A pesar del pensamiento de algunos escépticos, la fusión de culturas conlleva (en el gran porcentaje de los casos) un aumento de la riqueza en todos los sentidos. Con fusión nos referimos al resultado de crear nuevos sonidos o nuevos sabores a través de combinaciones, a priori, diferentes. A nivel musical, esto es lo que ocurre con Colectivo Panamera, trío multicultural en el que conviven tres nacionalidades y dos continentes. Una fusión que ha dado como consecuencia un sonido de cumbia, calypso y rock and roll que respira vida, como comentábamos hace unas semanas antes de su concierto en Madrid.
Fue en ese concierto, en la sala Copérnico, donde dieron rienda suelta a las melodías de su primer trabajo. La abarrotada sala, donde se encontraban personalidades como Mónica Carrillo o Sofía Ellar, asistió a una fiesta de ritmos latinoamericanos que provocó infinitos contoneos de cadera en la pista de baile.
Para la celebración, Colectivo Panamera se rodearon de amigos como Mr. Kilombo o Georgina, artistas que aportaron su granito de arena en alguno de los temas del concierto. El sonido del trío sorprendía por la ausencia de bajo (lo llevaban pregrabado), detalle que no supuso la pérdida de punch de sus canciones. Eso sí, en algún momento cercano nos gustaría ver a un bajo «de verdad» acompañándoles en sus representaciones, algo que sin duda potenciaría su directo.
Tema tras tema, el concierto avanzaba sin decaer en intensidad ni un minuto. Uno de los momentos más especiales fue cuando el trío desenchufó sus instrumentos y se reunieron al borde del escenario «a pelo», de la misma forma que habían creado la banda hace unos años. En ese instante, durante una canción, el público rebajó su murmullo y se concentró al 100% en lo que de verdad importaba.
Pero la electricidad volvió pronto a hacerse con el papel principal, impregnando canciones como «Quiero Mucho Más«, «Un Río Que Se Va» o «Hacia El Sur«. Algo más acústico fue «El Huracán«, canción con la que Nacho Taboada regresaba a sus orígenes como cantautor de bares ensoñadores.
Al final de la velada quedó la sensación de haber estado en el lugar de Madrid más mágico de la noche. Una sonrisa en la cara de cada uno de los asistentes lo confirmaba: la leyenda de Colectivo Panamera no había hecho más que empezar.
Crónica by Ray Vegas
Foto by Diana Abdou