Vivimos en una época en la que el estrés y el desorden están a la orden del día. Tanto es así, que este tipo de sensaciones incluso han llegado a los festivales. Es bastante recurrente visitar el Facebook de cualquier «festival grande» y ver cómo la ansiedad y expectaciones desmedidas desbordan en muchas ocasiones al optimismo y ganas de pasarlo bien. Es cierto que este 2019 ha sido un año algo turbulento para las grandes citas, y que el nivel de los carteles se ha visto algo repercutido por ello, pero a veces perdemos de vista lo más importante: Vivir el momento. La experiencia que se vive dentro del recinto también es determinante para introducirte de lleno en los conciertos (entorno, comodidad, colas, servicios…) y ahí el Festival SinSal ha demostrado ser el rey absoluto.
Para entender mejor el encanto y personalidad que desprende este evento, es necesario explicar primero su concepto y puesta en escena.
Concepto del Festival Sinsal
El Festival Sinsal hace uso de una propuesta totalmente alejada de cualquier otro participante del circuito, y lo hace a varios niveles. La suma de todos ellos da a luz a una propuesta única y enriquecedora.
El Cartel
Comencemos por lo más importante: No sabes qué grupos van a tocar hasta que entras en el recinto. Este punto de partida puede resultar aparentemente sencillo, pero encierra un encanto enorme. Hay muchos festivales en españa de los que «podríamos intuir» su line up acudiendo con los ojos vendados. Los promotores se esfuerzan por encontrar un nicho de mercado y explotarlo lo máximo posible. Esto da lugar a carteles sin alma y propuestas poco originales e innovadoras. El Festival SinSal, en cambio, apuesta por una diversidad total: No hay un género que marque el camino de la edición. Su idea es dar a conocer diferentes sonidos del mundo, apostando por ritmos de jazz, psicodelia, electrónica, indie o incluso sonidos africanos. La organización también posee una máxima: No repetir grupos que hayan acudido en el pasado. Esto genera una gran inquietud momentos antes de llegar al recinto, y consigue que escuches sonidos nuevos por primera vez, de una forma totalmente variada y orgánica. La experiencia en general es muy avant-garde y logra abrir tu mente a nuevas experiencias.
El Entorno
Los festivales de Galicia suelen destacar por ubicarse en un marco inigualable. En el caso del Festival Sinsal, esta norma se mantiene, pero adquiere una luz propia que le hace brillar con una luz muy especial. Todos los conciertos tienen lugar en la Isla de San Simón, un punto verde con bastantes rincones por explorar (la organización da la posibilidad de participar en una ruta didáctica) y en el que el contacto con la naturaleza es pleno. Cualquier punto de la isla ofrece unas vistas muy bonitas a la costa y se prestan a una buena fotografía. Hay un total de 3 escenarios: El primero está en la entrada, cerca del auditorio, el segundo está colocado al lado de una iglesia, con la zona de restauración a mano, y al tercero se accede mediante un puente de piedra.
Comodidad
El aforo se encuentra limitado a 800 personas, y teniendo en cuenta el tamaño de la isla, se traduce en un festival ampliamente cómodo. Los conciertos no dan sensación de vacío en ningún momento, y hay varias barras de comida y bebida disponibles. Nunca hemos esperado más de 5 minutos por una cerveza, y los precios son bastante buenos (1906 red vintage a 3 euros). Los baños se encuentran en un restaurante, y están en un estado bastante bueno. La isla invita a ser recorrida.
Crónica del Festival SinSal 2019
Ahora sí, podemos empezar a comentar todos los conciertos que sucedieron en el Festival Sinsal, en nuestro caso, durante las jornadas del viernes y del sábado.
Jornada Del Viernes
Mercedes Peón
La isla recibía con los brazos abiertos a los 800 asistentes ansiosos de nuevos sonidos. La primera propuesta del día corrió a cargo de Mercedes Peón, que ofreció un recital de ritmos fusión y melodías tribales. Un buen número de músicos poblaron el escenario para dar el pistoletazo de salida a una jornada de lo más especial.
El Petit de Cal Eril
Posiblemente eran uno de los grupos más reconocidos por la mayoría de los asistentes. Los catalanes entregan unos sonidos jangle pop muy suaves que en ocasiones recuerdan a grupos como Real Estate. Sus melodías lucen de maravilla en un entorno natural actuando como una perfecta brisa veraniega. Quizás fue uno de los recitales en donde más se consiguió una conexión emocional entre público y artistas. Su exitosa trilogía «Triangular» publicada en 2017, llevó parte del peso del setlist. Un concierto muy tierno y dulce.
