convertido en todo un himno festivo con el que entregarse al hedonismo o, como mínimo, quedarse afónico. El single que da presentación al cuarto disco, “Sabotatge”, es otro punto inconexo con el que Manel nos roba el habla y las expectativas de una lógica trazada por el último CD, Atletes baixin de l’escenari: base ochentera altamente marcada y una voz remasterizada de un modo más que evidente.

El cóctel molotov es necesario de ver este próximo 29 de marzo en Ochoymedio. Un lanzamiento del último año que, además, entra en coherencia con el ideario de este festival primaveral de la capital castiza que celebra su segunda edición. Y es que el Tomavistas reúne a todos aquellos grupos, la mayoría de procedencia nacional, que además de ser relativamente jóvenes en cuanto a trayectoria musical, suponen una apuesta innovadora y de calidad. Estos dos rasgos son fundamentales para su criterio de selección, que de acuerdo con su gran acogimiento ha detectado la necesidad de ampliar su oferta en algunos puntos de la ciudad. Y, como no podía ser de otro modo, Manel es un referente ineludible de nuestro panorama actual y, por lo tanto, de su cartel.

Entradas en su web.


By Andrea Genovart