Llevan intentando matar al rock desde que nació. No falla. Pero cada cierto tiempo, a través de conciertos como el que ofrecieron anoche Los Zigarros en el Circo Price (Madrid), el alma del rock aparece rugiendo para demostrar que el género nunca morirá.
El legendario recinto que vio nacer el rock en nuestro país gracias a los Matinales del Price, durante la década de los 60, acogió anoche la primera de las dos fechas de Los Zigarros en Inverfest 2020. Una celebración del rock and roll que contó con colaboradores de excepción y que puso en pie al público desde la primera canción. La abarrotada pista no paró de saltar desde el primer segundo, pero las gradas no se quedaron atrás coreando cada línea de la banda valenciana.
Con apenas tres discos publicados, Los Zigarros ya tienen actitud de banda grande, de grupo que lleva toda la vida ofreciendo conciertos multitudinarios. El impecable directo que dieron anoche confirma que su futuro pinta brillante y que aún tienen muchas alegrías que dar a su público, un público en el que se dibujaban sonrisas de satisfacción y emoción cada vez que comenzaban los acordes de una nueva canción.
La cerveza corría en las barras del Price, el ambiente ya estaba caldeado y los invitados comenzaron a salir tras unas cuantas canciones de Los Zigarros en solitario. El primero de ellos fue el icono Ariel Rot, al que le siguió Ángel Vera a la armónica. Tras él apareció Fito Cabrales y el público se vino abajo para recibirle (en 2020 girará por España junto a sus Fitipaldis).
En una recta final arrolladora, Carlos Raya, a quien el vocalista Ovidi Tormo definió como «el quinto zigarro», hizo acto de presencia para demostrar que es en uno de los mejores guitarristas de España. Con el subidón aún en el cuerpo y un remolino de sensaciones por la grandiosidad de lo que allí estaba sucediendo, Aurora García (Aurora & The Betrayers) se unió al cuarteto para impregnar el directo de un punto aún más canalla y potente.
Tras una última canción y con el consabido bis reclamado con insistencia por la audiencia, Los Zigarros volvieron al escenario con un chupito en la mano y las caras de alguien que sabe que ha hecho un (muy) buen trabajo. Pero todavía había más. No fue necesaria presentación para la entrada de Leiva, que apareció para acompañar a la banda en su penúltima canción, todo ello justo antes de la gran explosión final en la que Los Zigarros y todos los invitados tocaron juntos su himno «¿Qué Demonios Hago Yo Aquí?» para cerrar una noche histórica de la música nacional. Puedes ver (y escuchar) ese tema final aquí abajo.
Viva el rock and roll.
Crónica by Ray Vegas