Un tremendo e incesante síndrome de Korsakoff me ataca las entrañas desde el pasado miércoles. ¿Problema? No recuerdo nada de lo sucedido en el concierto de Motorama en la sala Moby Dick. Se celebró precisamente ese miércoles y es muy probable que la música de los rusos haya sido la causante de mi desorden neurológico.
Afortunadamente, las (maravillosas) fotografías de Alberto Monteagudo (puedes seguirle en su Facebook y en su Instagram) me están haciendo recobrar poco a poco la memoria. Todas y cada una de ellas son un pedacito único de esa noche que nunca podré llegar a recordar al 100%.
Si no pudiste asistir al concierto de los Joy Division del ESTE, degústalo en forma de estas mágicas imágenes.
