Aún se recuerda cuando su nombre se confirmó en el Sonorama. El festival burgalés se la jugaba. Una leyenda de la música nacional, cuya presencia a priori no encajaba junto al arsenal de bandas indie que forman año a año su cartel, actuaría en Aranda de Duero. Hubo voces en contra, también muchas a favor, y finalmente pasó lo que tenía que pasar: su concierto fue uno de los más multitudinarios y convenció al público que tuvo la suerte de verle.
Y ahora vuelve. Tenía que ser este año, el año en el que hemos perdido a David Bowie, Glenn Frey y Maurice White. Tenía que ser este año, el año en el que España se juega la Eurocopa. Tenía que ser este año, sí. Todos estos factores, que juntos nos recuerdan lo importante que es valorar lo que tenemos, se unen para hacer el momento más épico. Y nos ayudan a recordar, a valorar aún más lo que tuvimos, a querer el presente. Nuestras bandas locales, los éxitos de nuestra selección… Todo ello es importante y adquiere aún más importancia cuando se mira con el paso del tiempo. Este año Raphael tenía que volver a demostrar porqué es un mito y que eso de reinventarse lo lleva en la sangre, que no descansa en el empeño de buscar nuevos retos.
Porque ahora la historia vuelve a repetirse. En este caso, una aseguradora (Seguros Pelayo) cuenta con sus servicios. ¿Cómo será el resultado? ¿Funcionará? Las dudas volvían a sobrevolar las mentes de los creadores de la campaña y las personas que se topan con ella por primera vez. Basta con escuchar los primeros 10 segundos de audio para dar un «sí» como respuesta. Raphael lo tiene, lo sigue teniendo. Su renovado «Estar Enamorado» vuelve a poner los pelos de punta más de 30 años después de su estreno.
Al escuchar la canción junto a las imágenes que le acompañan es inevitable acordarse de todos esos momentos: ese mundial, esas dos Eurocopas… El fútbol y la música, unidos en tantas ocasiones, vuelven a darse la mano en un spot. Y nos recuerdan lo importancia de valorar. Y además, eso de estar enamorado, como versa la canción, entra en el terreno de juego como un elemento clave.
Raphael y fútbol, no se puede pedir nada más. Disfrutemos el presente. Porque el talento no se pierde, siempre perdura. Y si no que se lo digan al inigualable artista jienense.