Lina & Raül Refree
Tocaba ver el nuevo proyecto del productor Raül Refree, conocido por su participación conjunta con Rosalía en aquel maravilloso proyecto que fue «Los Ángeles«. Para sorpresa de propios y extraños, ha cambiado su guitarra por un piano y sintetizadores, y ahora a su lado ya no está la intérprete catalana, si no Amália Rodrigues. La portuguesa consiguió hacernos olvidar su proyecto anterior y entrar de lleno en sus nuevos sonidos. Todas las canciones fueron interpretadas de manera magistral, y con una base de sonidos que en ocasiones recordaba a grandes de la electrónica minimalista como Arca. Sin duda un proyecto muy a tener en cuenta de cara a los próximos años.
Blanco Palamera
Curiosa mezcla de ritmos la que ofrecen estos chicos desde Santiago de Compostela. A ratos, suenan a blues rock similar a White Stripes, y en otros momentos, se dejan llevar hacia raíces más funkies o propias del R&B. Su show fue uno de los más bailables de la edición, y mucho ojo, porque parece que en muy poco tiempo estarán presentando su proyecto por tierras madrileñas.
Kyekyeku & Ghanalogue Highlife
Sin lugar a dudas fueron los grandes ganadores de la jornada del viernes. Los de Ghana trajeron al Festival Sinsal 2019 una caja de ritmos africanos muy peculiar, y que hizo las delicias del público. Sobre el escenario ellos disfrutan y hacen disfrutar a la gente. Vimos desde trompetas o guitarras hasta cajas de ritmos africanas. El público se mostró súper activo y correspondió a la banda en todo momento. Un concierto para recordar.
Jornada del Sábado
The Venopian Solitude
Una fuerte lluvia recibía a los asistentes del sábado, pero las ganas de disfrutar de un buen concierto permanecían intactas. Lo que vimos en The Venopian Solitude fue bastante difícil de describir, casi imposible ubicarles dentro de un género. A ratos electropop, derrepente música asiática… u optaban por una cover metalera de los Backstreet Boys. Una bendita locura que acabó en un sin fin de pogos bajo la lluvia.
Gaye Su Akyol
La psicodelia turca está muy de moda, y nuestra playlist con las mejores canciones del 2019 es una buena prueba de ello. Los de Estambul recuerdan bastante a Altın Gün (otro grupo que también pasó por el Festival SinSal) y se muestran muy elegantes sobre las tablas. Otra banda que muy posiblemente incremente su éxito de forma exponencial en los próximos años.
Surma
Otra sorpresa agradable que nos brindó el Festival Sinsal 2019. La productora portuguesa ofreció una sesión Live controlando los cambios de ritmo, percusiones y poniendo la voz. Hubo ratos en los que recordó a la polifacética Grimes. A pesar de su estilo chill, el público reclamó un bis entre aplausos al final de la actuación.
STUFF
Era su primera vez en España y salieron con ganas de comerse el escenario. Los belgas son una formación de lo más peculiar, se mueven entre sonidos similares al math rock de grupos como Battles, aunque ni ellos mismos pueden ubicarse en un solo género (pudimos charlar con ellos al término de su concierto). Sobre el escenario trasmiten la sensación de ser una jam session venida del futuro.
Liniker e os Caramelows
Otro de los grupos más reconocibles de la jornada del sábado, en especial tras su visita por el Primavera Sound 2017, el suyo fue un concierto plagado de ritmos brasileños y jazz, con una participación del público muy grande. El escenario New Balance puso las vistas perfectas a una tarde en la que por fin había vuelto el sol a la isla.
Teleman
Los londinenses habían cogido un vuelo directo hacia la isla para mostrarnos de lo que son capaces. Recuerda en cierto modo a Future Islands, aunque más plásticos a la hora de componer sus melodías. Los teclados y su voz a ratos mezclada en vocoder nos metieron de lleno en su show de principio a fin.
Michelle David & The Gospel Sessions
Tocaba despedir el Festival Sinsal 2019 y Michelle David & The Gospel Sessions fueron los encargados de tal ardua tarea. Viajamos directos a los años 50 con su directo, tanto musical como estéticamente, y la voz de Michelle David se mostró formidable en todo momento. Un broche de oro para una edición fantástica.
El Festival Sinsal 2019 consigue reivindicar su fórmula de manera exitosa ofreciendo un concepto muy diferente al resto de sus competidores. Una opción excelente para desconectar, ver paisajes fantásticos y disfrutar (y sorprenderse) con sonidos de todo el mundo.
Crónica By : Daniel Santamaría
Fotos By : Jon Rodríguez